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Pero con Taylor nada duraba mucho tiempo, era como si todo lo que la componía y todo lo que la rodeaba fuera fugaz y durara lo que tuviera que durar.

En su cumpleaños dieciséis, que era mi cumpleaños catorce, me obligó a acompañarle a una barbería. De sólo ver el lugar sentí nervios.

—¿Taylor, estás segura de esto?

—Totalmente

Entramos y el barbero le preguntó:

—¿Cómo quieres tu corte, hijo?

Taylor le explicó. Minutos después tenía frente a mí a una Taylor con un corte muy masculino y juvenil.

Ojalá no la maten por eso

Pensé.

Fuimos a su casa, mi madre había decidido que podía celebrar mi cumpleaños con Taylor, supuse que porque Taylor se había portado "bien" después de lo de su novia Andrea; como si no comprendiera que Taylor sólo se había deprimido, pero acababa de despertar de su sueño y todo se pondría de cabeza otra vez.

Al llegar a casa ya habían algunos de nuestros amigos, los cuales nos saludaron, de pronto apareció mi madre, miró feo a Taylor, pero no dijo nada.

Las apariencias ante todo.

Fue un cumpleaños agradable... Mientras duró.

Cuando la fiesta finalizó, tanto Taylor como yo, fuimos a la cocina por una taza de té, claro que había sido un error.

—No me interesa su corte. Con sólo que no ande de novia con otra chica

—Si lo hace puedo volver a hacer lo que hice con los padres de esa tal Andrea Michaelson. A la primer amenaza huyeron

Me sentí boquiabierta al escuchar eso. Taylor estaba en shock, sin que pasara mucho tiempo la tomé de la mano y la llevé fuera de la casa, unas cuadras lejos.
Bajo un árbol le pregunté:

—¿Estás bien?

—¿Bien? ¡Escuchaste lo que dijo tu mamá!  Ella hizo que Andy y su familia se fueran de la ciudad, seguramente por eso ni se despidió de mí

—Lo siento

—No es tu culpa

—Siento como si lo fuera

—Pero no lo es

—Taylor, por favor, no hagas nada

—¿Quieres que me quede de brazos cruzados cuando sé que mi hermana y mi madre siempre conspiran contra mí? ¡Mi propia familia, Scarlett! No sabes cuánto me duele que Andy se fuera sin despedirse y ahora entiendo porqué, si sus padres estaban amenazados era obvio que no dirían nada. ¿Qué de malo tiene querer a alguien? Yo no veo lo malo, lo único malo aquí es la forma en la que ellas se comportan ¡Somos familia! Se supone que uno quiere lo mejor para la familia, pero al parecer para mí quieren lo peor

Por sus mejillas corrían ríos de lágrimas mientras su cuerpo mantenía discretos movimientos espasmódicos. La abracé, talvez como nunca antes, entendía su pesar, su frustración, su enojo su tristeza; yo misma había vivido esos males, mi madre me alejaba constantemente de su propia hermana, sabiendo que Taylor era importante para mí.

—Entiendo lo que sientes, yo lo siento a veces, me alejan de ti y es como arrancarle a la fuerza la mitad a mi corazón

Llegaba a sentir que era como un animalito enjaulado, llegaba incluso a sentir ansiedad cuando las vacaciones llegaban y no podía ver a Taylor, mi madre me castigaba por pedir verla. Ella era mi compañera favorita de juegos, y quizás la única que tenía.

No, hasta que Drew se comporte como se debe

Eran sus palabras siempre.

Sentí lágrimas salir de mis ojos, ya no era sólo ella quien lloraba.
Me sentía impotente, sólo éramos dos niñas que dependían de sus padres y nada podíamos hacer contra ellos.

—No sé de qué les sirve tratarme como si fuera hija única, no sé porqué mi madre me trata así si no puede amarme completamente

—Tienes a tu padre

—Pero él sólo... Sólo lo veo por la noche, si mi padre supiera sobre éstas cosas...

—Es mejor que no lo sepa

La miré a los ojos tomando su rostro entre mis manos. La tristeza se notaba en su mirada.
Nunca pensé que esa sería la última vez que la vería tan vulnerable, al menos en un largo tiempo.

Llegando a casa las cosas cambiaron, no saludó a nadie y fue director a su habitación, arrastrándome con ella.

—No les diré nada...

Dijo al entrar.

—...Pero hoy muere Drew Gryffin. Sólo existe Taylor, la persona que sólo tú y mi padre conocen y aceptan

Se giró a mirarme y su mirada era diferente, como si algo se hubiese apagado y en su lugar un iceberg hubiera crecido.

—Al menos éste verano estaremos juntas en la casa de campo

Yo sonreí, pero preocupación había en mí. Me preocupaba el cómo se sentía y que no lo sacara, ese tipo de cosas hacían daño al final.

Desde aquel momento empezó a comportarse como una persona fría en todos los sentidos y aspectos, dejó los colores "alegres" y optó por colores monocromáticos, su habitación pasó de celeste a gris tenue. Y su comportamiento con mi madre y mi abuela era cortante, frío, seco y a veces hasta sarcástico.
Adiós a la niña cariñosa y alegre.
Cuadriculó tanto sus sentimientos que ya ni siquiera conmigo era cariñosa, no tanto como antes.

No volví a saber si tenía novia, ni de alguna "amiga con derecho", nada, su vida privada quedó en eso, en privado. Más tarde me enteré que desde Andy no pretendía ni salía con nadie.

A los ojos de los mayores parecía que todo aquello había acabado, en la escuela mi madre preguntaba por su comportamiento y su cercanía con las chicas, pero Taylor hasta de los chicos se había alejado. Se la pasaba leyendo en la biblioteca escolar o en algún lugar escondido oyendo música en un aparato que metía de contrabando.

La habían perdido, Taylor no iba a volver a ser aquella niña que aún a sus diez años admiraba a las mujeres que le hacían daño.

Drew Gryffin nunca volvería.

The Gryffin's SinsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora