~ Febrero 23 ~
El día tranquilo, pues apenas comienza, ambos chicos despertaban, uno apurado para poder llegar a tiempo al trabajo, él otro iba tan despreocupado que podría haber una explosión y él seguiría caminando como si de un modelo se tratase.
Un chico de cabello oscuro como la noche, piel canela, ojos verdes, alto y de 22 años, él después de salir de estudiar no perdió más tiempo y empezó su búsqueda de trabajo, no lo necesitaba, pues su familia tiene una muy buena posición social, pero el ser terco no ayudaba.
Él quería conseguir su propio dinero con sus propios métodos, sus padres no lo aceptaron al principio, pero que el chico fuera tan insistente los hizo cambiar de opinión, la condición fue que ellos escogieran el trabajo el cual fue en una empresa, donde actualmente aún trabaja.
- Buenos días - dice al chico en recepción y este solo asiente.
Camina por los pasillos de la empresa Vélez.
Llega a su escritorio y deja sus cosas, va al escritorio de otra de las personas que trabajan en aquel lugar, una chica morena y de baja estatura.
- Buenos días Ana - saludó el chico firmando en una hoja.
- Buenos días Erick - respondió el saludó - Un milagro que hallas llegado temprano - se burló viéndolo directamente, pues él acostumbra a llegar a la hora que llega el jefe y eso es decir demasiado tarde.
- Hoy estoy feliz - dijo dejando de escribir, la vio y una sonrisa apareció en su rostro.
- ¿Se puede saber el porque? - preguntó curiosa, esa sonrisa solo puede significar una cosa.
- Tendré una cita con mi novio - presumió haciendo su sonrisa mas grande.
- ¿Aún te alegras de tener una cita con él? - preguntó sorprendida - Ya llevas con él ¿Dos años?
- Sip, y siempre será como la primera vez - comentó.
- Claro - se burló y siguió anotando.
El chico se fue con una hermosa sonrisa adornando su rostro, cenaría con su lindo novio de dos años y un mes, él un chico castaño con pequeños rulos, usa bandanas, le gusta vestirse cool, ojos color cafés y pestañas largas, con ellas Erick se hipnotiza al verlas rozar con sus mejillas.
- ¡Ya se acerca VÉLEZ! - un grito causa que saliera de su ensoñación, volviendo a su entretenido trabajo.
- ¡No mamá, no lo haré! - hablaba al teléfono el joven chico castaño.
- Pero tienes que hacerlo si quieres conseguir parte de la empresa, eso esta anotado y tu firmaste con puño y letra la...
- Ya entendí, pero no tengo nadie a mi lado.
- Ese no es mi problema, ¿Quien te manda a jugar con chicos tan buenos?
- Por quinta vez, Richard solo es un amigo y él se fue a cuidar a su pequeña hija.
- Sigo sin creerte - comentó la madre del chico, quien empezaba a irritarse por la insistencia de su madre.
- Me tengo que ir, hay trabajo - avisó ya estando en su oficina tomando asiento.
- Muy pronto no tendrás trabajo si no hay boda - dijo antes de que la línea se cortará, el chico rodó los ojos, dejó su celular en su escritorio paso sus manos por su cara.
La insistencia de su madre para que se case empezaba a cansarle, él no es un chico de compromiso, solo para la empresa claro esta, pero cuando se trata de una situación amorosa es ahí el problema.
El chico de 25 años, cabello castaño un poco largo, le piden que se lo corte, pero es su estilo, ojos color avellana, piel blanca, él había convencido a su madre para que le dejara la empresa a su cargo, pero para que ella cediera tuvo que firmar un "contrato" donde especificaba que tenía que estar casado antes de cumplir los 26 años, y si eso no pasaba bajaba de puesto, esta claro que su madre tampoco lo quería fuera de la empresa después de todo lleva su apellido.
Ha intentado salir con chicos, pero siempre terminan en un noche llena de pasión, eso no le molesta a Chris al contrario le encanta, pero tiene que dejar de lado aquello para poder seguir al mando.
- ¿Como haré eso? - se preguntó - Chicos de buena familia, lindos, respetuosos, amables, no se encuentran todos los días - hablaba para sí.
¿Como encontrará a alguien en menos de nueve meses con aquella descripción?
¿Acaso es posible?[…]
El día casi acaba y con ello el chico de ojos verdes se altera, falta menos para su cita, en estos momentos se esta arreglando, pues cabellos rebeldes caen por su frente viéndose en el tocador del baño.
- ¿Porque tan guapo? - dijo el recepcionista que entraba a los baños, él es alto su cabello con rulos corto y castaño, ojos cafes y usa lentes.
- Tendré una cita - presumió, no pararía.
- ¿Joel vendrá? - preguntó, su tono emocionado causo que Erick frunciera el ceño y lo viera por el espejo.
- Pueda que si, pueda que no ¿Algún interés? - preguntó, un par de años con él ya se había acostumbrado a que alagaran a su novio, pues en realidad es atractivo, y buena persona.
- No, simple curiosidad - se excusó y entro a uno de los cubículos vacíos.
- Claro - susurró y una sonrisa atravesó su rostro.
Salió de los baños, despidiéndose del recepcionista, acomodó sus cosas en su pequeño escritorio algunos escritos que tenía que leer se los llevaría.
Por esa razón le gustaba su trabajo, era secretario, si, pero parte de su trabajo es leer ideas de personas que solo la quieren compartir en un libro, así puede vivir en diferentes mundos, le emociona cuando le encargan leer.
Listo, salió encontrándose con su anhelado chico.
- Joel - susurró y corrió a sus brazos.
- Vamos a nuestra cita - comentó entusiasta, beso la comisura de sus labios y se fueron.
Christopher seguía aún en la oficina, tenía que confirmar algunos escritos que habían llegado a su oficina, las reseñas eran buenas y les interesaba las ideas, pero no solo eso era importante, también tenía que ver si el libro fuera a ser comprado, y hasta ahora solo tenía uno con las características necesarias.
Ya estaba cansado y no podía esperar a tocar su ansiada cama y cerrar sus ojos disfrutando de un merecido descanso.
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Primer capítulo.
Nueva idea, nueva historia, inspiración real... Okay no.Es una idea que vino sin ser esperada, y quise ponerla en práctica, espero que la disfruten.
Me despido. 😘
♡🐼👑♡
♡18/08/2017♡
ESTÁS LEYENDO
Casate Conmigo. ||Chriserick||
FanficChristopher un extrovertido empresario, nunca a necesitado algo, pues el dinero que tiene le sobra. Un ligero problema se avecina, si es que quiere seguir trabajando en la empresa editorial de su familia tiene que casarse, ¿Que hará al respecto? Eri...