Dan's Girl {#BieberAwards}

69. Los Outon.

Observé los moretones en mi cuerpo. Tenía dos muy grandes en cada uno de mis antebrazos, que dolían como el infierno. Pero esos no eran los más grandes, tenía uno en la espalda que había sido producido cuando Jared me aventó al suelo, ese era el más doloroso y el más grande. Tan grande, que empezaba en la altura de mi cintura y terminaba a la altura de mis caderas.

— ¿Meggy?—escucho la voz de mi papá, rápidamente me bajo la camiseta y recojo mi sudadera y me coloco encima de la pijama.

Papá entra en mi habitación, y tiene un delantal puesto, debe de estar preparando el desayuno en estos momentos.

—Yo que venía a despertarte, esto es raro, ¿desde cuándo te despiertas temprano un sábado?

Si él tan solo supiera que no había cerrado un ojo toda la noche, que no había podido dormir ni un solo minuto.

—Eh…yo estaba hambrienta. —miento. — ¿Qué hay de desayuno?

—Omelete pero, ¿eso es todo? ¿Nada de “Buenos días, papá”?—pregunta, frunciéndome el ceño.

No puedo evitar sonreír, y me acerco a él dándole un abrazo.

—Buenos días, papi. —digo, y solo recuesto mi cabeza en su pecho.

No quería moverme de aquí ahora.

Me sentía tan segura.

— ¿Qué pasa, pequeña Meggy? ¿Todo está en orden?—me pregunta, acariciando suavemente mi cabeza.

Asiento con la cabeza, y dejo caer mis brazos, liberándolo.

—Si… ¿esos omeletes están listos?—pregunto, cambiando de tema radicalmente.

—Lo están. Y créeme son los omeletes más deliciosos que vas a poder probar. —me comenta. —Cámbiate y baja a desayunar.

— ¿Por qué me tengo que cambiar?—pregunto, haciendo puchero.

— ¿Te acuerdas de mi amigo, el señor Outon?

Niego con la cabeza, confundida.

—Trabajaba con él en el antiguo hospital, tenía un hijo, ¿Jason Outon? Estudiabas con él en preescolar.

Vuelvo a negar con la cabeza.

—Su hijo una vez se hizo pipi en nuestra casa.

Y mi mente se iluminó.

No puedo evitar romper en risas, ese recuerdo siempre iba a estar conmigo por siempre. Incluso cuando me muera, probablemente no recuerde mi cumpleaños número dieciséis pero por supuesto que recordaré al niño que una vez vino a casa y se hizo pipi.