Bad Girl

Capítulo 103

Capítulo 5

Michael

Mi madre me recibió con los brazos muy abiertos, Alexandra estaba a mi lado. Al final ella me convenció qué vendría conmigo para hablar con joseph. Ella tenía miedo qué los dos pudiéramos llegar a los golpes. Mi madre abrazó a mi esposa aspirando su aroma, amaba a mi mujer y eso me gustaba.

- Qué alegría tenerlos por aquí, ¿a qué se debe de su visita?

- Vengo hablar con Joseph.

- Oh hijo, él tuvo qué salir, ya no tarda en regresar ¿les sirvo un café? - nos ofrece.

- Por favor. - respondimos ambos.

Pasamos a la mesa y mi madre le llamó la atención un sobre qué cargaba en mi mano.

Y ¿ese sobre hijo? ¿qué contiene? - bebió un poco de su bebida no sin antes soplarlo un poco.

- Son para Joseph mamá. - respondí seco.

- Oh - fué lo único qué salió de sus labios.

- Y... ¿cómo te encuentras Katherine?

- Excelente hija, extrañando un poco a mis nietos. - sonó triste.

- Amm.. yo puedo llevarte con ellos si tú quieres. - la miré estúpidamente dejando escapar un suspiro.

- Oh hija, eres muy amable, te lo agradecería muchísimo, me cuesta mucho caminar ahora.

- Entiendo.. no te preocupes, qué yo puedo llevarte y traerte las veces qué tú quieras.

- Gracias nena. Gracias por querer hacer esto por mi madre.

- No me lo agradezcas, lo hago porqué mis hijos extrañan a su abuelita. - sonrió.

Entrelace mis dedos con los suyos y besé su mano sin quitarle la mirada de encima.

- Ya estoy en casa Katherine. - escuché a joseph de lejos.

- Esta bien joseph, tenemos visitas. - gritó lo suficiente para qué joseph pueda escucharle.

- ¿Asi? ¿de quién se trata? - escuché más cerca sus pasos y lo miré entrando por aquella puerta pequeña, suficiente espacio para que él pudiera entrar y salir de allí. - Qué agradable visitas. - sonó sarcástico.

- Lo mismo digo joseph, me alegra verte. - soné igual qué él.

- Si, claro y vienes pero con esa mujer. Ve al grano ¿qué hacen aquí?, ella no es bienvenida a está casa. - sonó rudo.

- Ella es mi mujer te guste o no joseph es parte de la familia. - le hablé lo más tranquilo posible. Lo hacía por mi mujer y mi madre.

- Michael, no voy a discutir contigo, jamás voy aceptar a esa mujer. ¿Qué? ¿vienes a chillar? ¿a reclamarme porqué hace días la golpé?

- ¿Qué? - mi madre soltó angustiada.

- ¿Acaso no te lo dijo? hace días atrás Joseph se atrevió a ponerle una mano encima a mi mujer. - le conté a mi madre sin quitarle la mirada de encima a Joseph al igual que él lo hacía conmigo.