The Gryffin's Sins

XXIX

Scarlett

Acababa de entrar a casa junto a Sam, me sorprendí de ver a un desconocido en la sala, nos miró fijamente y un mal presentimiento se apoderó de mí, al instante apareció mi madre.

—Sube a tu habitación, hija

La miré por un segundo y luego obedecí, al parecer era serio y privado lo que iba a tratar con ese sujeto.

Sam se había acostado en mi cama, yo estaba trabajando en mi laptop.

—¿Te puedo preguntar algo?

—Dime

—¿Porqué tus ojos son azules?

—No te estoy entendiendo

—Lo digo porque los de tu madre son verdes, los de tu padre son celestes y los de tu tía incluso son grises

—Todos los Gryffin tienen los ojos verdes, excepto Taylor y yo. Se supone que Taylor tiene el color de ojos del bisabuelo Gryffin y los demás tienen el color de la bisabuela. Y no sé porqué son azules los míos, supongo que es herencia de los Rogers, los de mi abuela son azules

—Es un poco raro, ya que en tu familia domina el verde

—Bueno, en Taylor se demuestra que no todos nacen así... Ahora que lo pienso, Taylor es una verdadera Gryffin, heredó del bisabuelo

—Jaja una verdadera Gryffin, suena gracioso ¿Los demás qué son? ¿Falsos Gryffin?

Cómo Sam lo decía parecía gracioso.

—¿Tu relación con tu tía siempre fue así de mala?

—¿Mala?

—Me pareció que no se llevan bien

—Nos llevábamos muy bien, pero mi madre ha interferido mucho en nuestra relación

—¿No le agrada porque es lesbiana?

—Exacto

—Pero tú...

—Si se entera haría lo mismo contigo, lo mismo que ha hecho cuando se ha enterado que Taylor tiene novia

—Habrá que vivir en narnia para siempre

Volví a reír, aunque no me parecía gracioso del todo. Estar metido en "el closet" no era algo que yo quisiera, no quería pasar toda mi vida escondiéndome para amar a alguien mientras los demás podían ser libres.

*

—Casi la obligué a venir

—No debiste hacerlo

—Claro que sí, las tres necesitamos un respiro de nuestra pareja y tener tiempo en familia

Claro, "familia", eso éramos a fin de cuentas.

—¿Y aceptó?

—Sí

Sonrió.

—¿Qué hiciste para que viniera?

—Nada, primita

Taylor apareció, llevaba puestos sus lentes de aviador, como siempre. Un poco más atrás ví al hombre que había estado en mi sala días antes. Se me hacía sospechoso, también llevaba puesto unos lentes oscuros y yo que creía que sólo Taylor era la loca de andar anteojos oscuros en invierno.

—No miren, pero atrás hay un sujeto que ha dado todos mis pasos para llegar a ustedes, se me hace tan raro

Me paré y la abracé como si nada para decirle al oído:

—Hace unos días estuvo en mi casa, no sé si llamarle casualidad

Ella había aceptado mi abrazo como si nada también.

—No lo sé

—No creo que nos esté espiando, no hay nada malo en lo que hacemos

—Entremos ya al cine y ahí vemos si nos sigue

Opinó Taylor. Hicimos eso, cuidando siempre de observar nuestro alrededor, el hombre se quedó afuera y no lo vimos más ni antes de entrar a ver la película ni cuando ésta finalizó y salimos.

—Sólo fue casualidad

Dijo Betty ya afuera.

—Supongo

Opiné, no muy segura. Taylor seguía pensativa, nos despedimos, seguía distante, pero a esas alturas ya me daba igual, o eso decía mi mente.

—¿Dónde estuviste?

Preguntó mi madre.
No iba a mentirle, un conocido suyo nos había visto.

—En el cine, con la tía Taylor y Betty

—¿Se divirtieron?

¿Desde cuándo te interesa si me divierto con tu hermana y mi prima?

—Sí

Ella sonrió como si aquello le alegrara, pero yo no me lo creía.
Estaba actuando extraño y no sabía porqué sentía que aquello no era bueno, quise hacerme creer que era sólo mi imaginación.

Pero más temprano que tarde me daría cuenta que mi instinto no me engañaba y que todo siempre estuvo mal.

Ahora debía tener más cuidado con Sam, ya sabía que habían conocidos de mi madre cerca y cualquiera podía decirle que me andaba besando por allí con otra chica.
Conocía a mi madre, sabía hasta dónde podía llegar, no en vano Taylor ya no estaba con Andrea, nosotras lo escuchamos de su boca, me preocupaba terminar de esa forma también.