Capítulo 35

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¡Hola, mis queridos! ¡Feliz semana santa!

Capítulo nuevo... E investigue el ritual pero decidí no colocarlo en sí.

También espero que hayan entendido el ejemplo que puso para explicar cómo es la renovación de la magia.

¡A leer!

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Mansión Malfoy.
Diciembre 22. 1993.
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Observando cómo Lucius y Remus guardaban con cuidado las cenizas dentro de pequeños sacos de tela, Harry no puede evitar sentir ira hacia el director y a sus seguidores.

Cuando apenas se volvieron amigos, le pregunto a Ron si habían costumbres en el mundo mágico como sucedía en el mundo muggles. Lo que recibió fue una explicación que las costumbres mágicas eran malas y oscuras además  que atrofian la magia de uno. Hermione dió opinión diciendo que las costumbres mágicas no servían de nada, antes de empezar a comparar ambos mundos y poniendo incapié en que el mundo muggle era mejor. Harry se desconectó de la conversación a los pocos minutos.

Ayer en la noche se dió cuenta que los rituales - al menos el de Yule - no era dañido en absoluto. La magia se sentía nueva, fresca y más poderosa. Si tuviera que comparar la sensación la compararía con una tina llena de agua.

Una tina llena de agua utilizada una y otra vez, de tono marrón fangoso que no fue vaciada en mucho tiempo, así describiría a su propia magia antes del ritual. Sin embargo, cuando una quita el tapón para eliminar el agua sucia, limpia la tina antes de volver a llenarla con agua fresca, limpia y pura así sentía actualmente su magia.

Renovado.

Apostaría que podría realizar hechizos simples con facilidad.

Abrió la boca para meter un pedazo de tarta de calabaza pero una lengua bípeda se metió el camino.

~¡Hades!~ -- Regaño el oji verde con enojó.

~No me estabas alimentos ~ -- Replicó la serpiente alada --. ~Además es delicioso ~.

Thomas sonrió cuando el oji verde comenzó a regañar a su familiar con voz preocupada. Nagi levanto la mirada por unos segundos antes de volver a sus bocadillos: un tazón lleno de pequeños roedores. Los cuales eran pequeños en su contenedor pero una vez que los consume crecen hasta llenar a su tamaño original.

Draco y Kasai parecían gatitos acurrucado en un gran y cómodo cojín, ambos estaban conversando y por la sonrisa maliciosa de Draco, todos se alegraban de no poder entenderlos... aunque se preguntan quién seria el alma en desgracia que los enojo.

Mientras no fueran ellos, todo estaba bien.

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Madriguera.
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Con la presencia del director distrayendo a sus padres  y a sus dos hermanos más pequeños, Percy aprovecho para llevarse a los gemelos a su habitación con la excusa de ayudarlos con la tarea. Ninguno le dió una segunda mirada.

-- ¿Qué necesitas, Percy? -- Preguntó Fred una vez que los tres estuvieron en la habitación del mayor --.

-- Ya lo sabrán -- Musitó, sacando su varita y hacer algunos hechizos de privacidad --.

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