La Luna en tus ojos 🌕🌙🐰🐥

Cap. XXIII🔞

Espero lo disfruten ✨🎉

"La Luna en tus ojos" 🐰🐥✨

Jimin.

XXIII

Al llegar a nuestro destino, quedé boquiabierto.
Pequeñas luces en tono púrpura iluminaban la sala, había una pequeña mesa blanca en el centro, justo a lado del piano.

Quería llorar, jamás, nunca nadie se había esmerado tanto por querer que me sintiera bien y JungKook llegó a darle un vuelco a todo, rompió moldes, y me introdujo a un mundo lleno de amor... De amor por mí.

- ¿Qué te parece Park Jimin? Dijo con tono expectante.
- Quieres ganar muchos puntos Sr. Jeon. Dije levantando una ceja.
- Quiero todo contigo. Tomó fuerte mi mano entrelazada con la suya. Sentí un espasmo por todo mi cuerpo.
- JungKook. ¿Qué estás tramando? Dije mientras me pegué a su cuerpo haciendo que esté se sonrojara. Nunca lo había visto de tal manera, no puedo negar que verlo así de tímido me encantó.
*****
Movió la silla para que pudiera sentarme. El ambiente era perfecto, podía respirar su aroma, olía su deseo, percibía su pasión.

Jamás había sentido tan larga la hora de la cena, juro que comía y sentía como si nunca se acabara la comida, estábamos en silencio, sentía fuego en todo mi cuerpo. JungKook no despedegaba sus magestuosos ojos de mí. Con cada bocado colocado en su boca de manera sugerente me hacía querer abrirme paso sobre la mesa y alcanzar su boca y devorarla.
Mi pasión, mis sentidos, mi cuerpo, todo completo se estaba descontrolando y me alegraba que esto estuviera ocurriendo.

-Kookoo... Dije en tono quedo.

* Cerró sus ojos al escucharme, como si estuviera en un concierto de música clásica y sólo cierras los ojos para disfrutar y dejarte llevar.

Mi corazón se paralizó al ver que al abrir sus ojos, su mirada había cambiado... Ahora había fuego en ellas y sus ojos me estaban devorando sin tocarme.

- No me llames así por favor, terminemos la cena, si? Dijo en un tono de voz más ronca.

Eso me excitó y mucho, podía sentir las vibraciones de su ronca voz recorriendo todo mi cuerpo.

- Lo siento, no sabía que no querías que te llamase así, dije hundiendo mis ojos en el exquisito platillo delante de mi.

Bistec en un perfecto termino medio y unos camarones salteados con picante en una salsa a base de vino tinto que bañaba dicho bistec, puré de papás y acompañado de pan.
Una botella de Champagne bien fría sobre la mesa, y de postre... El pastel de chocolate que él había preparado ese mismo día por la mañana.
Un mantel negro cubría la redonda mesa blanca que era el testigo de nuestra cita, cita que terminaría de la manera que más había anhelado en toda mi vida.

- No me molesta que me llames así, sino todo lo contrario: Me excitas Park Jimin y estamos cenando, así que sólo espera un poco más. Dijo de lo más tranquilo y relajado, mientras le daba una mordida al bistec y hundía en su boca unos de los deliciosos mariscos que preparó.

- JungKook, no voy a hacer nada contigo, estás enfermo todavía. Dije tartamudeando por la excitación que generó en mí su respuesta.

- Te voy a demostrar que estoy sano. Dijo tajantemente.
- Detente Jeon! Dije, ¡no ves que me vas a matar! Cenemos tranquilos.
- Yo estoy muy tranquilo, pero parece que tu estás... ¿Nervioso o excitado? Dime.
- Contigo no se puede hablar Jeon JungKook.
- Estás excitado, si. Yo también, así que cenemos rápido por favor.

Gracias a las luces púrpura de toda la sala Jeon no podía ver mi rostro totalmente ruborizado por cada palabra que me decía y no podía negar que todo aquel ambiente sexual me hacía feliz y con ganas de más con JungKook.