XXXII

481 41 3
                                        

Taylor

Levanté la mirada y me encontré con sus ojos azules, sonreía, aunque el gesto no se mostraba del todo en sus labios.
Me sorprendí al darme cuenta que ella siempre me había mirado de esa manera especial, con ese amor que decía tenerme, ahora seguramente ella también sabía que yo la miraba igual.

Aparté la mirada dirigiéndola a Phill, el novio de Betty, lo había presentado a la familia, se ganó un:

—Ya era hora que conociéramos a tu novio

De parte de Albert, me hizo reír, era de esperarse teniendo en cuenta que Betty jamás había hecho eso y ya estaba por cumplir veinticinco.

Era treinta y uno de diciembre del dos mil dieciocho, estábamos reunidos en la mesa, cenando, Bill y Albert bromeaban entre ellos, papá, Arthur y Edward mantenían una conversación sobre nuevos modelos de automóviles y economía, Elizabeth y su novio susurraban quién sabe qué, mi madre, Lily y Louis en cambio hablaban de la comida, mis hermanas querían saber qué le ponía a su receta para que le quedara así de delicioso.
Y mientras todos ellos tenían una normal cena, Scarlett y yo manteníamos nuestro voto de silencio, cruzando miradas de vez en cuando y sonriendo cómplices discretamente.

Lily había estado actuando extraño, me comentó Scarlett al llegar esa tarde, había dicho que la había visto molesta hablando por teléfono, hablando en secreto y saliendo por la noche, que su padre decía no saber nada. Algo estaba sucediendo y no lograba comprender qué era.

—Toca algo en el piano

Pidió mi padre a Elizabeth y todos aprobaron la moción.
Conocía la canción, pero Betty nunca cantaba.

Papá bailaba con mi madre y las demás parejas le siguieron, por defecto Phill acompañó en el baile a Scarlett, yo sólo me apoyaba en el piano viendo la escena mientras Albert los fotografiaba.
Cuando Betty terminó le susurré:

—Ve a bailar con Phill, yo me encargo

Se puso de pie.

—Dile a Carly que me ayude

Y así fue. No sabía qué pasaba a nuestra espalda, qué gestos tenían o cómo nos miraban.

—¿Qué quieres que toquemos?

—Sabes tocar Al... Mmmm... No, mejor esa no. ¿Sabes tocar Love Story?

—Aprendimos juntas en éste piano

—Pues esa, vamos a cantar

Comenzamos a tocar, miré de reojo cómo bailaban y sólo asegurándome de ello me permití mirar a mi acompañante, concentrada en lo que hacía, me miró y sonrió entonando la letra.

Por donde puedo empezar a contar la historia de cuán maravilloso puede ser el amor, la dulce historia de amor que es más antigua que el mar, la simple verdad acerca del amor que ella me da.

Mientras cantábamos sentía que aquellas palabras las decía para ella, por ella.

¿Por dónde puedo comenzar?
Con su primer hola ella le dió una razón a la vida, ella llena mi corazón, con cosas especiales, con canciones de ángel y salvajes expectativas, ella llena mi alma con tanto amor que a donde quiera que voy nunca estoy solo, con ella al lado quién podría estar solo

Mi mano izquierda y su mano derecha se rosaban a veces, estaba feliz con esa escena, de pronto el sonido de una foto tomada me hizo reaccionar, Albert se acercó a mostrarme una foto donde tanto ella como yo estábamos pérdidas en nuestra mirada mientras nuestras manos se perdían en las teclas y nuestras voces se encontraban en un sólo sentimiento.

Tomo su mano, siempre está allí. ¿Cuánto tiempo durará? ¿Puede el amor ser medido por las horas del día? No tengo respuesta ahora, pero esto es lo que puedo decir
Que la necesitaré, hasta que todas las estrellas se consuman y ella estará allí.

—Siguen tocando maravilloso

Dijo el padre de Scarlett cuando terminamos, teníamos años sin hacerlo.

Más tarde, cuando todos dormían, cuando Phill se había ido y Betty y Scarlett estaban en mi habitación, como cada año; ella dijo:

—Echaba de menos compartir el piano contigo

—Yo también. Ya es hora de dormir

Moría de sueño, pero probablemente ella aún tenía energía.

—¿Puedo pedirte algo antes?

—¿Qué quieres?

—Si se van a besar, de favor, no lo hagan frente a mí

Comentó Betty de broma.

—Entonces no mires

Dijo Scarlett logrando que Elizabeth hiciera lo que ella sugirió.

—¿En serio es eso lo que quieres?

Susurré, ella sonrió, la esperanza en sus ojos. Pensé en todo, las consecuencias o mis remordimientos, lo segundo no existía en mí.
Jamás me remordería la conciencia por tener estos encuentros con la persona que amaba.

Rocé sus labios, un beso corto, suave, me separé y ella me abrazó, justo en ese momento mi teléfono sonó, era Emma.

—Disculpa

Me aparté de Scarlett.

—¿Aló?

Lo que sea que vayas a hacer mañana, lo cancelas

—¿Qué pasa?

Dennis quiere verte

—¿Lo tiene?

Sí, sólo que quiere que todo se haga de forma discreta

—Normal, como siempre

Taylor, creo que encontró algo realmente grave, vino a casa y dijo que después él debía irse por un tiempo y que al leer los documentos que te dará que favor los quemaras

—Suena grave

Nos vemos, buenas noches

—Buenas noches

Te quiero

—También te quiero, Emma

Me preocupé con lo que dijo en la llamada, me giré, Scarlett me miraba molesta y Betty tenía cara de no saber qué hacer.

—¿Qué pasa?

Pregunté sin entender realmente.

—¿La quieres?

—Claro que la quiero, Scarlett, así como tú quieres a Sam ¿Porqué no habría de hacerlo con ella?

—Porque...

—Ya entendí, no hagas esto, por favor, no sabes lo difícil que es

—¡Sí, lo sé!

—No empiecen a discutir

—No lo haré

Le respondí a Betty, luego seguí.

—Dormiré en la sala, tengo algo importante que hacer mañana

—¿Con ella?

Ésta vez sonó triste.

—Sí, Scarlett, con ella

Salí y fui a la sala sin esperar respuesta, sabía que le hacía daño, pero no podía explicarle todo, evidenciando a Dennis y su trabajo, ni evidenciando mi desconfianza hacia Lily.

Estaba ansiosa con lo que sea que Dennis iba a mostrarnos.
El sueño se fue, lo que restaba de la noche no pude dormir, sólo pensaba en qué podría revelar Dennis.

La canción que Taylor y Scarlett cantan es Love Story de Andy Williams, por si quieren escucharla.

The Gryffin's SinsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora