Capitulo 35

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Capítulo 35 

Jacob

Conducía mi auto a toda velocidad pensando en ella sintiendo una enorme presión horrible en el pecho. Mis lágrimas siguen saliendo y no tenían intención en detenerse, no sé cuánto tiempo llevaba así, las quité con rabia con los puños cerrados y luego apreté con odio el timón.

Odio a ese hijo de puta, lo odio con todas mis fuerzas, estuve apunto de golpearlo pero Alexandra intervino, ella no me dejó romperle la cara. Yo me enamoré de la persona equivocada, desde la primera vez qué la vi me enamoré completamente de ella, aún recuerdo cómo si hubiera sido ayer de cómo se veía de hermosa, se miraba tan dulce, tan frágil, tan linda. Yo sabía qué ella estaba saliendo con alguien pero en ese momento realmente no me importó, sabía el lado oscuro de su pasado, sabía de los problemas del cuál ella estuvo metida, y ver ese cambio qué produjo en ella realmente me dejó sin palabras.

"Reía a carcajadas con mis amigos, la estaba pasando bien, molestando y echándole piropos a cada chica qué mirábamos pasar hasta qué unos  minutos notamos a un grupo de gente gritar y saltar de felicidad. Mis amigos se preguntaron lo qué estaba ocurriendo así qué yo me acerqué para ver si obtenía algo.

Pude escabullirme entre la gente, la razón de ese escándalo era por una chica qué apenas podía caminar junto con sus guardaespaldas, la estaban aplastando y note el miedo en sus ojos.

Ella vestía un pantalón vaquero casual de cintura alta, lo combinó con una blusa corta blanca de manga larga, botas altas qué le llegan arriba de sus rodillas, cabello extremadamente largo qué le llega debajo de su cintura, su color de cabello era negro, su maquillaje era natural, solo tenía colorete en sus mejillas. Esa chica era realmente muy hermosa, su rostro y su cuerpo fue tallada por los mismos dioses. De pronto reaccioné cuándo varios chicos empezaron a empujarme para tratar de acercarse a ella, la chica se notaba muy aterrada ya qué se aferró a uno de sus guardaespaldas. Cómo pude fui hasta adelante para tratar de detener este casos.

- ¡HEY! - grité tan fuerte que sentí qué me dolió la garganta.

Todos me miran incluido ella.

- Por favor calmensé muchachos, lastiman a la señorita. Les voy a pedir qué respeten su espacio, déjenla respirar y háganse un lado. - les pedí a mis compañeros.

Tuve suerte qué ellos me obedecieran, sentí qué alguien me estaba mirando y al girar mi cabeza hacía atrás era ella mirándome, me sonríe y eso me hipnotizó, le devolví la sonrisa. Ella empieza a caminar cuándo todos le dieron su espacio, no pude quitarle la mirada, verla de la forma de cómo mueve sus caderas y su pelo se mueve con ella con cada paso qué da, hace qué suspire estúpidamente por ella.

Me perdí en su presencia y empiezo a creer en el amor a primera vista, necesito saber su nombre, quién es ella y de dónde viene. Tomé mi mochila en cuánto escuché el timbre sonar de la campana de entrada así qué caminé hacía mi clase.

Fui uno de los primeros en llegar al aula y para mi sorpresa ella estaba ahí, no podía creerlo, esa niña iba ser mi compañera de clase. Sus guardaespaldas estaban cerca de ella por si ella los llegara a necesitar, saca los cuadernos y libros qué utilizaría, deja la mochila en el suelo y se incorpora de nuevo en su lugar, se arregla su cabello y levantó su vista hacía mí, ahí me di cuenta el color de sus ojos, eran marrones, me sonríe de nuevo al momento qué iba a devolvérsela ella volteo su mirada hacía al pizarrón.

Me dediqué a buscar un asiento vacío pero para mí mala suerte había uno hasta al fondo, no tenía otra opción qué tomar ese asiento y tenía qué pasar en dónde ella estaba, la miré mientras pasaba pero ella me ignora por completo. Me senté decepcionado dejando mi mochila a un lado, me acomodé en el asiento para observarla mejor, ella sintió qué alguien la estaba observando ya qué se movío incómoda en el asiento, algunos compañeros empiezan acercarse a ella para pedirles fotografías y autógrafos, todos querían ser sus amigos. Sus guardaespaldas se encontraban afuera del aula pero cada vez qué se fijaban que alguien se le acercaba ellos inmediatamente entraban.

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