Capítulo 59

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Capítulo 59

Pasaron algunos meses y debo decir qué he recuperado mi peso, fue gracia a mi esposa, tenía más energía, más fuerza, mi masa muscular había aumentado y mi garganta había mejorado, todo se lo debía a ella. 

Estaba en la habitación del hotel mirándome en él espejo arreglando mi cabello dejándolo en una coleta. Alexandra entró con una gran sonrisa, eso hizo que también sonriera, su barriga se hace notar un poco más, luce más hermosa. Se sentó en la orilla de la cama mirándome de arriba y abajo mordisqueado sus labios, ella se dió cuenta de qué la estaba mirando así qué la bajó.

- ¿Todo bien? - le alcé una ceja.

- Sí. - asintió y me miró de nuevo.

Se vuelve morder sus labios sin dejar de mirarme, eso empezaba a intimidarme un poco.

- ¿Porqué me miras así?

- Te vez muy bien hoy doo doo. - ella se pone de pie y posa sus manos sobre mis brazos descubiertos.

- Gracias chica. - sonreí un poco avergonzado.

- Tú cuerpo luce más tonificado, ¿haz estado haciendo ejercicio? - ella comienza a besarme los brazos y la miré una forma graciosa en él espejo. - Me encanta tus brazos, tu abdomen, tus piernas, todo tú. Te ves tan sexy hoy. 

- Con el baile me ejercito chica.

- Pues te ha sentado muy bien los ejercicios.. - me besa la espalda colocando sus manos en mi pecho.

Me alejé de ella ya qué empezaba a incomodarme un poco. Alexandra jamás había actuado así, nunca había tenido esa actitud tan extraña. Me hace sentir avergonzado.

- ¿Estás bien Alexandra?

- ¡Eh! ¿porqué me lo preguntas? ¿Acaso no puedo decirle a mi esposo qué luce demasiado sexy él día de hoy? - pregunta molesta y me mira ofendida.

- Pero me intimidas. - le confesé sonrojándome un poco

- ¿Te intimidó? ¡Oh! No bebé, no quiero hacer eso, perdóname. - había culpabilidad en sus ojos.

Ella se sentó de nuevo en la cama con una mirada triste, suspiré y volví a lo mío.

- ¿Michael?

- ¿Mmmm?

- ¿Te gustaré cuándo éste gorda? - susurra y me giré ante su pregunta tan tonta.

- Nena, qué pregunta tan tonta.

- Sólo quiero saber si te seguiré gustando.

- Alexandra.. - me agaché para estar a su altura. - Tú siempre me gustarás, no me importa cómo luzcas, aparte llevarás a mi hijo dentro, estarás igual de hermosa. - ella me dió una sonrisa. 

Le sonreí de vuelta. Subí un poco su blusa y besé su vientre.

- Los amo a los dos, no quiero qué vuelvas a dudar ¿vale?

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