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~ Abril 13 ~

— Claudia, ¿has visto a Aaliyah y a Christopher? desde la mañana que no los veo... — preguntó Erick llegando a lado de una amigable, y ocupada, Claudia.

— Creo que los vi por el jardín — contestó sin mirarlo, pues tenía un trato con dos personas juguetonas.

Erick se limitó a asentir y caminar hacia el jardín. No se esperaba que lo recibieran con un balde de agua, tibia lo que lo sorprendió más.

— ¿Pero que...?

— Cuida lo que vayas a decir Aaliyah esta presente — escucho la voz juguetona de Chris, claro que la calma no podría durar un día entero.

— ¿Que planeas? — se cruzó de brazos olvidando por un momento que estaba mojado mientras veía los globos que había por todo el jardín, llenos de agua, una cubeta cerca de él, en la cual Aaliyah metía su mano y empezaba a "arrojarle" agua, soltando risas cada que movía la mano.

— No sé si es obvio. Pero estuve organizando una tarde divertida, así que si quieres unirte tendrás que agarrar la primera pelota que encuentres y lanzarla a esa otra cubeta, si atinas tendrás la oportunidad de mojarme. Si por el contrario fallas...ya lo sabrás — explicó sin borrar la sonrisa, mirando de vez en cuando a la pequeña con complicidad.

— ¿Por eso el agua tibia? — alzó una ceja, miro a su alrededor dando con una pelota pequeña azul, la recogió apuntando a la cubeta. Preparándose para ganar.

— En sí era para que no se enfermaran, ninguno de los dos. Primero que nada: precaución — confesando encogiéndose de hombros.

Antes de que pudiera hacer un movimiento sintió agua en su pecho.

— ¡Oye! — Chris le había lanzado agua con una pistola de juguete con una sonrisa tímida, trató de ocultarla.

— Se me olvido recalcar que no puedes quitar tu hermosa mirada de nosotros, ¿verdad? — la bebé movió ambos brazos y empezó a brincar —. Eso es un si, creeme lo descubrí — se rió, el ojiverde negó sin creerse lo lindo que podía llegar a ser el castaño, su extrovertido jefe, su futuro esposo...

Sin decir mas nada, y sin despegar la mirada de los ojos mieles de Christopher hizo su primer lanzamiento, fallando en el intento. Recibiendo como castigo un chorro de agua en su cara y un globo tronado mojando su calzado, al notar levanto su cara preocupada.

— Creo que sera mejor quitarme esto... — apunto sus pies, Chris asintió. Por lo tanto esperaba mojando su mano y moviéndola en dirección a Aaliyah haciéndola reír al sentir las gotas en su cara.

Y como se habrán imaginado, fue una tarde muy divertida y húmeda. Estuvo llena de risas y un sentimiento de comodidad rodeaba a la joven pareja, quienes no pudieron borrar la sonrisa en toda la tarde. Sus ojos brillaban demostrando lo que se ocultaba en palabras. A mitad del juego se unió Yulissa, quien estaba ocupada haciendo unas llamadas y que para deshacerse del estrés empezó a aventarle globos a Christopher, teniendo cuidado de que ninguna rozará a la pequeña en brazos del castaño.

Al estar en una guerra Chris se decidió en correr el riesgo de ir con Claudia encargarle la bebé y empezar una guerra justa entre sus dos "enemigos". Olvidándose de las reglas iniciales.

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Ya era de noche y los cuatro se encontraban en la sala viendo la televisión, ya bañados por la insistencia de Claudia para que no se resfriaran y que no mojaran toda la casa. Mas por lo segundo...

— ¿A quien se le ocurrió todo ese juego?...sinceramente no sé como llamarle, ¡fue fantástico! — exclamo Yulissa, quien subía sus pies a la mesita del centro.

— Es el mejor alago que me has dado desde que estamos aquí — Chris fingió limpiarse una lágrima, tomando desprevenida a la pelirroja.

— Creeme que si hubiese sabido que fuiste tu, no hubiese dicho nada — aclaro sin verlo poniendo más atención a la televisión.

— Lo hecho, hecho esta. No trates de arruinar el momento...

— Perdón pero es mi trabajo hacerlo... — aclaro, se acomodo en el sofá para ver a Chris mas de cerca —. ¿Quien limpiará todo el desastre ocasionado? — alzo una ceja. Claudia se metió a la platica.

— Me ofendes, hija. Obvio que...

— No, Claudia. Lo haré yo — sonrió de lado antes de levantarse del sillón, después de entregarle a Aaliyah a Erick desapareció de su vista, dejando perplejos a los tres.

— ¿Que? — dijeron al unísono sin poder creerlo...

...

— Erick, ¿no crees que Chris ya se tardo? — preguntó Yulissa preocupada —. Que tal si nos engaño y se fue, y nosotros aquí como idiotas pensando que hacia un bien — opinó, el ojiverde se encogió de hombros, se levantaría si tan solo la pequeña no estuviera durmiendo en su pecho.

— No creó.

Mientras tanto Christopher empezaba a sentir un dolor en su espalda por estarse agachando de vez en cuando para rejuntar los globos escurridizos. Al confirmar que ya había acabado su trabajo en el jardín, dejándolo impecable, se dirigió a la casa, llegando apago la luz correspondiente al jardín y con una sonrisa cansada llego a la sala con los demás.

— Listo — dijo caminando inconscientemente a las escaleras, deteniéndose por la voz de Erick.

— Espera. ¿Podrías ayudarme? — pidió apenado, había notado lo cansado que quedó, pero tenía algo en mente. Christopher no contestó solo se acercó y cargo a la bella durmiendo con delicadeza precaviéndose de no despertarla.

— ¿A tu cuarto o al mío?

— Al mio.

Yulissa observaba desde el sofá sin hacer ruido para no romper la burbuja que ellos mismo estaban formando, se veían tan calmados, como si fueran alguien más. Un aura de tranquilidad los rodeaba.

Subieron las escaleras en silencio, llegaron a la habitación del ojiverde y Chris colocó a Aaliyah en su cuna con cuidado. Se despidió de Erick con intensión de irse a descansar a su cama, pero la mano del pelinegro se lo impidió. El castaño, pensando inocentemente que él ocupaba otra cosa volteo a verlo, y grande fue la sorpresa por la petición que escucho...

— Quedate a dormir aquí.

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«Las cosas mejoran si te lo propones»






Casate Conmigo. ||Chriserick||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora