Dan's Girl {#BieberAwards}

43.Cupido 2.0

Si pensaban que soy una amiga ejemplar, quiero decir, ayer me encargué de traer a mis amigos sanos y salvos, y los acosté en sus respectivos colchones inflables. Los cubrí con una manta para el frio, y a cada uno de ellos les quité los zapatos. Y hoy, les he preparado una fuente con cinco aspirinas, con cinco vasos de agua y otros cinco de jugo de naranja.

Demonios, merecía un premio, realmente.

Pero lamentablemente, esto no era gratis.

Una sonrisa malvada aparece en mi rostro, mientras me acerco a ellos con los platillos en mis manos. Se preguntaran que demonios hago con platillos en mi casa, larga historia que la resumiré en pocas palabras. Estuve en la banda de la escuela hace tres años, fue un infierno, pero ahora podía sacarle provecho a estos estúpidos platillos.

Miro a Ashton, quien está dormido con Zoen en su colchón. Y me disculpo con él con la mirada, él no merecía esto. Pero como dicen, justos pagan por pecadores.

Me acerco más a donde se encuentran durmiendo, y empiezo a golpear los platillos…uno contra otro.

Los seis se despiertan de un salto, y los seis cubren sus oídos con sus manos.

¿Qué harían ellos sin mí?

—Demonios, Megan, detente…entendimos. —dice Jackson, frunciendo el ceño y sin sacar las manos de sus oídos.

Detengo los platillos aun sosteniéndolos en mis manos.

—Buen día para ustedes. —les sonrió de oreja a oreja.

Zoen se ha vuelto a quedar dormido sentado, así que aprovecho la oportunidad, y me acercó a él y hago sonar los platillos. Justo enfrente de su cara.

Él salta en su sitio, y se golpea la cabeza contra la pared.

—La puta madre…—empieza a insultar él.

—He traído esto para ustedes. —les digo, interrumpiendo a Zoen y su larga lista de insultos.

Ellos se arrastran a la fuente que he dejado en la cómoda, pero literalmente, se arrastran a ella. Ya que no pueden ni siquiera poner se dé pie. Los cinco toman la pastilla con el vaso de agua, y luego, de un solo sorbo se beben el vaso de jugo de naranja.

Cameron se levanta y frota sus ojos antes de abrirlos completamente.

—Realmente te amamos—me dice, besando la coronilla de mi cabeza.

—Pero no son necesarios los malditos platillos cada que vez que nos quedamos en tu casa. —logra decir Zoen.—¿Es una especie de venganza por la forma que nos burlábamos de ti cuando estabas en la banda?

Ellos realmente lo hacían.

Todo ese tiempo me llamaron nerd, tomaban fotos de mí y cosas como esas. No había entrado a la banda por intención propia como se habrán dado cuenta. Pero necesitaba créditos extra para poder aprobar el año, y esa era la última actividad libre que quedaba.