Capítulo 144

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Capítulo 46

Alexandra y Michael


Pasé mis manos en mi cabello mojado haciéndolo hacía atrás, me senté en la orilla de la alberca mientras recuperaba un poco el aire. Era un día muy hermoso, hace demasiado calor así qué había decidido mojarme un poco para refrescar mi cuerpo.

Anoche en el convivió todo salió espectacular, hubo risas, carcajadas, chistes y otros terminaron bastante ebrios entre ellas mis mejores amigas. Verlas queriendo bailar con Michael fue lo más gracioso de la noche. Lo sacaron a bailar pero Michael no quería pero al final no tuvo remedio que aceptar, bailó con Grace y con Lindsay mientras qué los demás no paraban de aplaudir en forma de juego. Fue divertido ver a Michael avergonzado y tímido.

En estas últimas semanas no he dejado de pensar en darle otro hijo a Michael, gracias a mis terapias me han hecho entender de qué yo no tenía la culpa de la muerte de mi hija, y de mis otros hijos qué alguna vez pensé qué los había matado pero fue por causas naturales. Lo he estado pensando mucho y quiero tener otro hijo con él.

Michael

- Bien, mantenme informado siempre, no quiero qué ella se entere ¿Vale? - escuché lo qué me dice. - Agradezco por lo qué haces, espero tú llamada pronto, cuídate.

Corte la llamada y solté un pequeño suspiro. Todo estaba saliendo cómo quería qué resultarán las cosas, le estoy siguiendo la pista a ese imbécil, estoy apunto de tenerlo en la mira, no sé qué pasará cuándo lo tenga enfrente.

Salí de mi despacho cansado y me saqué el saco, algo o más bien alguien llama mi atención. Era mi preciosa nena qué estaba en la alberca, tiré una sonrisa y decidí ir con ella, quería tomarla de sorpresa. En cuanto más me acercaba me fije cómo estaba vestida, lleva puesto un traje de baño azul del qué le regalé hacía un tiempo atrás, ella luce espectacular, perfecta. Quité mis zapatos, me senté en silencio, ella se asustó cuándo sintió mis brazos en cuándo la rode.

- ¿Te asusté? - besé su mejilla.


- Un poco Michael. - me dice tierna.

- ¿En qué estabas pensando tanto nena? Te noto muy distraída.

- En muchas cosas Michael.. - suspira.  - En ti, en mis hijos, en el convivió del día de ayer.

- Oh rayos mo me recuerdes de ese convivió por favor.

- ¿Porqué no amor? - dice entre risitas. - Fué divertido verte bailar con las chicas.

- Fué un desastre.

- Claro qué no.

- Claro qué sí amor. - afirme. Hice fuerza con mis brazos sin lastimarla. - Te amo lo sabes.

- Yo te amo más bebé.

- Claro qué no, créeme qué yo te amo mucho más chica.

Ella soltó una risita luego ya no nos dijimos nada, un silencio apareció entre ambos. Sólo disfrutando del uno con el otro, le susurro en el oído lo hermosa qué luce y cuánto la amaba, ella se mueve nerviosa. Sonreí y besé su mejilla.

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