Bad Girl

Capitulo 82

Capitulo 82

Alexandra 

Nos encontrábamos tumbados en el sillón con Michael mirando una película romántica, la famosa de Titanic. Disgustabamos palomitas de maíz abrazados, era un momento especial, mientras qué mi hijo dormía en su cuna. Él sonido de mi teléfono nos interrumpió. Me separé de él y lo saqué de mi bolsillo de los pantalones, era una llamada de mi mamá. Sonreí frunciendo él ceño ya qué se me hizo un poco extraño qué su llamada.

- Ahora vuelvo amor, tengo una llamada de mi madre. - me levanté de mi asiento.

Michael estaba tan entretenido en la película qué sólo asintió.

Llegué a nuestra habitación para tener un poco de privacidad con mi madre. Acaricié mi vientre mientras contestaba la llamada con una sonrisa.

- Hola mamá.

- Tú madre la esta pasando muy bien conmigo perra. - al escuchar una voz masculina al otro lado de la línea mi sonrisa se desvaneció poco a poco.

- ¿Quién habla? - trague sáliva pensando en lo peor.

- Soy tú dueño, tú peor pesadilla Alex. - me puse en alerta.

- Eres tú maldito.. - masculle. - ¿En dónde está mi madre?

- Oh ella y yo la estamos pasando muy bien, no te preocupes.

- Eres un maldito.. no debiste meterte con ella.

-  Ahora entiendo porqué eres tan buena en la cama, lo sacaste de tu madre. - dejé de respirar.

- ¿Qué le hiciste a mí mamá? - susurré con temor.

- Digamos qué.. - suspira. - Después de hacer mía repetidas veces a la hija ahora era el turno de la madre.

- ¿¿Violaste a mí madre?? - le subí la voz.

- Uy no, eso suena feo, la hice mía que es diferente.

- No puedo creerlo, no puede ser.. - comencé a llorar. - Eres un maldito enfermo.

- Si quieres que tú madre viva, necesito que vengas a verme pero sola Alex. Te estaré vigilando porqué te juro qué si haces una estupidez sigo con tu hijo. - me amenaza.

- Tú qué te le acercas a mí hijo soy capaz de..

- Te llamaré más tarde para darte la dirección Alex.. - no me deja hablar. - Mientras seguiré disfrutando de tú madre. - rio con malicia.

- No por favor no le hagas daño a mi madre.. - suplique pero él ya había cortado la llamada.

Dejé caer él teléfono en mis manos, caí de rodillas llorando y temblando, sin importarme que ponía en riesgo a mi hijo. Solté un gritó de dolor con todas mis fuerzas, sentí qué mi respiración se desvanecía poco a poco cayendome de un lado del suelo.

Michael

Un grito de Alexandra hizo que dejará caer las palomitas de maíz al suelo. Subí las gradas corriendo casi cayéndome. Abrí la puerta de la habitación y mi corazón se encogió al ver a mi esposa tirada en el suelo. Corrí rápidamente hacía ella tirándome al suelo y la cogí llevandola en mis brazos, le daba pequeños golpes en su rostro para qué reaccionara y no había señal de ella, comenzó asustarme.