La Luna en tus ojos 🌕🌙🐰🐥

Cap. XXIX

Hola hermosas 😍 espero disfruten de éste capítulo.

Nuevo video ✨ https://youtu.be/HonBenw5Psk

"La Luna en tus ojos" 🌙🌕🐰🐥💫

💜

29.

J

M.

Pasamos el resto de la tarde entre risas y miradas. Yunji realmente era genial, se había encargado en poco tiempo de hacerme ver como era JungKook para sus ojos, recalcando lo terco que era, así como lo descuidado que era con su salud.

Mi Kookoo recibió un fuerte regaño de parte de Yunji por no cuidar su salud y hacerme llorar.

Ver a JungKook haciendo pucheros a su madre es de las cosas que más voy a amar en esta vida.
Definitivamente sus gestos han quedado grabado en mi piel, al igual que sus besos y sus caricias.

Cada minuto que pasaba lo disfrutaba más, JungKook se había sentado a mi lado, tomando mi mano para entrelazarla con la suya.

Por su parte Yunji sacó una cámara profesional de su bolso y comenzó a tomarnos fotos.

Mis mejillas se tornaron de un cereza intenso al sentir a Kookoo besar mi cuello delante de su madre y peor aún cuando ella tomaba fotos de todo lo que acontecía ante sus redondos ojos.

El reloj marcaba las 7:00 p.m. Y con ello, mi celular sonó.

Ring! Mensaje nuevo..

- OH, dije, son los chicos, vienen por mí. Me dijeron que saliera para encontrarlos.

* Mi corazón se rompió un poco... Lo que menos quería era irme, pero ese día había llegado, ya mañana se reanudaban las clases y Kookoo debía descansar mucho.

* Yunji me dio un gran abrazo y dijo que iría a visitarme la próxima vez.

- Vayan, aprovechen niños. Yo me quedaré aquí, dijo ella con una enorme dulzura en su ojitos redondos.

Kookoo caminaba como un osito de tras de mí, rodeando mi cuerpo con sus fuertes brazos.
De repente, pegó mi cuerpo a  la pared cerca de donde se toman los abrigos, haciendo que mis piernas buscaran rodear su hermoso torso.

Nos besamos como si no hubiera mañana, como si nada más en el mundo  importara, como si tuviera tres meses en el desierto y como si su boca no fuera mi adicción.

* Sonó mi celular y supe que era la hora de partir.

- No estés triste Kookoo, dije acariciando su rostro, logrando que Kookoo cerrara sus ojos y  buscara mis caricias.
Mañana nos vemos en la escuela, y no nos separaremos mi vida. Le susurré al oído, dejando una mordida y succión en su orejita hermosa.

Nos despedimos, pero nuestras manos entrelazadas no permitían que se soltaran.

- ¡Te amo Park Jimin! , gritó desde la puerta de su casa.

... Y yo.... Yo solo podía derretirme de amor al escucharlo hablag así.