Capitulo 79

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Capítulo 79

Alexandra

Poco a poco mis ojos se fueron abriendo causando que la luz me molestará. Miré a mi alrededor y me giré ya qué no sentí a Michael a mi lado. En la habitación me encontraba sola. Al parecer todo había sido un sueño. La puerta se abre dónde entra mi perfecto esposo, con una bandeja que contiene una ensalada de frutas, galletas, jugo de naranja y café. Michael vestía realmente sexy con sus típicos pantalones y una camisa verde, llevaba una coleta con algunos rizos cayendo en su lindo rostro.

- Buenos días nena. - me da los buenos días con una enorme sonrisa.

Es todo mío.

- Buenos días. - dije con pesadez y comencé a incorporarme en la cama sentándome apoyando mi espalda con él respaldo mientras que Michael colocaba la bandeja en mis piernas.

- Te hice él desayuno. - dijo sentándose en la orilla de la cama.

- Creí qué todo había sido un sueño anoche. - lo miré con atención.

- ¿Un sueño? - lanzó una encantadora risita. - No amor, aquí estoy. Anoche hicimos las paces ¿no recuerdas? bueno sólo hablamos, ambos estábamos cansados y nos quedamos dormidos.

- Gracias por él desayuno. - le agradecí mirándolo inocente.

- Alexandra, creo qué anoche no hablamos mucho. Y es respecto lo que pasó ayer - un suspiró pesado y largo sale de él. - Me equivoqué al no creerte sobre lo de Joanna y no confie en ti. - cogí un bocado y lo llevé a mi boca mientras toda mi atención estaba en él. - Eres mi esposa, la mujer que elegí para mi, anoche me di cuenta que hice mal en no confiar en ti. - sus palabras me hicieron sentir un poco mal ya que yo no lo hacía con él.

Dejé de masticar para tragarme mi bocado y bajé la mirada.

- Tu hablas que te equivocaste en no confiar en mi cosa que yo no lo hago contigo. - soné triste, me sentía tan mal en ese momento.

- No, no mi amor, estamos hablando de mi no de ti nena. - Michael se acercó más hacía para tomar mis manos. - No te sientas culpable.

- Si tengo la culpa de qué no confíes en mi, yo no lo hago contigo y quizá tu también lo sientes por mi culpa.

- Mi amor escucha..  - me quita la bandeja de mis piernas. Sus manos se acomodan en mi rostro para levantar mi mirada con la suya. - Yo confio en ti siempre, jamás dudo de ti porqué eres mi nena, mi mujer Alexandra. Ayer no lo hice, no confíe en ti sobre lo de Joanna, perdóname.

- Yo no tengo nada que perdonarte, eres tu él que me tiene qué perdonar.

- Hagamos un pacto ¿vale? - sonreí asintiendo. - Vamos a confiar en uno con él otro, en las parejas debe exitir la confianza, él respeto, no deben de haber secretos porque si no, no llegaremos lejos Alexandra. Gracias a eso, siempre llegamos a discutir y odio pelear contigo. Tienes que prometerme y cumplir tu promesa de esposa que ya no me vas a mentir, ocultar cosas, confiar siempre en mi. Si no llegas a cumplir tú promesa pensaré que ya no me amas como antes.

- No no no - dije rápidamente. - Eso jamás va a suceder bebé. Yo siempre, siempre te voy amar con toda mi alma, siempre te voy amar hasta mi último día que me quedé de vida. - lo mire a los ojos. - Te prometo que todo será diferente Michael.

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