Bad Girl

Capitulo 92

Capítulo 92

Abrí con pesadez mis ojos. Lo primero que ví fué a mi hermoso esposo durmiendo a mi lado. Él estába boca abajo con su cabello ahora totalmente lacio, una parte de su hermoso cabello acaricia un poco su perfecto rostro. La diminuta sábana cubría una parte de su cuerpo. Su espalda y la parte baja estában totalmente descubierta. Un pequeño aíre rozó mi cuerpo y un escalofrío apareció. Me di cuenta que mis pechos estaban al aíre, una sonrisa apareció en mis labios al ver sus marcas y chupones que tenía en ellos. Tomé la sábana para cubrirme, acomodé mi cabeza en mi mano y con la otra rocé con el dedo en su espalda. Anoche hicimos el amor increíble y quizá era mi última noche con el, ya no volvería a sentirlo más.

Me acerqué un poco dejando mis besos mojados en su espalda, hizó un ruido raro que aguanté mis ganas de reír.

- Mami, mami. - me di un susto al ver a mis pequeños correr adentrando a la habitación. 

Mo me gusta cuándo mis hijos entren a la habitación sin tocar, le he repetido cientos de veces a la niñera que no entren sin tocar y precisamente en este momento no estábamos dispuestos.

- Shh no griten. - murmure y me senté.

Tuve qué cubrir perfectamente bien mis pechos y mis piernas.

- Les he repetido muchas veces que no entren sin tocar.

- Lo siento mami. - dijeron ambos al mismo tiempo en voz baja.

Grace apareció en la puerta y la miré con instinto asesino. Ella sabe a lo que me refería.

- Vengan niños, vamos a desayunar. - luce avergonzada.

- Que no vuelva a ocurrir Grace. - soné dura.

- Si señora Jackson lo lamento mucho. Que vergüenza. Vengan vamos.

- ¿Bajarás a desayunar mami? - preguntó mi pequeño antes de salir.

- Si mi amor, no hagan mucho ruido. Papá está descansando ya qué tuvo un día muy agitado. Vayan a desayunar - asintieron. - ¿Ya se lavaron los dientes? - les pregunté mirando a ambos.

Mis hijos se miraron entre ellos y bajaron sus pequeñas miradas.

- Okey, eso quiere decir que no, cepillen sus dientes y luego van a desayunar ¿vale?

- Si mami. 

- Bien, corran. - les sonreí.

- Te amo mami. - dijeron mis hijos y se acercaron hacía mi para darme un beso y salieron corriendo.

Solté un suspiro mirando a Michael de nuevo, él seguia en un profundo sueño ni siquiera se ha percatado lo qué ocurría a su alrededor. Michael ha tenido días demasiados agotadores y hoy era por fin su día de descansado. Amaba verlo dormir, luce tan tranquilo. Es un hermoso dios griego.

- Maldita estúpida sal de ahí. - escuché un hombre gritar con ira.

Fruncí el ceño al escuchar esas palabras. Quizá fueron unos tipos pasar por ahí e iban discutiendo. Me quedé en silencio en espera si volvía a escuchar esa voz.

- ¡¡Alexandra!! - escuché mi nombre. - Se qué estas ahí maldita estúpida y si no sales en cinco minutos te juro qué voy a matar a este estúpido.