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Taylor

Otra navidad había llegado, mi desconfianza crecía más al ver cómo trataban a Emma, sobre todo Lily.

—Por primera vez me alegro de que tengas novia

Dijo en un momento en el que me había alejado de Emma.

—...así no andas tras mi hija

—Nunca he andado tras tu hija, si fuese así te hubieses enterado de inmediato

Repliqué. Estaba molesta que siempre fuera lo mismo. Y aunque al final no estuviera equivocada, yo sabía que no había motivos contundentes para acusarme de esa manera.
Estaba intentando comportarme como la tía que era y no como la chica enamorada que había obviado prohibiciones estipuladas por la sociedad.

Había vuelto con Emma cuando su celular sonó.

—Contesta

—Aquí no

Me susurró, la llevé a mi habitación, puse el seguro y la llevé al closet donde nos encerramos para que ni por la puerta se escuchara la conversación, a esas alturas ya sabía que era Dennis Robinson.

La conversación fue breve, no duró ni un minuto.

—¿Qué dijo?

Pregunté al instante que la llamada terminó.

—Quiere que lo veamos mañana a las ocho

—¿Tan temprano?

—Sí, dice que es importante y que no le digamos a nadie más a dónde vamos

—Parece confidencial

—Lo es, encontró algo, pero no quiso darme más explicaciones

Salimos del reducido lugar, yo muy pensativa.

—Debo irme ya

—Pero sólo son las siete y algo

—Mi familia me espera

—Lo sé, te agradezco mucho que vinieras

—Es un placer, Taylor

Tomó mi rostro y me besó, un beso al que correspondí, porque yo sinceramente la quería.

*

El aire frío del veinticinco de diciembre soplaba contra nuestro rostro.
Estábamos esperando a que Dennis llegara. Habíamos seguido sus instrucciones, fui a casa de Emma, dejé mi carro fuera, en la calle, luego, por el interior del garaje subimos al carro de su madre y Emma condujo muy lejos de la ciudad.
Cuando Dennis llegó se veía preocupado, me miraba preocupado.

—¿Qué sucede?

Preguntó mi novia, contagiada por la preocupación.

—Descubrí algo importante, pero creo que saber esa información es peligroso. Taylor, tu hermana no es lo que crees, esconde muchas cosas, aún no tengo cómo comprobarlo, trabajo en eso, pero quería verte. No la provoques, ella no es lo que piensas

El pánico llegó a mi rostro y a mi corazón que ya iba acelerado, mil cosas cruzaron mi cabeza y no sabía cuál de esas era real.

—Cuida tus espaldas, te está vigilando

—De hecho, hace unos días ví a Betty y a Scarlett; y un hombre apareció por todos los lugares a los que pasé, cuando entramos al cine lo perdimos de vista, al salir no estaba

Se quedó viéndome fijamente, pensando.

—Avisame si vuelves a verlo, debo irme. Cuando tenga algo concreto de lo que investigo sobre ella te lo haré saber

The Gryffin's SinsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora