42- Martin Garrix

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-Estoy nerviosa, es la primera vez que salgo del país...

-Vas a ir a un hotel de lujo en Hawaii con tu novio, ¿¡Y a ti lo único que te preocupa es que es en Hawaii!?- me gritó mi mejor amiga- ¿¡Me tomas el pelo!?

-Jessie yo...

-¿¡Tú nada, Hannah!?- se agarró el puente de la nariz con dos dedos y suspiró- Vale, haber: quiero que no enciendas el móvil, vas a utilizar el regalo que te he metido en la maleta y vas a dejar de perocuparte.

-¿Qué regalo?

-He ahí la gracia.

-Que miedo- las dos reímos y nos abrazamos, iba a extrañarla mucho. Después de unos minutos abrazadas, una voz nos hizo separar.

-¿No irás a robarmela no?

-Queba Bro, toda tuya.

Me acerqué lentamente a mi novio y lo abracé por la cintura.

-Hola enanita...- pasó sus manos por mi espalda y me apegó a su pecho.
Aspiré su rico olor y hundí más la cabeza en su pecho.

-Pasajeros del vuelo 516, aborden por la puerta 2 por favor- habló la fría voz anunciando nuestro embarque.

-Saparaos y despediros de la mejor amiga del mundo, que para estar juntos tenéis dos semanas enteras- dijo Jessie extendiendo sus brazos, rompiendo nuestro momento de cariñitos.

*****

-Tampoco ha sido tan malo, ¿no?

-No pienso volver a subir en uno de esos bichos en mi vida...

-Pues habrá que volver algún día.

-No me lo recuerdes...- Martin río, subió mi maleta al coche y nos dirigimos a nuestro hotel.

El viaje en coche no fue muy largo, pero creo que el taxista no va a querer saber nada más de nosotros en un tiempo. Nos pasamos la media hora cantando y bailando de manera ruidosa, el conductor incluso cerró el cristal que había entre nosotros para no oírnos.

-Wow...- dije al entrar a nuestra habitación. Era enorme y preciosa, el espacio estaba muy bien aprovechado y era espaciosa; incluso tenis un jacuzzi con vistas al mar.

-¿Te gusta?

-¡Cómo para no! Es genial, si hubiera sabido que era tan hermoso te hubiera dicho para venir antes- dije dejando mi maleta a un lado.

-¿Y qué quieres hacer ahora?- preguntó él pasando sus brazos por mi cintura. Acerqué mi cara a la suya hasta que estuvimos separados por un solo centímetro.

-Ir a la playa...- me solté de su agarre rápidamente e intenté salir de la habitación. Pero antes de llegar a la puerta, agarró mi cintura y me susurró al oído:

-Está a punto de llover, tenemos un jacuzzi y una cama... ¿Por qué no dejar la playa para mañana y ahora estrenar lo que tenemos aquí?

-Me parece buena idea...

Junté nuestros labios en un beso feroz, cogió mis muslos e hizo que rodeará su cintura. Pude notar a su amigo bien despierto, por lo que un gemido salió de mi garganta.

Entre besos y caídas conseguimos llegar al jacuzzi. Ninguna ropa nos cubría ya, vi como Martín se sentaba dentro y me esperaba. Subí las dos primeras escaleras despacio pero en la tercera me resbalé un poco.
El Dj río y me extendió una mano.

-Gracias...- dije entrando al agua y me puse encima de él. Agarró mis caderas mientras me posicionaba para facilitar la entrada- Hazlo despacio... Hace tiempo que no lo hacemos y no sé si...

-Shh... Tranquila...- me empujó suavemente hacia abajo, él penetraba en mi interior lentamente. Los sonidos se atacaron en mi garganta y enterré mis dedos en su cabello.

Los dos comenzamos a gemir, cada vez más fuerte. Estos aumentaban a medida que nosotros aumentábamos el ritmo.

-Estoy a punto de... Llegar...- susurré en su oído. Él respondió lo mismo, pero lo interrumpí con un fuerte grito causado por la llegada de mi orgasmo.

Martín siguió dando estocadas hasta que llegó a su propia liberación.

-Oh Dios... No puedo esperar para probar la cama...

-Yo tampoco, tengo un sueño...

-Ni de coña... Vamos a utilizar la cama como su primer uso...

-Que es dormir.

-No, no exactamente. Su primer uso es el mismo que el de la bañera.

-Eres idiota...

-Lo sé.- sonrió orgulloso. Le di un beso y me levanté notando su ausencia.

-No pienso darme por vencido...

Se levantó rápidamente y me tiró a la cama cayendo él encima de mí.
El primer uso que el piensa que es de la cama resultó ser muy divertido y placentero.

A la mañana siguiente desperté antes que él, por lo que me di una ducha y me di el lujo de llamar para que subieran el desayuno.

Tampoco pude resistirme en empezar a desayunar; en mi defensa el bollo de crema me estaba llamando.

-¿Qué huele tan rico?- dijo desde debajo de las sábanas. Nadie puede imaginar lo que sentí en aquel momento; la felicidad de ver despertar a esa persona que tanto amas a tu lado y dedicarte una sonrisa.

-Te he dejado un bollo de chocolate...

-Me refería al olor a la banda que hay en el aire...- se acercó lentamente y olisqueó mi pelo- Sip, eres tú cielo. Me encanta ese champú...

En ese instante mi corazón se ems dentro de mi pecho, y bombeó tan deprisa que la sangre subió a mi cara.

-Gracias...

-Deja de decir gracias, yo soy el que tiene que agradecerte por entrar en mi vida. Te quiero Hannah...

-Yo también Martín...

One shots multifandomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora