Taylor
Acababa de dejar a Scarlett en su casa, nunca iba a terminar de creer que era mi sobrina, yo la veía más como una prima, más acertado como una amiga o realmente de cualquier otra forma, menos como mi sobrina.
Mis hermanos más parecían adultos comunes, parecían mis tíos, aunque a veces tanto Will como Albert eran más cercanos. William, aunque mayor por veintiocho años era el que más cerca de mí estaba, hacíamos muchas cosas juntos, cuando tenía tiempo, su trabajo le impedía estar conmigo, no estaba casado aún, suponía que le gustaba la idea de ser soltero.
Papá siempre estaba para mí, aunque al igual que mi hermano, su trabajo le dejaba poco tiempo.
Mamá aprobaba todo, todo lo que no tuviera que ver con mi personalidad u orientación sexual.
Lily, mi hermana, me llevaba veintidós años de diferencia y se comportaba más como mi madre, talvez como un prefecto, como la autoridad o la palabra más acertada quizás era "verdugo". Cuando algo de mí no le gustaba metía sus narices hasta que mi madre cediera a lo que ella decía y yo acababa en castigo, prohibiciones y más reglas sobre mí.
Albert era el chico cool, inmaduro, fiestero, era mayor por veinticuatro años, vivía sólo, en un apartamento que pagaba él mismo, su techo, sus reglas. Me daba cosas de contrabando, dulces, pastelillos, en la infancia juguetes y cosas así para cuando me castigaban, actualmente hasta teníamos incluso un teléfono secreto, cuando me quitaban el mío lo llamaba desde ese y le pedía salvarme cuando se me hacía intolerable. Era más como un amigo, mi mejor amigo.
Y por último estaba la mayor de todos, cuando nací ella tenía treinta años, se mostraba neutral en todo lo que tuviera que ver conmigo, no interfería nunca, no sabía de qué lado estaba o si estaba de alguno. Teníamos una relación normal, normal para alguien de su edad y la mía.
Pero la persona más esencial en mi vida era Scarlett. Aunque por momentos la alejaban de mí, ella siempre estaba. Ella junto a su prima Elizabeth hacían todo mejor.
Aún no lograba entender cómo es que no huía, seguía en casa de mi padre. En los últimos dos años sentía que vivía en casa de un extraño, y no por mi padre, sino por mi madre, lo que escuché aquel día de mi cumpleaños aún seguía haciendo de las suyas dentro de mí, nunca les reclamé por ello, pero tampoco se iban a quedar las cosas así.
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The Gryffin's Sins
Novela JuvenilDespués de luchar contra sus propios demonios y aceptar su amor por Scarlett. Taylor Griffin sabe dos cosas. La primera: está enamorada de la hija de Lily. La segunda: Lily es capaz de cometer homicidio y está segura que irá a por ella. Todo debi...