XXXVII

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Scarlett

Los días seguían pasando, el desánimo en la familia crecía, todo estaba mal, una canción y un par de palabras no harían que volviera, yo era muy ingenua por creerlo. No quería rendirme, no me lo perdonaría.
Las fotos en la casa de los abuelos me animaban, Albert había colgado ya la que hizo en las fiestas de diciembre y la foto que hizo Betty en los rosales; y por momentos así no me rendía.

—No importa si al despertar jamás estás conmigo, yo seré feliz de sólo verte con salud, de saber que estás con vida, me conformaré con eso, Taylor, te lo aseguro, pero por favor vuelve

Sostenía su mano, más lágrimas salían de mis ojos, no había habido día que no sucediera.
Me subí a la camilla, a veces abrazarme a ella ayudaba, pero sólo lo hacía cuando ni mi abuela ni mi madre llegarían. Me acomodé en su hombro y lloré en silencio, recuerdos de nosotros cruzaban mi pensamiento.

El día de verano en la casa de campo se presentó tan claro como si lo estuviera viviendo, su risa mientras me veía correr para allá y para acá en aquel terreno, su fastidio y su puchero cuando el calor la sofocó, su sonrisa, su mirada, su beso, su negación por ello, todo era exactamente idéntico, pero había tomado mi mano, me había dicho "te quiero", pero yo no recordaba que dijera esas palabras realmente.

Desperté sobresaltada cuando ella se sentó bruscamente en la cama. Yo estaba asustada y estuve más cuando ella con angustia dijo:

—Emma... ¡No!

La ví buscar con desesperación entre la nada, las lágrimas salían de sus ojos y salían de los míos, intenté calmarla, pero parecía no escucharme. Parecía estar en un trance donde nada existía, sólo una imagen que únicamente ella veía.
Apreté el botón para llamar a las enfermeras o doctores, Taylor se alteraba cada vez más y su voz, su desesperación me dolía.

—No, no, no, no. ¡Emma! ¡¡Emma!!

Tiró su almohada y la sábana y todo lo que estaba a su paso, me bajé de la cama de un salto, asustada por lo que sucedía, tiró lo de la mesa que estaba al lado de la cama y estaba por arrancarse las sondas y cables que estaban conectados a su cuerpo, pero en ese momento las enfermeras entraron, el doctor y una enfermera la sostuvieron y otra le aplicó un calmante, de a poco se fue relajando.
Los rastros de sus lágrimas seguían en sus mejillas y a mí verla así me rompió.

Hubo silencio, luego me dirigí al doctor.

—¿Qué sucedió?

Mi voz sonó temblorosa.

—Necesito hablar con los padres de la paciente

—¡Soy su familia!

Espeté molesta.

—¡Soy yo quien está aquí! ¿Acaso no puede decírmelo a mí?

El doctor cruzó miradas con las enfermeras y éstas salieron, él suspiró con cansancio.

—No estoy seguro si ha despertado o lo que sucedió fue un acto reflejo de su subconsciente

—Tenía abiertos los ojos

—Los sonámbulos hacen cosas dormidos, pero no quiere decir que estén despiertos

—¿Lo que sucedió es bueno?

—No puedo decirlo con certeza aún

Lo que esa tarde sucedió significó nada a fin de cuentas, no volvió a despertar, pero algo nuevo pasó, lo supe dos días después.
Mi abuela, mi madre y Betty estaban afuera, nunca interrumpían mientras le cantaba, siempre la misma canción.

When I'm away, I will remember how you kissed me, under the lamppost, back on 6th street, hearing you whisper through the phone. Wait for me to come home

Terminaba la última estrofa cuando noté lágrimas saliendo de sus ojos cerrados y me dolió, porque sabía que no podía ayudarla, porque no era una de esas pesadillas que ella tanto odiaba y de las cuales yo podía despertarla, yo ya no sabía si esto era la vida real o "el país de las maravillas" talvez era el país de las pesadillas, toqué su mano, en la palma le hacía círculos, me pareció que su rostro volvió a la calma, solté el aire cansada, deseando que todo aquello terminara ya.

Pero con los siguientes días sólo pensé que apenas comenzaba. Ese día Vincent me acompañaba. Cada vez se hacía más cercano, tanto como para permitirle escucharme mientras le cantaba ese día.
Al finalizar la canción dijo sorprendido:

—De sus ojos salen lágrimas

—Siempre sucede con ésta canción

—¿Has intentado con otra?

—No

Me miró como diciendo "¿en serio?"

—Prueba con otra

—Talvez mañana

—¿Podemos salir a tomar un café un día de estos?

Su petición me sorprendió ¿Me estaba invitando a salir? ¿En qué forma?

—Yo...

—Quiero hablar contigo de algo referente a Taylor

—Está bien, mañana después de mi visita

—De acuerdo

Se puso de pie y yo igual, besó mi mejilla como despedida y salió de la habitación.

The Gryffin's SinsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora