Capitulo 2

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Omnisciente.

La arena suave se colaba entre los dedos de sus pies, mientras que el sol alumbraba su cuerpo quemando a momentos pero era la idea, broncearse algo para estar más caribeña como se dice, amaba escuchar la música, a pesar de que se mezclara con el reggaetón le fascinaba, coreando alguna que otra salsa o estilo común de la zona se sentía en sus orígenes como cuando era una niña, era su lugar y lo estaba disfrutando al máximo, sin importar la presencia de su novio que poca atención le daba en esos momentos porque ella lo único que deseaba era relajarse del revuelo que conlleva ser una cantante popular, había terminado un Tour, donde visitó más de treinta países donde llevó su música, con cientos de conciertos alrededor del mundo y festivales grandes donde los nervios se apoderaban de ella completamente, había ido a premiaciones y viajando más en un avión que estando en un mismo lugar, se encontraba exhausta y por fin tenía un respiro en todos los años que llevaba en el mundo de la música, lo necesitaba y que mejor un lugar tan fantástico como era el caribe, sumando el hecho que el lugar al que iban era muy privado, muy restringido siendo libre totalmente, quizás algún que otro fan le pediría una foto pero hasta el momento se sentía de lo mejor más con la compañía de su familia, el ver a su hermana feliz y a sus padres disfrutar era lo mejor para ella, estaba contenta. A pesar de que solo era un fin de semana lo estaba aprovechando al máximo, necesitaba relajarse y olvidar el estrés que provocaba estar en el medio, estar en una relación que partió por publicidad pero que luego se encariño con el hombre, quizás fue su vulnerabilidad y la necesidad de sentirse amada luego de su relación fallida, tóxica que absorbió cada uno de sus sentidos había encontrado afecto en esa persona que le habían puesto para algo tan conocido como es la publicidad, pero Matthew no era un mal chico, su mayor defecto era sus pensamientos machistas y sexistas, el que parezca un chicle pero en general a ella la trataba bien y bueno a sus padres le caía bien o al menos eso creía ella, pero se sentía bien estando con el chico, quizás costumbre.

-Que suerte tenerte.- Dejó un beso en su mejilla para pasar un brazo por su cintura mirándola con una sonrisa, Camila le sonrió pero aún así ese hombre no provocaba sentir algo tan fuerte, cariño le tenia pero amor verdadero era mucho pedir, no le nacía.

-No soy un trofeo, soy solo una persona así que suerte no es.- declara la morena removiéndose incómoda para acomodar los lentes de sol.

-Es un decir, todos te miran, se nota tu belleza a kilómetros.- insiste el hombre, Camila rodó sus ojos agradeciendo llevar lentes para que el hombre no se diera cuenta.

-¿No quieres ir a la playa?.- cambia de tema la morena siendo lo mejor para ella, el hombre negó.

-Estoy bronceándome.- le anuncia, Camila asintió para ponerse de pie dejando sus lentes a un lado.

-Yo iré, disfruta tu sol.- le sonríe levemente para caminar donde su padre jugaba con su hermana en la orilla, ahí fue cuando sonrió de verdad corriendo hacia ellos para unirse a su juego.

No es que no le gustara Matthew, lo hacía sino no estaría con el pero realmente no lo quería, no le cantaría una canción menos le escribiría una de amor, sino de agradecimiento, sentía que a su vida le faltaba esa persona que llegara a su corazón plenamente, que la hiciera sonreír, tenía veintiún años y su única relación fue hace un par de años con un chico que al final terminó rompiendo su corazón, no quería nombrarlo, y lo rompió no porque le fuera infiel sino por lo que tanto lucho por algo que no tenía sentido, todo se fue marchitando con el tiempo y seguían juntos por monotonía, sabia que en parte con Matthew estaba pasando lo mismo pero a él nunca lo amo... y no lo hará. Sintió el agua tibia en sus piernas mirando a algunas personas en la playa, no había tanta gente por la exclusividad del lugar pero si podía apreciar el hecho de que todas esas personas de alguna forma tenían influencia, quizás no mucha pero si importante. Entre esas personas visualizo a Taylor Jáuregui, la chica problemática de la familia Jáuregui y la única conocida realmente, la mujer no le preocupaba dejarse ver y ser una celebridad, mas si era muy cercana con el clan Kardashian e incluso podía apostar que salía en sus series, aún más posó alguna que otra vez para promocionar el maquillaje de Kylie, era muy cercana a la familia más polémica del país y eso no la dejaba a ella fuera de las polémicas, conocía también a la mamá de Taylor no en persona por supuesto no tenía ese honor y quizás nunca lo tendrían solo las seguía a ambas en Instagram porque ¿Quien no lo hace? Más si sus fotos son todo un tips de moda, al otro que ubico y vio en su Time Line en Twitter fue a Chris Jáuregui, en una polémica envuelta de mujeres en un club de stripers en las vegas junto a un grupo de amigos famosos, pero solo ellos, no conocía a la demás familia Jáuregui ni siquiera al padre de las personas que lideraban el Ranking de Forbes. Quizás esa era su oportunidad de cruzar palabras con esa chica tan popular porque en el fondo sentía algo de admiración, no de esa obsesionada sino por lo top que la chica era porque incluso en esos momentos en bikinis lucia bien, mientras se metía a la playa bebiendo una copa de champaña mientras su cuerpo se tambaleaba de un lado a otro de manera divertida, no parecía ebria pero sí haciéndole cosas graciosas a alguien.

Amor en Latino, Camren.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora