El baile

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Tomé una larga y relajante ducha después de almorzar y me quedé dormido por unas pocas horas pero antes de hacerlo programé el despertador.
El calor era insoportable y sudar era incontrolable, apenas me levanté volví a tomar una ducha. Eran las 5:30 de la tarde, decidí alistarme, empecé a secar mi cabello para luego peinar lo, me empecé a vestir y mirándome al espejo acomodé el terno desde la corbata hasta la basta del pantalón.
-¡Ay Joel! Estas perfecto mi niño. - No me percaté de que mamá llevaba rato observando me.
-Quiero que se me vea bien.
-Me acuerdo cuando saliste del nido, en la fiesta de graduación todas las madres me envidiaban por tener a un hijo tan guapo como tú. - se acercó a besar mi frente. Yo solo sonreí.
-Dame eso, yo te ayudo. - dijo mi mamá al verme con el cepillo en la mano.
-Mi cabello se enreda demasiado. - se lo dí.
-Tienes un hermo cabello.
-Demasiados rulos.
- A mi me encantan tus rulos. - Me peinaba con delicadeza. - Ya estas pequeño.
-Y apenas son las 6:30 - dije sorprendido ya que decidí alistarme temprano para que no se me hiciera tarde peinando me.
-Ya vamos, baja que todavía me falta ayudar a tu hermano. - suspiró agotada.
Hice lo que me pidió pero antes hice una parada en el cuarto de mi querida prima Jess.
-¿Quien es? - preguntó al escuchar que tocaban la puerta.
-Soy yo, Joel.
-Entra. - gritó.
Lo primero que vi al entrar fue su vestido que estaba tendido en la cama. - ¿Todavía no te has arreglado?
-En eso estoy. - respondió pintando el contorno de sus ojos del mismo color del vestido. - Terminando esto me pondré el vestido.....Oye, que bien te queda ese traje. - Me observó desde el espejo.
-Muchas gracias. - respondí.
-Te lo he dicho muchas veces y te lo voy a seguir diciendo, si no fueras mi primo hace mucho lo hubiera intentado contigo.
-Que graciosa eres. - Ella solo rió. - ¿No te parece que ese color es muy fuerte para ti?
-Si con eso te refieres a que no me resalta entonces no, no me parece..... Joe, este color me reluce y si me  reluce ante Erick mucho mejor. - empecé a insultarla en mi mente por decir eso. - Te dejo para que te pongas el reluciente vestido. - hice énfasis en esa palabra.
Bajé a esperar a que sean las 7, no faltaba mucho para ello, solo 10 minutos. Quise comunicarme con mi amigo pero él no contestó mi llamadas, solo me mando un mensaje de texto diciendo que iría ya a recoger a su pareja.
El timbre de la puerta sonó, no me levanté esperando a que alguien se aproximara a abrirla pero todos estaban ocupados. Sabía quien era pero no quería abrir.
Cuando lo hice un elegante Erick esperaba afuera con rosas en mano a mi prima. Lo miré de pies a cabeza e hice un gran esfuerzo para que no me dominarán las ganas de besarlo.
-Hola. - pude vocalizar finalmente.
-Hola. - su voz se apagaba.
-Mi prima estará lista en unos minutos, ¿Gustas esperarla dentro? - tragué saliva.
-Gracias. - entró. Eran tan incómodo estar los dos solos en una sala tratandonos como desconocidos que no esperé a que fueran las 7 para salir.
No dije nada, solo me dirigí a la puerta y la abrí, estaba apunto de salir cuando él me habló.
-Joel. - No lo miré.
-Luces muy bien. - apenas escuché eso salí huyendo de casa.
-"Luces bien" ¿Que mierda quiso decir con eso? ¿Por qué juega así con mis sentimientos? ¿Por qué no puedo odiarlo? - empecé a hablar conmigo mismo. Subí al auto y lo encendí pero tanta era mi furia que antes de empezar a manejar golpeé el timón.
Llegué a casa de Ximena y noté que me observaba por la ventana, toqué la puerta y a los minutos ya estabamos en la puerta del colegio.
-¿Joe? ¿Estás bien? - preguntó antes de  bajar del auto.
-Si. - sonreí. - Por cierto, estas muy hermosa esta noche. - le abrí la puerta del auto. Ella se sonrojó.
Entramos, ella lo hizo de mi brazo, ya había gente dentro que apenas nos vieron entrar al gimnasio se acercaron.
No me había percatado  del por qué nos prestan tanta atención hasta que ella me lo dijo.
-Cambia esa carita, nos miran porque somos los más populares de nuestra generación.
Ella si que lo era, durante los últimos tres años fue la delegada de clases, su buena conducta destacaba entre los demás, además de su inteligencia y su belleza, sin duda alguna era la pareja a la que todos los chicos querían presumir esta noche, todos menos yo.
-Sinceramente no lo creo, estoy aquí, en nuestro último baile con el chico más guapo del salón.
-No digas esas cosas.
-Es la verdad, todas me miran por ello, todas morían por venir contigo. - acarició mis mejillas, apenas sentí el rose de su piel me alejé. - Vamos a nuestra mesa, allá está Chris. - señalé.
Nos dirigimos a la mesa 5 junto a Chris y su acompañante que hoy lucia como nunca.
-Wow estas hermosa. - fue lo único que pude vocalizar.
-Gracias. - se sonrojó.
-verdad que si. - reafirmó mi amigo.
Todo iba tan bien hasta que llegó él con Jessica. Yo no lo había notado si no fuera por el comentario realizado por Ximena. "Que bien se ven juntos, ¿Verdad Joelito?"
-Mi prima es muy guapa. - fue lo único que dije. Mi mejor amigo fue quien notó mi incómodidad por lo comentado así que nos a animó a bailar.
Traté de olvidarme de que ellos estaban en la misma fiesta, empecé a bailar como si mañana no hubiera día y agotado me acercaba a la barra por unas cuantas bebidas, claro está que las bebidas eran mezcladas con refrescos.
Mientras más tomaba más me olvidaba de su presencia, hice a Ximena feliz por una noche, lo digo porque en el momento en el que el Dj se animó a poner una pieza romántica, bailamos tan cerca que sentí su respiración en mi cuello, lo mismo hizo Chris y los demás, incluso Erick. Pude observarlo desde donde me encontraba y desde lo profundo de mi alma deseaba ser mi prima.
Al finalizar la pieza la iba a soltar pero ella no me lo permitió dándome un beso en mis labios. Me quedé inmóvil por su accionar, todos nos aplaudieron e hicieron un sonido tan estúpido que irritó mis oídos, corté el beso iniciado por ella pero no me atreví a reclamarle en frente de todos solo sonreí incómodo.
-Tengo que ir al baño. - me alejé. Todos dejaron de observar lo que pasaba, yo hice lo que dije, me dirigí al baño, el sudor se apoderaba de mi cuerpo, en esta estación del año no era dable andar con tanta ropa y mejor con terno.
Mojé mi rostro y hasta mi cabello para sentir alivio.
-Lo hiciste bien allá afuera. - esa voz era inconfundible.
-Gracias. - respondí sin decir más.
-¿Desde hace cuanto son novios? - preguntó mojando su rostro.
-No somos novios pero no quiero ventilar mi vida.
-Tiene mucha suerte..... Ya que tiene a alguien como tú. - dijo finalmente.
-¿Que quieres? - me cansé de escucharlo. - Vienes y me dices estas cosas, quieres que te diga que haces muy linda pareja con mi prima.
-Gracias pero no quiero tener nada con ella, solo una simple amistad.
-Eso mismo me dijiste a mi. - esas palabras escaparon de mi boca. El solo me observó a través del espejo.
Salí del lugar para no seguir hablando demás.
-¿Que tanto hacías en el baño bebé? - la dulce voz de Ximena comenzaba a aburrirme.
-¡Ay Ximena! Si quería ver lo que hacía hubieras entrado al baño con él. - comentó mi amigo con desagrado. - Oye corazón, acompaña a Xime a traer unas copitas, tenemos sed. - mi amigo le habló a su acompañante y ella se llevó a la imprudente de Ximena a rastras.
-¿Me dirás lo que te pasó? - ya a solas mi amigo comenzó.
-Erick entró al baño justo cuando yo estaba ahí, me empezó a decir de cosas como que estoy con Ximena y eso.
-No lo puedo creer. - enfureció.
-¿Que harás? - pregunté asustado al ver que se levantó de la mesa.
-Ya lo verás. - respondió.





*¡Hola! Quise escribir un capítulo más largo y también quise decirles que es el antepenúltimo capítulo de esta historia y espero que le den mucho amor....

Amor en Verano. (Joerick)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora