Bad Girl

Capitulo 27

Capítulo 27

Miré sus labios y realmente lucían más rojos de lo normal. Apetitosos y esponjosos. Mojé mis labios y me encontré con su mirada intensa al momento de subirla. Sus dedos recorren cada parte de mi cuello haciendo qué mi piel se erice, soy demasiado sensible cuándo él me toca o me mira, tenemos una fuerte conexión.

Michael cortó la poca distancia qué había entre ambos y nuestros labios empiezan a jugar mientras qué empiezo a retroceder hasta llegar a la cama. Michael me quitó la toalla qué cargo puesta y la echó a un lado, quedando desnuda. Mis rodillas chocaron a la cama haciendo qué cayera y quedarme acostada. Él se quitó la suya sin dejar de besarnos rápidamente mi corazón se acelera en cuándo sentí su erección chocar en mi entre pierna.

- Michael.. Espera. - le hablé encima de sus labios. - Debes usar protección.

Pero él seguía besándome ignorando mis palabras. Hemos hecho el amor sin protección y no era buena idea ya qué podía resultar embarazada. La primera y algunas otras veces no hemos utilizado, nos hemos descuidado pero esta vez no quiero hacerlo, quizá no he resultado embarazada ya qué he estado ingeriendo pastillas anticonceptivas.

Sin darme cuenta él ya se había alejado de mí y lo miré, pensé qué había ignorado mis palabras pero no, el fué a coger un preservativo en el cajón. Rompió el plástico metálico y lo sacó. Iba ponérselo hasta qué yo lo tomé de sus manos y él me miró extrañado.

Quería ponérselo yo, quería experimentar algo diferente con él. Me gusta contemplarlo, admirar cada parte de su hermoso cuerpo y eso lo incluye su parte íntima. Todo en él era perfecto, es cómo un hermoso arte al cuál debes admirar, cuidar y proteger.

Me agaché y lo hice. Deslicé el preservativo a lo largo de su longitud bajo la atenta mirada de Michael. Él gimió ante el roce de mis dedos. Cuándo terminé me levanté y lo miré. Michael lamió sus labios.

Me acosté y él se puso encima mío, sus manos recorren cada esquina de mi cuerpo contemplando cada parte de él. Tocó mi cuello, luego mis pechos y por último mi abdomen pero fué ahí que él se detuvo, en la parte baja de mi abdomen. Observa cada detalle de mi cuerpo y decide bajar un poco más hasta llegar a mi interior, me puse nerviosa cuándo sus dedos rozan mi clitoris haciendo qué suelte un delicado gemido, mete sus dedos dentro de mi. Hice una mueca entre de dolor y de placer. Se acercó a mis pechos y mientras que movía sus dedos, decidió torturar mis pechos con locura, al sentir su lengua y luego sus dientes en mi piel un delicado gemido abandona en mis labios y pasé mis manos por su pelo. Sentí como sacaba sus dedos, pero no del todo y empezó a darme placer.

- Michael.. - mordí mi labio.

Michael volvió a mis labios ahogando los gemidos qué venían con el orgasmo. Era la primera vez qué hacía esto y se sintió demasiado bien. Michael me dejó recuperarme un poco.

- Quiero qué te pongas en cuatro chica. - pidió.

Me tumbe sobre la cama poniéndome la posición qué quería y se puso el preservativo bien. Sentí sus manos sobre mis caderas y la punta de su miembro toco mí entrada.

- Muévete. - susurró.

Mordí mi labio mientras empezaba a mover mis caderas con la ayuda de Michael. Eché mi pelo hacía un lado y él pasó sus manos por mi espalda deslizandolas de arriba y abajo cariñosamente. Empecé con movimientos suaves y lentos, empujando mis caderas hacía adelante y atrás. Acomodé mi torso en la cama sin dejar de moverme, la longitud de su miembro me llena todo de mí y realmente se sentía demasiado bueno. Sus manos me aprietan haciendo qué mis gemidos se escuchen pesados. Su cuerpo se incorporó encima de mi espalda y me besó.