Casate Conmigo. ||Chriserick||

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~ Septiembre 14 ~

Después de dejar la sorpresa de lado, se vieron envueltos en un plática (si así se le puede llamar a los gritos y reclamos de los intrusos en su casa), tan denso se volvió el ambiente que Aaliyah empezó a llorar y aún así los reclamos no pararon, de hecho los padres ni siquiera notaron la presencia de la pequeña.

Claudia se llevó a Aaliyah para tranquilizarla mientras la platica continuaba.

Las cuatro personas, por alguna razón, terminaron el la sala donde los padres del ojiverde se mantenían de pie, al contrario de la pareja mas joven que estaban sentados, Christopher sostenía la mano de Erick en forma de apoyo, Erick no le había contado mucho sobre su familia pero con tan solo sentir el ambiente sabía que necesitaba esa pequeña acción. Entonces, fue donde empezó otro reclamó.

— ¿Y este quien es? — empezó la señora de brazos cruzados que vestía un vestido rosa simple y su cabello sujeto la hacían ver mas grande de lo que puede ser —. Por un momento creí que se trataba de alguien de servicio, pero ahora que los veo tan... —los señalo haciendo una mueca para nada disimulada demostrando su desagrado— cercanos, empiezo a dudarlo.

— Se llama Christopher — lo volteo a ver, el nombrado le regalo una pequeña sonrisa —. Él es...él — tomó su mano de alguna manera para que su anillo que posaba en su dedo sobresaliera.

— ¡No me jodas, Erick! — la voz molesta de su madre se alzo.

— ¿Y que paso con Joel? Llevabas mas tiempo con él y nunca vi un anillo — ahora fue su padre el que hablo.

— Con todo respeto señor — Christopher hablo por primera vez atrayendo la atención de los tres presentes en la sala —, hay niveles, por favor — al terminar de hablar sintió un apretón en su mano y decidió bajar la cabeza sin borrar, ni disimular, su satisfactoria sonrisa.

— Además — continuó su padre mirando acusador a Erick —, Joel me agradaba, sin contar que ya lo conocíamos hace tiempo, y que tenía mi aprobación.

— Papá, ustedes no tienen poder sobre mi vida.

— ¡Claro que si! Somos tus padres. Los responsables de que estés vivo.

— Pues se los agradezco, pero yo tono mis propias decisiones — se levantó a encararlos, ahora era su turno de hablar —. Si el día de mañana decido irme a vivir bajo un puente, estará bien porque así lo quise, así lo decidí.

— Y si eso quieres yo mismo me encargo de la mudanza — Chris se metió a la platica, recibiendo una mirada de reproche de Erick —. ¿No?

— ¡Chris!

— Ya, perdón — bajo la mirada haciendo un puchero, cuando empezó a escucharse que Aaliyah volvía a llorar, Chris decidió dejarlos hablar entre familia —. Creo que será mejor que vaya a ayudar — se acercó a Erick para depositar un corto beso en los labios del morocho —. Si ocupas algo grita y aquí estaré — le susurro y guiño un ojo antes de desaparecer por las escaleras.

— ¿Y eso que es, Erick? — pregunto su madre extrañada por los lloriqueos de un bebé, se puso sería e hizo una pregunta donde temió por la respuesta —. ¿Van en serio? — tres simples palabras que tenían una gran peso detrás de ellas.

—Nos casaremos, tu que crees.

— Sin sarcasmo, hijo.

— Si, mamá, lo amo. Vamos muy en serio — suspiro relajando sus músculos —. Aunque se vea idiota ha sido un gran apoyo. Y si ,puede que no tenga el mismo tiempo de conocerlo como con Joel, pero ¿acaso eso importa? — dio un paso más a sus padres, y continuo —. Puede que sea enfadoso, goloso, un total fastidio, pero también es sensible, sincero, lindo, amable. ¡Es todo un amor! — Su madre negaba mirándolo, y lo veía, es consciente de que esta presente, y aún así quiso ignorar la decepción en los ojos de su progenitora.