Capitulo 91

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Capítulo 91

Esta mañana desperté con una horrible sensación. Estaba muy inquieta y fatigada, era cómo se aproximara una noticia mala. Me sobresalte en cuánto escuche el timbre de mi teléfono. Cuando vi la pantalla era el número de Sam, eso me hizo ponerme nerviosa.

- Hola Sam. - escuché un suspiro de su parte. - ¿Todo bien?

- No Alexandra, tengo que darte malas noticias. - me puse de pie. Cómo imaginé no iba ser bueno.

- ¿Qué ocurre?

- Es ese maldito.. - dice con odio. - Escapó Alexandra, ese maldito se escapó de la cárcel.

Tuve qué sentarme en cuanto escuche la noticia. Un mareo repentino me vino a la cabeza y unas horribles náuseas. Cuando creí qué mi pesadilla había terminado y enterrado había vuelto otra vez para atormentarme.

- Dime qué estas jugando conmigo Sam. - estaba apunto de llorar.

- No Alexandra, ojalá fuera una broma pero no. Ese tipo anda suelto y buscará venganza.

Y yo era la primera en la lista.

- Sam, tengo mucho miedo. - confesé, estaba aterrada.

- No, no linda no tienes porqué temer estoy aquí para protegerte. No dejaré qué nada malo te suceda. Nada malo te ocurrirá mientras yo exista ¿vale? - asentí. - No dejes de llamarme si algo ocurre yo vendré en tu auxilio preciosa.

- Gracias Sam. - ya estaba llorando. - Cuidate tú también.

- No te preocupes por mí, estaré bien. Mantenme al tanto. Te quiero chaparra. - sonreí entre lágrimas.

- También te quiero.

Corte la llamada y deje ir mis gemidos de dolor. Nunca iba ser feliz, nunca estaré tranquila. Él vendrá por mi, estoy segura de eso. 

- ¿Quién? - pregunté en cuanto escuché algunos golpes en la puerta.

- Señora soy yo, Rosa.

- Adelante esta abierto. - seque mis lágrimas con un pañuelo.

- Sólo vengo a informarle qué tiene una llamada. Al parecer es muy importante.

- ¿Quién es?

- Su nombre es Jacob.

¿Es qué acaso no era mi día? Mi estómago se me revolvió en cuanto escuché ese nombre. ¿Será posible qué ande suelto? Ahora tengo dos enemigos libres en la calle y buscarán venganza contra mí. Maravilloso.

- Tomaré aquí la llamada. - le indique a Rosa y ella asintió. Tomé el teléfono y conteste insegura. - ¿Bueno?

- Hola Alexandra, cuanto tiempo. - inhale un poco de aire. Espere su amenaza.

- ¿Qué haces llamándome? ¿Cómo saliste de prisión? - solté de golpe. Quería ser directa.

- Oh bueno, realmente eran más años de condena, pero... fuí uno de esos prisionero que tuvo buena conducta y... Me dejarón libre antes de tiempo. - eso explica todo.

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