Capitulo 23

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Capítulo 23

Alexandra

Comencé abrir los ojos lentamente y sentí una mano se apoderababa de la mía. Sentí un fuerte dolor en todo mi cuerpo pero en especial mi abdomen y mi cabeza. Sentí como mi cuerpo ardía cómo si estuviera en llamas. Giré mi cabeza con dificultad al otro extremo y mi madre estaba al lado mío sollozando al verme.

- Mi amor, volviste.. Es un milagro. - ella miró hacia arriba con varias lágrimas en los ojos. - Gracias Dios mío, gracias por dármela de vuelta. - volvió su mirada hacía mi.

- ¿Q..Que m..me pa..pasó? - pregunté con dificultad ya qué mi cuerpo impedía que hablará por el dolor que impregnada en el.

- Mi amor por favor. No te agites, éstas muy débil.

- Por favor señorita. - dijo una enfermera inyectado algo en él suero. - No debe agitarse demasiado. - sonrió. - Bienvenida a la vida Alexandra.

Mi rostro se giró al otro extremo dándome cuenta qué Michael estaba durmiendo en un sillón en forma fetal.

- ¿Michael?

- Michael no se ha movido para nada hija desde qué se entero de lo qué te pasó, está muy agotado. No ha dormido nada. - mamá suspira. - Él... se volvió loco Alexandra, cuándo se enteró qué estabas muerta perdió el control.

- ¿Muerta? - pregunté confundida.

- Si mi amor, estabas muerta.. Los médicos te declararon muerta..

- Trate de no hablar mucho señorita Mendoza, debe descansar. - dijo la enfermera con una sonrisa en su rostro. - Regresaré más tarde para ver cómo sigue. - ella salió de la habitación.

- Trata de descansar hija. - dijo mi madre secándose sus lágrimas.

- Qui.. Quiero sab.. saber que pa..pasó mamá.

- Pero hija.

- Por favor.. - pude levantar un poco la voz.

- Esta bien cariño. - suspira. - Te trajeron en el hospital ya muerta, los médicos intentaron salvarte pero era imposible. Él médico que te atendía nos dió la noticia de qué estabas muerta. Michael se enteró por las noticias porqué tú padre puso una denuncia. Me llamó y tuve qué decirle lo qué estaba ocurriendo. Estuvo al pendiente de ti incluso quiso ir a buscarte pero era muy peligroso. Cuándo nos dieron la noticia de qué te encontraron, le avisé a Michael y venimos aquí rápidamente. Entraste y cuándo te vimos completamente ensangrentada, casi me muero ahí Alexandra. Michael empezó a llorar cómo una magdalena preguntando sobre tu estado pero no había respuestas.. Luego de unos largos minutos salieron a decirnos de que estabas muerta y yo me desmorone al igual qué Michael, jamás en mi vida lo había visto así sufrir de esa manera por alguien estaba desconsolado, todos tratamos de tranquilizarlo pero él lo único que quería era morir. Yo junto con él. Llegué a despedirme de ti y agarré tú mano. - aumentó sus lágrimas. - Aún te sentí caliente, tus labios comenzaban a ponerse morados, fué horrible verte así, entre en pánico. Le rogué a Dios que te diera una segunda oportunidad y te dije de que regresaras, qué lo hicieras por Michael porque él quería matarse. Cuándo de repente apretaste mi mano yo me asuste y volví a entrar en pánico, salí corriendo a buscar ayuda, le dije al médico sobre lo qué pasó y él dijo que aveces solía suceder después de muerto ya qué sólo eran reflejos nada más, pero le insistí y el accedió. Te reviso y te sintió pulso. Es por eso que éstas aquí viva de milagro.

No pude digerir ninguna sola palabra, solo cerré los ojos sintiéndome cansada.

"Respiré con dificultad después de la tremenda golpiza qué me dió el diablo. Me dolía la cabeza, me dolía las cosillas y mi corazón no ha dejado de palpitar tan fuerte. Al tocer escupía sangre, no podía moverme y mi cuerpo estaba temblando de tanto dolor acumulado.

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