Taylor
Abrí los ojos con pereza, sentía que me molestaba la luz y tenía un ardor leve en éstos.
—¿Estás bien?
La voz de un hombre me puso en alerta, miré a mi alrededor, estaba en una habitación desconocida, giré hacia donde provenía la voz.
—¿Vincent? ¿Cómo...?
—¿Estás bien?
—Sí, creo que sí
Me senté, mi cabeza palpitó, me dolía.
—¿Cómo llegué a tu casa?
—Te traje yo. Te encontré en la calle, esperaba a que el semáforo se pusiera en verde, escuché que alguien gritaba, cuando logré avanzar te ví tendida en la acera, me bajé ganándome insultos, estabas dormida, talvez inconsciente, los ojos y las mejillas húmedas, así que mejor te traje a casa. ¿Pasa algo?
Ví en sus ojos preocupación, sí me escuchó quiere decir que sabía la razón por la que lo hacía.
—Recordé absolutamente todo y me he dado cuenta que me han mentido, todos ocultaron lo de Emma ¡incluso tú! Nadie me dijo que Scarlett es mi sobrina, algunos actúan como si me quisieran cuando sé que no es así y sigo sin saber porqué tuve ese accidente
Vincent frunció el entrecejo, como pensando en algo.
—Taylor, el día del accidente, tú y Emma vinieron a verme y pedirme que guardara algo en mi caja fuerte
Lo pensé, tenía razón.
—¿Qué es lo que trajimos?
Vincent salió de la habitación y volvió un poco después, entregándome una bolsa sellada y una tijera. Al abrirla encontré una memoria de USB y los recuerdos que faltaban vivieron a mí, los documentos, la información, todo.
—Guardala de nuevo, no la pierdas, tiene información importante, tanto que puede cambiar la vida de muchas personas
—Hay que sellar la bolsa entonces
Más tarde Vincent me llevaba a casa, se estacionó y ambos miramos el lugar.
—Gracias por todo, Vincent
—Si necesitas algo llámame
—Nos vemos
Bajé del automóvil, me detuve frente a la puerta, suspiré y entré, fingiría que aún no sabía nada, estaba molesta, pero por alguna razón quería hacer esto, ver hasta qué punto llegaban todos. No sabía con quién estaba más molesta, con mis padres, con mi grandiosa hermana, con Betty o con Scarlett Rogers, simplemente sentía que tenía a todos entre ceja y ceja.
Tenía que pensar algo rápido.
Caminé velozmente a mi habitación, no quería hablar con nadie.
Gran sorpresa me llevé al entrar, no era el momento para encontrarme con ella, aún no era el momento para enfrentarla y fingir.—Mi amor
Sonrió y caminó a mí.
Estaba perdida, porque su voz era capaz de calmar a todos los demonios que ahora me seguían, porque su cercanía podía hacerme olvidar de todo a mi alrededor.
Y había estado a punto, pero recordé que ella era mi sobrina, luego, ella no era mi sobrina, pero era la hija de mi hermana, una mujer capaz de muchas cosas.Estar cerca de ella era un peligro y una parte de mí quería correr todos los peligros existentes, por ella
Pero... Hubo un pero más, el único capaz de hacerme apartar antes de que Scarlett rozara sus labios con los míos.
Ella era Scarlett Rogers, hija de Lily Rogers, su madre era la culpable de que mi novia estuviera muerta, porque ese hombre, ese que me había seguido alguna vez en el centro comercial, ese que Scarlett dijo que había estado en su casa hablando con mi hermana, había sido el mismo que chocó contra mi coche, el mismo que se llevó los documentos sobre Scarlett, la verdad de su madre real y la verdad de mi hermana estaban allí, documentos manchados con mi sangre y la sangre de Emma, el precio de la verdad había sido la muerte de mi novia y esto no se iba a quedar así.Lily, una vez pensé que no podía lastimarme más, pero lo hizo, me destruyó, me mató cuando mató a mi novia. Y yo era responsable de su muerte, yo la había arrastrado a eso.
—Taylor...
Susurró cuando me aparté y fui a mi armario, necesitaba un tiempo lejos, vivir el duelo de Emma, pensar qué era lo que iba a hacer, cómo iba a actuar, debía poner todo en orden.
—¿Qué haces?
—Estoy empacando
—¿Qué? ¿porqué?
—Yo... Pues necesito un tiempo lejos, siento que me ahogan con sus cuidados
Y no mentía con eso, Scarlett lo sabía.
—¿A dónde irás?
La miré fijamente, fruncí el entrecejo.
—No te importa
—¿Irás a la casa de campo?
Había sido mi primer opción, pero allá me encontrarían fácilmente.
—No
—¿Entonces?
—¡Ya! Déjame en paz ¡No tengo porqué decirte lo que hago o no!
—¿Porqué me hablas así?
No respondí, seguí empacando.
—¡¡Taylor!!
—¿Qué? ¡¿Qué quieres?!
Debía calmarme o arruinaría todo.
—¿Qué te sucede?
Tocó mi mejilla, en su mirada en lugar de enojo había ternura.
—Nada, sólo necesito estar sola
—¿Pero porqué?
—Scarlett, hay cosas que debo aclarar
—¿Has estado recordando algo?
—Eh... Sí... Yo... Recordé algo
—¿Es malo?
—No lo sé
—¿Puedo saber?
La miré un segundo, suspiré, talvez me arrepentiría más adelante, pero no tenía nada mejor ahora.
—Lily Rogers es mi hermana, tú eres su hija, por tanto, mi sobrina
Su rostro palideció de inmediato.
—Taylor...
Susurró.
—Osaste en no decirme, creí que estarías de mi lado en cualquier caso ¡pero me lo ocultaste! Creí que eras mi mejor amiga que había una oportunidad de estar contigo, que sólo debías terminar con Samantha y...
—Taylor, temí que no recuperaras la memoria, existía la oportunidad de estar contigo, aunque no pudieras recordar quién era yo realmente
—Sabías que no podías y aún así lo hiciste
—Porque te amo. Te amo aunque seas mi tía, estaría contigo aún teniendo al mundo en contra
—Pero no puede ser, tienes novia y tu mamá...
No terminé, tomé mis cosas y caminé a la puerta.
—¿Quieres decir que estás terminando lo nuestro aunque nunca inició?
¡Ah, mi Scarlett! Si supiera que lo nuestro era implícito y había iniciado desde mucho tiempo atrás. Me giré para verla un instante, sus ojos estaban llenos de lágrimas, abrí la puerta y sin responder, salí.
Estaba mal hacerla sentir así, pero por el momento era necesario que estuviera lejos de mí.Tomé un taxi y fui a casa de Vincent, talvez él podría ayudarme.

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The Gryffin's Sins
Teen FictionDespués de luchar contra sus propios demonios y aceptar su amor por Scarlett. Taylor Griffin sabe dos cosas. La primera: está enamorada de la hija de Lily. La segunda: Lily es capaz de cometer homicidio y está segura que irá a por ella. Todo debi...