Dan's Girl {#BieberAwards}

51.Más de una sorpresa

 Me despierto sin tener la menor idea de donde me encuentro, aturdida miro alrededor tratando de reconocer algo, para que así me diera por lo menos una pequeña pista.

—Tranquila, Meggy. —escucho la voz de Justin, susurrando en mi oído. —Te quedaste dormida en mi auto, te estoy llevando a tu habitación.

Asiento con la cabeza, y de una manera u otra su voz es relajante y me siento segura. Mis ojos luchan por volverse a cerrar, así que dejo de batallar contra ellos y los vuelvo a cerrar.

Sigo consciente cuando me deposita en mi cama, me quita mis zapatillas dejándome solo con mis medias. No iba a ser la primera vez que no dormía con mi pijama así que estaba bien con eso. Puedo sentir como quita el cubrecama de mi cama, me acuesta dentro, y me cubre con él.

—Siempre me ha gustado como hueles. —digo en un murmuro.

Puedo escuchar su risa.

Cuando creo que ya se ha ido, escucho su voz nuevamente, o eso es lo que parece.

—Buenas noches, Meggy. —susurra. —Vas a volver a ser mía, lo prometo.

Siento un beso en mi frente, y caigo perdida en mi propio sueño.

{…}

— ¡Estoy tan feliz de volver a verte, te he extrañado!—dice Adam a penas me ve, envolviéndome con sus brazos en un muy fuerte abrazo.

—Te he extrañado también. —le confieso.

—Eh…bueno, te presento a George Reynold.—me dice, señalando a un hombre de mediana edad, que está vestido con unos pantalones jeans que pueden pasar teniendo la apariencia de ser de vestir, con una camisa a cuadros azules.—Él es mi productor.

—Un placer conocerlo. —le digo, estrechando mi mano con la de él.

—Igualmente, es muy agradable conocer al final a la famosa Megan Kanter. —dice él, sonriéndome.

Los tres nos reímos, mientras salimos del aeropuerto. Ya afuera de este un auto los estaba esperando, y no cualquier auto. Un Lexus LFA en todo su esplendor. Sabía que auto era porque los chicos realmente eran fanáticos de los autos, y ellos me habían dado una clase, una vez, de los autos que definitivamente tenía que recordar. Por supuesto, cuando Adam dijo que alquilaría un auto jamás pensé que se refería a esto.

— ¿Vienes con nosotros?—me pregunta Adam, mientras abre con la llave la maletera del auto.

—No. —le digo. —Aunque desearía hacerlo, pero he venido con mi papá. Debe haberse quedado ya dormido en el auto, probablemente.

Adam se ríe, mientras George entra en el asiento del copiloto.

—Entonces…dejaré a George en su hotel, y lo iré a tu casa, ¿está bien?—me pregunta.