Corazón de piedra

Capitulo 12

Capítulo 12

Katya le dio un gran abrazo y fueron a comer.

K: Camila como te sientes?
C: como si alguien hubiese matado, veo todo gris.
J: la doctora dijo que tomaría un tiempo.
C: yo no sé que voy a hacer? No tengo dinero ni trabajo.
K: tienes tu apartamento.
C: pero ese no lo voy a vender... y si Petra regresa y no me encuentra?
K: ya vas a empezar -dijo fastidiada-
C: pues si! La rehabilitación era para mis aficiones hasta donde se no hay ningun centro que te quite el corazón roto. -dijo molesta-
J: ya tranquilas.
K: Mira estuve hablando con algunas personas, te voy a ser honesta, ninguna disquera esta interesada pero Alan dijo que podría arreglar unas presentaciones en pequeños lugares, sé que no es a lo que estás acostumbrada pero algo es algo.
C: o sea como?
J: Alan patrocina bandas nuevas y tocan en centros comerciales, bares, restaurantes ...
C: que? -con cara de asombro- bares?
K: Camila no estás en posición de exigir.
C: pero yo he vendido millones de discos, llenaba arenas y estadios....
K: y tiraste todo eso a la basura, mira Camila, no tienes idea del problema que dejaste aquí cuando te fuiste con ella, fue espantoso, tanto así que te vetaron de la radio, de lo que fuiste ya no queda nada, tendrás que empezar como artista nuevo.
J: míralo así, aún tienes fans, yo tengo canciones para ti, las puedes presentar en pequeños lugares e ir creciendo poco a poco, te aseguro que a la gente le gustaran las canciones.
C: bueno, tienes razón.
K: pero primero debes de arreglar tu imagen, de verdad Camila te ves jodida.
J: Katya!
K: que es la verdad.
C: había olvidado tu sutileza Kat.

Camila pasó 6 meses en recuperación física, hacía ejercicio y grababa en el estudio, poco a poco iba recuperando su espectacular figura e invertía en su persona.

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Julia había escrito unía buenos temas, Alan le pidió a alguno se sus amigos músicos que dejaran que Camila se presentará, tenía presentaciones los fines de semana en bares y pequeños recintos, también en eventos privados, así fue durante los siguientes 3 años, hasta la actualidad, con ayuda de Julia y Katya había salido adelante, sin embargo hacia un año Julia había dejado Londres y vivía en Viena.

Viena Austria.

Julia había dejado Londres, le habían ofrecido un puesto como directora musical de la filarmónica de Viena, le pagaban muy bien y era un trabajo estable, se había mudado con su mamá.

La: hija recuerda comprar las pastillas para Vika.
J: si mamá... por cierto donde está?
V: aquí estoy mamá, estaba explorando la casa.
J: y? Te gusto?
V: está bien.
J: te duele la muela?
V: ya no, la abuela me puso spray.
J: por favor Victoria ya deja de comer tantos dulces.
V: si mamá.

Julia sonrío y fue a darle un beso a su hija.

J: bueno mi vida, voy al teatro a firmar unos papeles y vuelvo con la cena.
V: está bien mamá  
J: ya regreso mamá, te encargo a Vika
La: descuida hija.

Julia iba manejando hacia el que sería su nuevo lugar de trabajo, el puesto le había llegado en un momento difícil de su vida y tanto ella como su hija necesitaban un cambio.

Flashback.

Mark y Julia eran un matrimonio joven, ambos adoraban a su hija y le daban todo el amor del mundo, Mark era un padre dedicado a su familia, la madre de Mark se había enfermado y necesitaba cuidados especiales, se mudó a casa de su hijo, entre los 3 y una enfermera la cuidaban, Julia la quería mucho y disfrutaba platicar con ella, Camila los visitaba de ves en cuando tenían una vida tranquila, hasta que un día Mark como todos los días llevó a su hija a la escuela y regresaría por su madre para ir al hospital.

M: amor, en lo que voy a dejar a Vika a la escuela ayuda a mi mamá.
J: si, no te preocupes, aquí te dejo el lunch de Vika -dejando una lonchera- y su trabajo de artística.
M: mmm que bueno que lo traes, se me había olvidado.
J: lamento no poder acompañarlos.
M: descuida, sé que estas celebridades se las dan de divos -haciendo un gesto gracioso-
J: jaja lo sé.
M: bueno, voy a dejar a Vika.
J: si. Pasas por ella?
M; si, debo comprarle sus tenis.
J: está creciendo muy rápido.
M: si. 5 años. como que ya va siendo hora de un hermanito. -sonriendo coquetamente-
J: no deja de hablar de eso. -besándolo-
M: te parece si lo hablamos esta noche.
J: me parece bien.