Justin
Megan mira incomoda por la ventana de mi auto, como si esa fuese su única forma de escape para evitar hablar conmigo. En el momento en que entro en mi auto, este se inundó de su perfume. Una mezcla de vainilla con fresa, totalmente delicioso. No sabía desde hace cuánto, pero ese se había vuelto mi olor favorito.
“Vamos, Ash, mueve tu trasero, despídete de tu chica y vámonos.”
Las palabras que había gritado el amigo de Megan en el estadio hace unos momentos, seguían dando vueltas en mi cabeza.
Su chica.
Ya no mía, sabía que había perdido ese derecho cuando terminé con ella en Los Ángeles, cuando la hice llorar, cuando la lastimé de esa forma.
Y ahora nos encontrábamos ambos tratando de establecer una amistad en nosotros sabiendo que sería imposible. Y no es por ser pesimista, pero es que siento que va a ser así, porque estoy completamente seguro que jamás podré olvidar lo que sentí por ella. Lo que siento aún por ella. Realmente fui un idiota al permitirla ir, pero no la iba a lastimar tampoco. Así que a veces tienes que dejar de ser egoísta, si quieres proteger el corazón de alguien más y no solo el tuyo.
Aún me sentía culpable por haberme escabullido en los camerinos antes de que Megan regresara al juego. Había bajado al sótano para preguntarle si realmente se encontraba bien para volver al juego. Quería estar para ella. Pero me había confundido tanto, porque ahora había una nueva persona queriendo ocupar mi lugar.
Y realmente no lo culpaba, Megan es el tipo de chica que todo chico desearía tener a su lado.
Pero eso no significaba que no pudiera odiarlo, porque demonios si no lo hacía. Lo detestaba, lo detestaba solo por el hecho de que él podía ir de lo más normal a donde ella y decir cualquier cosa y hacerla reír, haciéndola feliz. Cuando yo, en estos momentos, la estaba haciendo sentir como la persona más incómoda del mundo.
Probablemente era envidia. Eso era lo más segura. Una envidia que no sabía cómo maldita sea manejarla, porque cuando estaba en los camerinos, escuchando la conversación que estaban teniendo escondido detrás de los casilleros, tenía los puños tan apretados, listos para golpear a alguien y desahogarme. Pero me aguanté, y después…hablé con ella. Vi lo feliz que estaba, la sonrisa que él había podido dejar en el rostro de ella.
Y no pude evitar sentirme culpable.
Porque ella merecía ser feliz, y él parecía ser la persona que la estaba haciendo feliz en estos momentos.
—Así que Adam viene mañana, ¿eh?—pregunto, solo para poder alejarme de mis pensamientos y concentrarme en algo diferente.
—Sí. —responde ella, volteando a verme por primera vez desde que subió a mi auto. —El plan original era que yo tendría que viajar a Atlanta para visitar el estudio, pero papá no estuvo de acuerdo porque la semana que Adam tenía libre yo tenía exámenes. Así que era más sencillo venir un día aquí para Adam.
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Dan's Girl {#BieberAwards}
FanficMegan Kanter estaba preparada para todo...menos para enamorarse. Historia nominada a los #BieberAwards.