Capítulo 20 - Sonrojos contínuos

16.7K 1.3K 193
                                    

El día viernes, el día del juego, las personas en la universidad empezaron a actuar raro

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El día viernes, el día del juego, las personas en la universidad empezaron a actuar raro. Y por personas no solo me refiero a estudiantes, sino también a profesores. Todos estaban con la fiebre del fútbol. Llegué a clases, con dos minutos de tardanza, y lo primero que hizo el profesor fue preguntarnos por el pronóstico del partido. Ni siquiera hizo clase, se dedicó a hablar del potencial de los jugadores y de cómo creíamos que quedaría nuestro equipo. Por supuesto, la mayoría de los estudiantes en mi clase se prestaron para aquello, dando sus opiniones felices que el profesor no hiciera clase.

Lo que aprendí ese día, fue que Jadel Benson, el mariscal de campo, era muy bueno y todos tenían fe en él y en el equipo. Ni siquiera entendí la mitad de lo que hablaban en clase, por lo que me dispuse a hacer tareas de otros cursos. Al salir, fui de inmediato a la facultad de Diseño para hablar con Joel sobre mi siguiente tarea. Me habló la noche anterior para pedirme que fuera cuando antes a la oficina de la revista. Supuestamente me tenía una tarea pendiente más. Y no podía retrasarse cuando la revista digital ya estaba por salir en menos de una semana.

Lo encontré en su lugar de siempre, mirando algo en su laptop. Cuando me asomé, Magda no estaba por ningún lado. Solo eran Joel, su laptop, y la incesante música rock que sonaba a un volumen lo suficiente como para dejarme sorda.

—¿Joel? —Tuve que gritar para llamar su atención. Grité su nombre tres veces más hasta sacarlo de su entretenimiento.

Me miró sonriente.

—¡Jeane, justo a tiempo! —exclamó abriendo los brazos como si fuera a abrazarme. Notando mi escepticismo, tuvo la amabilidad de bajar el volumen de la música antes de dejarme sorda—. Esto será rápido. ¿Qué opinas del fútbol americano?

Arqueé las cejas.

—Uh, la verdad es que no tengo mucho c...

—¡Perfecto! —dijo cortándome. Me asustó un poquito su entusiasmo. ¿Acaso estaba drogado?—. Hoy empieza la temporada de fútbol y necesito fotografías. Muchas fotografías, montones de fotografías.

Me incliné a la derecha observando su escritorio. Al lado de su laptop reposaba una lata de Red Bull. A la derecha había tres latas más. Todas ellas se encontraban abiertas. Me crucé de brazos.

—Bueno, ¿y quién paga mi entrada?

—Nosotros por supuesto. —Sin quitar su sonrisa sacó de su pantalón dos tickets de entradas, completamente arrugados. Los tomé con un poquito de renuencia al ver que en las esquinas estaban mojadas. Las miré de lejos, extendiendo mi brazo—. Son para ti y Magda. Irán al juego de esta noche, y si tienen suerte, entrevistarán a los jugadores. Bueno, tú no. Eso lo hará Magda. Lo que necesito de ti son fotografías. Asegúrate de fotografiar absolutamente todo. Especialmente cuando anotan un gol.

Arrugué la frente.

—Touchdown, querrás decir. —Eso demostraba que había estado parcialmente concentrada en lo que decía el profesor y algunos estudiantes.

Lo que dure nuestro amor | ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora