Capitulo 128

430 31 3
                                    

Capítulo 30

- Tendrás qué quedarte Mendoza.

- ¿Porqué? Yo debo ir con ustedes. - le dije molesta.

- Mendoza.. es peligroso entiende. Tú no te preocupes, lo traeremos aquí para qué tú puedas aniquilarlo. - me dice tomando su arma.

- No Sam, yo tengo qué ir, yo quiero verlo con mis propios ojos cuándo agarren a ese hijo de puta.

- Mendoza te repito, esto es peligroso y puedes correr peligro.

- Sam.. yo arriesgue mi vida en muchas ocasiones, esto no es nuevo para mí.

- Si recuerdas qué es un club nocturno Mendoza.. No se permiten mujeres, tú crees ¿qué en ese lugar hay espectáculos familiares? ¿las mujeres bailan ballet? - dice sarcástico.

- Ya lo sé pero.. quiero qué tú me entiendas y me comprendas. Yo necesito estár allí por favor. - le dije molesta.

- No te dejarán pasar a menos qué.. - por un momento había dejado de hablar.

- ¿A menos qué... qué Sam? - alcé una sola ceja.

- A menos qué.. seas.. ya sabes. - se encogió de hombros.

- ¿Tu esposa? - pregunté confundida.

- No Mendoza. - me enseñó su anillo.  - Soy casado.

- Entonces ¿qué sugieres?

- ¿Estas segura qué quieres ir Mendoza?

- Completamente.

- Bien.. te recomiendo qué te hagas pasar por mi amante, sólo así te dejarán entrar ¿de acuerdo?

- De acuerdo, vamos. - seguí mi camino hasta qué Sam me paro en seco.

- ¿A dónde vas?

- Hacía afuera ¿no? Es hora de irnos. - él soltó una carcajada.

- Mendoza.. no pensarás irte así - miré mi ropa. - Tendrás qué cambiarte a menos qué quieras qué te reconozcan - sonreí nerviosa. - Mi esposa se encargará de arreglarte, ella te dará un vestido suyo, sube a su habitación ella sabe a lo qué vienes. - asentí junto con una sonrisa.

- Sam - me miró antes de salir. - Gracias. - él se acercó a mi y tomó mi rostro, eso me puso un poco nerviosa.

- Linda.. no me lo agradezcas qué para eso soy tu hermano. Ese tipo me debe una plata y es momento qué la pague ¿no crees? - sonreí. - Sube.. ella se encargará de ti. - asentí y él pasó su dedo en mis labios. Aveces Sam me confunde. Dice qué me quiere cómo una hermana pero por su forma de mirarme y acariciarme me pone en duda.

Sin más qué decir subí a la habitación dónde Sam me indicó, una hermosa chica me recibe entre abrazos a su habitación cómo si me conociera de años, le correspondo de igual manera juntó con una sonrisa. Al separarme de ella me guió hasta su cama dónde posaban algunos vestidos muy llamativos para la noche.

- Es un gusto conocerte Alexandra, mi querido Sam me había hablado sobre ti hace un tiempo haciéndose preguntar qué había sido de ti. - la escuché amable.

Bad Girl Donde viven las historias. Descúbrelo ahora