Capitulo 39

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Capítulo 39

Un fuerte ruido me hizo despertar, Michael peinaba su preciosa cabellera larga cogiendo todo su cabello en una sola coleta, apoyé mis brazos en la cama para levantarme un poco, a través del espejo él me miró y una linda sonrisa sobre sus labios se dibujo.

- ¿Te he despertado? - preguntó con inocencia y asentí.

- ¿Qué hacés despierto a ésta hora? - mire él reloj qué está al lado del mueble pequeño.

- Debo hacer un pequeño viaje con Sandy, iremos a los Hamptons, espero regresar mañana. - asentí.

Después de agarrar su cabello dejando unos mechones sueltos, él se puso su famoso sombrero.

- Te voy a echar de menos Michael.. - hice un puchero.

Él volvió a sonreírme en el espejo y luego se giro hacia mí, se sentó en la cama para tomar mis manos.

- Yo también te voy a echar de menos nena, no será por mucho tiempo ¿vale? - asentí. - Y ¿que piensas hacer este fin de semana sin mi? - pregunta curioso.

- No lo sé quizá vaya a visitar a mi amiga Nicole. - le mentí ya qué hoy era ese dichoso día de campo del cuál Jacob me había invitado.

- ¿Pasarás él fin de semana con ella? -  asentí nerviosa y Michael frunció su ceño. -  ¿No me estas mintiendo? 

- No, no amor.. - fingí una sonrisa. 

- Okay.. - dice no muy convencido.

Michael se despidió de mi con un beso largo y luego se alejó de mi con una corta sonrisa y salió de la habitación, no me sentía capaz de decirle la verdad, ¿cómo iba a decirle qué pasaría mi fin de semana con Jacob? Hice bien que guardara el secreto yo sé qué el no me hubiera dejado ir y se hubiera molestado, además no voy hacer nada malo con él sólo será un fin de semana entre amigos.

Me levanté y me fui a duchar, me vestí con una ropa casual unos pants y una blusa holgada. Salí de la habitación cuándo estaba lista y lo primero que hice fue preguntar por Michael para asegurarme de qué ya no estaba. Salí de casa y me encontré con mis guardaespaldas de siempre preguntándome a dónde iba. Les pedí qué me dejaran en mí casa ya que no pasaría mi fin de semana en Neverland, decidí darles él día libre. Me monté en mi auto qué tengo abandonado y tomé él camino hacía la casa de Jacob.

Llamé al timbre y Jacob abrió la puerta, él sonrió y me rodea en sus brazos, no le correspondí bien el abrazo, me solté de él y lo miré.

- Bueno, vamos.. - suspire de mala gana.

- No podemos irnos todavía.

- ¿Porqué? - pregunte confundida.

- Es qué hubo un pequeño cambio de planes la reunión será en la cabaña de mi padre. Si quieres dejas tú auto parqueado aquí.

- ¿Y cómo nos vamos a ir? - arque una de mis cejas.

- Ven. - jacob tomó mi mano pero me solté, él suspira. - ¿Te gusta? - me enseña su motocicleta la mire y luego lo miré a él esperando una respuesta. - Nos iremos en mi motocicleta.

- ¿Estás bromeando? - lo mire graciosa.

- No, ¿hay algún problema con eso?

- Jacob quiero evitar llamar la atención, no quiero qué me vean montada en esa moto y contigo. - negué molesta.

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