Capitulo 5

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Capítulo 5

Necesitaba ver mi aspecto así qué me acerqué al enorme espejo qué mide 125 cm para ser exactos, era demasiado grande para mí gusto, mis ojos lucen cansados y rojizos, bolsas por debajo de mis ojos, mi delineado corrido por el área de los párpados y por debajo, luzco fatal. Trago saliva y siento la garganta cómo un desierto, grita por un poco de agua para calmar mi sed.

Dejé de observar mi aspecto ya que eso no era tan importante, lo qué si era importante era averiguar con quién había pasado la anoche, en qué problema me he metido esta vez, estoy asustada y pronto tendré un ataque de ansiedad.

Mi cuerpo se sobresaltó en cuánto escuché unos golpes en la puerta, alguien toca y no estaba segura si dejarla pasar.

- ¿Quién es? - pregunté insegura.

- ¿Puedo pasar? - escuché una voz de un hombre detrás de la puerta, su voz se me hacía muy familiar.

- Si, claro.. - le dije aún con miedo.

- ¡Oh, ya despertaste! - en cuánto lo vi entrar, mi cuerpo se congeló. - ¿Cómo amaneciste chica?

- B.. Bien.. - respondí con torpeza.

- Genial, supongo qué debes de estár hambrienta... el desayuno ya está listo, te espero afuera chica, no tardes.. - sólo pude asentir y él salió de la habitación.

Bueno al menos ya sé con quién había pasado la noche

Con Jackson

¿Cómo fué qué paré aquí?

No puedo concentrarme ahora ya que esté dolor de cabeza y escuchar a mi estómago crujir del hambre no me deja pensar. Olvidaré eso por un momento, ya después le preguntaré a ese odioso cómo fué qué pare aquí.

Había un baño en está habitación, que suerte. Con el permiso de él tenía qué utilizarlo para asicalarme un poco, entre y le puse seguro, por si las dudas. Al girarme sobre mis talones quedé sorprendida por lo hermosa qué era, al menos el mío tenía un baño y una ducha por suerte él suyo era enorme y olía bastante bien, hay un sauna, una ducha, un baño, lavamanos, los colores en las paredes era un caoba muy elegante. Su lavado de manos era de porcelana fina junto con un mostrador bañado de madera fina, en ella había una secadora de pelo, sus cosas personales cómo su loción, cremas de todo tipo para afeitar, para el rostro y el cuerpo, cuidados para el cabello cómo mascarilla de coco y de jengibre, eso dice en el empaque, eso explica el delicioso olor de su cabello.

Busque lo qué más me interesaba cómo el jabón, una toalla para secarse, cepillos para el cabello y algo para matar el mal aliento que sale de mi boca.

Después de arreglarme un poco ya con el rostro lavado, mi aliento oliendo a menta y mi cabello recogido en una coleta qué encontré, salí del enorme cuarto en busca de su presencia ya que quiero una explicación suya de como fue qué pare aquí, espero no haber cometido una estupidez.

- Buenos días señorita - me saluda una mujer de color, era la empleada lleva puesto un delantal.

- Buenos días.

- Él desayuno ya está listo, él señor Jackson la está esperando afuera en el jardín.

- Gracias..

- Sígame, le llevaré en dónde está el señor.

Asentí con la cabeza y seguí sus pasos, al momento de salir no perdí de vista ningún detalle del lugar ya qué era enorme y muy espacioso, lleno de árboles y de flores de todo tipo, dejé de mirar a mi alrededor hasta qué noté una silueta de lejos, era Jackson que estaba sentado en la mesa leyendo un periódico. Llegamos a la mesa y en ella había demasiada comida, pan, huevos con jamón, hot-cakes, jugo de naranja, leche, café, licuados, había para elegir.

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