Cuando el padre Shin llegó al hospital, aún no podía creer lo que había sucedido en su ausencia. Tan solo se había ausentado un par de horas y había ocurrido una catástrofe. Pero por más que las cosas estuvieran tan mal, en lo único en que podía pensar era en su pequeño. Su niño y las cosas en las que estaba envuelto en este mismo momento.
No podía evitarlo, realmente, aunque quisiera, no podría hacerlo. Y es que de solo imaginar que algo le sucediera de cualquier forma lo afectaba. Por otro lado, sabía perfectamente que esto, de alguna forma, llegaría a pasar. Y se culpaba por ello. No había sido lo suficientemente inteligente como para detener a tiempo lo que sabía que estaba pasando entre Jihoo y Yoongi, y mucho menos había sido lo suficientemente consiente para saber que eso agravaría más las cosas. Pero ya era demasiado tarde para arrepentimientos, y lo único que podía hacer ahora era rezar para que ambos salieran ilesos de lo ocurrido.
La hermana Jisoo estaba sentada en compañía de las demás religiosas. Su cara reflejaba tanta angustia y preocupación que no pudo asegurarle algo bueno al sacerdote.
_ Hermana ¿Cómo están los chicos? ¿Han dado noticias al respecto? _ fue lo primero que pudo formular ante la angustia del ambiente. En realidad, quería saber qué había ocurrido exactamente. Pero lo importante en estos momentos era saber sobre si estarían bien.
_ Jimin está bien, está recibiendo atención médica en estos momentos. Es el menos afectado. Sufrió un fuerte golpe en la cabeza, pero nada grave. Le están curando su lesión de la pierna. _ el padre se sintió aliviado por eso. Al menos el pequeño estaba bien, pero eso no lo eximía de sentirse aún más ansioso por los otros dos.
_ ¿Qué paso con Yoongi y Jihoo? _ La hermana frunció los labios y agachó la mirada por un momento. Eso no era buena señal, y el corazón del padre Shin no pudo ir más rápido que ahora.
_ ¡¿Sucedió algo malo, hermana?! ¡Dígame por favor! ¿Están bien?
_ Ellos... Jihoo está en cuidado intensivos, padre. Su cabeza sufrió un grave daño por los golpes y Yoongi, bueno... Él aún se encuentra inconsciente. No sabemos qué sucedió aún con exactitud, sólo sabemos que Jihoo estaba golpeando a Yoongi en el patio trasero y que Jimin intentó separarlos, saliendo herido por un empujón de Jihoo.
El padre no sabía qué hacer. Uno de sus chicos estaba gravemente herido y su pequeño, su niño no había despertado aún. ¿Qué clase de castigo era este? ¿Por qué no había hecho nada para poder evitarlo? No sabía con exactitud qué debería hacer, por primera vez en mucho tiempo se sentía tan asustado que ni la sabiduría de Dios podría consolarlo. Todo esto es su culpa y nada más que suya.
_ Padre, debemos orar. Es lo que necesitamos hacer ahora. Refugiarnos en Dios y esperar. Verá que todos saldrán bien. _ La religiosa miraba con algo de calma en sus ojos. Era lo que siempre hacía para sobrellevar los momentos difíciles. Sabía que quería ser fuerte, pero sentía que no podría con ello. No hasta saber que su niño se encuentra bien.
El solo pensar de esa forma lo hacía sentirse mucho más culpable de lo que ya se sentía. Era un hombre egoísta y lo sabía mejor que nadie. Pero por más que se repitiera así mismo que lo que pensaba era incorrecto, ya nada podía evitarlo. Habían transcurrido tantos años con este sentimiento, que lo único que provocaba el pasar del mismo, era que aumentaran día tras día. Pensaba en Yoongi desde que se levantaba, hasta que volvía a dormir. Su bienestar era lo más importante para él y aún no entendía el porqué. ¿Qué razón tendría Dios para inculcar en él un amor tan inmenso como el que decía profesar a Yoongi, a su pequeño? Le era difícil comprenderlo, pero a veces Dios actúa de manera misteriosas. Se dijo así mismo que lo mejor sería orar. Así podrían pedir por la salud de los pequeños y esperar poder salir de esta pesadilla.
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PANDORA - YOONMIN ADAPTACIÓN
RomancePark Chi Min uno de los psiquiatras más importantes del gremio académico ha públicado su ultimo libro en psicología de la maldad llamado PANDORA. En el cual, cuenta la historia de un hombre atormentado por la maldad misma, realizando una revelación...