Dan's Girl {#BieberAwards}

63.Audiciones y lecciones {Parte 2}

— ¡Alto ahí, Megan!—dice Zoen, tomándome del brazo y deteniéndome en mi camino al campo de futbol.

Mis tres amigos que estaban sentados conmigo deben de haber adivinado mi plan, y apenas me notaron bajando las gradas en dirección a Tamara Wilson, se han podido dar cuenta de lo obvio. Ellos sabían que ninguna conversación civilizada era posible entre Tamara y yo.

— ¿Qué?—les pregunto, fingiendo inocencia.

—Sabemos cuál es el plan, y olvídalo. No te vamos a dejar rebajarte al nivel de ella. —me dice Cameron.

—Chicos, esto no va a terminar con una pelea en el suelo, arrancándole sus extensiones baratas…solo quiero hacerle saber que se siente que te hagan sentir inferior a ti. —me defiendo a mí misma.

—Si ese es el plan…ve. Pero, ¿recuerdas la vez que nos hiciste prometer que no golpearíamos a Bieber?—asiento con la cabeza confundida, ¿Qué tenía que ver Justin aquí?—Pues es tu turno de prometer.

—Nada de peleas, ¿lo prometes?—interviene Kayes.

— ¿Y que si ella la empieza?—bufo, molesta.

—Nosotros nos encargaremos ahí. No te preocupes. —me tranquiliza Zoen.

—De acuerdo, lo prometo. Ahora déjenme darle a la perra una lección. —digo, apartándolos de mi camino interrumpido y siguiendo.

—…quiero decir mírate, ¿de verdad creíste que podías entrar? Eres una bola de grasa, las vacas no están permitidas aquí, imagínate luego tendríamos que traer una grúa para levantarte si quiera—es lo primero que escucho al llegar a donde están ellas.

La morena, solo la mira con la mirada agachada. Lamentablemente, no todos teníamos el valor para defendernos a nosotros mismos, y los demás eran tan cobardes que tampoco lo hacían por esas personas que no podían. Pero alguien tenía que ponerle un alto Tamara Wilson, antes que sea muy tarde.

—Tamara. —digo, haciendo que ella se gire, dejando a la morena a un lado.

— ¿Quién demonios te ha invitado aquí, Megan Kanter? Las putas no están admitidas. —se burla, y se escuchan risas de parte de sus amigas con media neurona.

Los del equipo de futbol han dejado de calentar, no están observando atentos, al igual que todas las tribunas.

— ¿Enserio? ¿Entonces qué haces tú aquí?—pregunto, haciéndome la confundida. —Pero, Tamara, yo he venido aquí a audicionar también. Siento llegar tarde.

— ¿Tu? ¿Aquí? Regresa a tus deportes de hombres, y déjales esto a las chicas.

—Solo una prueba, muéstrame una rutina.

—Supongo que nunca está mal reírse de como haces el ridículo, Kanter.

Tamara se coloca enfrente de mí y con un control remoto enciende la radio.