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Dicen que cuando una buena corriente de aire ocurre, es Dios quien está tratando de borrar todas tus preocupaciones. Pero para Jimin, eso era algo imposible. Las cosas en la casa del lago han permanecido demasiado neutrales para su gusto. Y por más que trate de ver el lado positivo de las cosas. De que a raíz de esto está de nuevo junto al hombre que ama. No puede estar en paz. Tal vez, el motivo más recurrente sea el saber de la presencia de Taemin. O quizás, que, de alguna manera, sabe que Yoongi no ha terminado con su cometido.

En todo caso, es difícil saberlo. Porque en las últimas noches se ha alejado de todo lo que lo rodea y se ha dedicado a permanecer al lado de su ángel. Sin embargo, últimamente, las secuelas de sus pensamientos lo han atormentado físicamente. No puede dormir, sus estados de pánico han ido en aumento y fiebre tras fiebre lo ataca en el transcurso del día. Su apetito se ha ido y todo lo que logra comer es devuelto en cuestión de segundos. Es como vivir una pequeña tortura personal.

Yoongi no lo sabía. Se había encargado de mantener todo esto en secreto. Las cosas de las que tiene que hacer frente son suficientes para saldar el cupo de preocupaciones. Si le decía, dejaría todo atrás para centrarse en su bienestar, pero eso ahora no era necesario. Por más que pensara en todo lo que estaba ocurriendo, sabía que los objetivos de Yoongi tendrían un propósito. Tan solo pedía al universo de que ese propósito lo trajera de vuelta con vida junto a él.

Mientras era testigo de cómo llegaba la tarde, sintió un leve mareo que lo hizo recostarse en el pasto. Hace poco había salido de la casa para aclarar su mente, pero nada había tenido resultado. En su lugar, prefirió quedarse en medio del jardín para dar vuelta a sus ideas, mientras los hombres más cercanos a él permanecían encerrados en el estudio. Otras de las preocupaciones que merodeaban su cabeza, era precisamente la situación de Jungkook. Aquel periodista que con el pasar del tiempo se había convertido en un buen amigo, estaba metido hasta el cuello en todo esto. Desapareciendo junto a ellos, sin dejar rastro ni señales. De seguro, personas allegadas a él lo estarían buscando.

Jeon era una víctima más de todo el complejo proceso de aquellos dos. Y a pesar de que él, luego de los abusos y amenazas, había decido cooperar por su propia voluntad – quien sabe porque motivos- la idea de que pagara un precio muy caro no se iba. Eso, a la conciencia de Jimin, era algo de lo que preocuparse.

De nuevo, su cuerpo empezó a pesarle. Sentía como poco a poco iba calentándose y sus manos empezaban a temblar. Esta vez, era diferentes, lo sabía con exactitud, porque al intentar ponerse de pie para regresar a la casa y recostarse, cayó estrepitosamente en el pasto.

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Luego de la charla con Min, Jungkook decidió tomar un descanso. Yoongi tenía que arreglar unos asuntos, cuyo significado no quiso revelar. Y Jungkook solo quería tiempo para pensar en las cosas que había escuchado todo este tiempo. Decidió que, por ahora, lo único que podía hacer era esperar. Sabía que era algo demasiado arriesgado sabiendo la situación tan apremiante en la que se encontraba, pero no tenía de otra. Había dado su palabra de que escucharía toda la historia y haría su trabajo con tal de buscar la libertad del Dr. Park y la suya propia. Aunque con todas las revelaciones, no estaba tan seguro de poder cumplir la primera parte.

Pensando en ello decidió ir a buscarlo. En momentos como este, hablar con el calmaba sus frustraciones e inseguridades. Le daba un toque más humano y menos enfermizo a la hora de enfrentarse a la verdad. Caminó hacia su habitación, la puerta estaba abierta, y en su interior no había nadie. Así que decidió irlo a buscar a las demás. Se detuvo un momento antes de entrar a la habitación de su verdugo, pero dijo que eso no importaría ahora. Aquel hombre estaba muy concentrado en su estudio que no se daría cuenta. Abrió la puerta y esta se encontraba vacía. Le extrañó un poco, porque normalmente a estar horas de la tarde, Jimin estaría sentado en alguna parte leyendo su libro favorito. Sin embargo, tampoco se encontraba ahí. Caminó hasta llegar a la cocina. Pero el cocinero le había informado que no lo había visto luego del desayuno. Y que, si lo encontraba, que por favor regresara a casa para la hora de la cena.

Con eso en mente, salió al jardín a ver si lo podía encontrar en una de sus caminatas. Normalmente, lo hacía para apartarse de todo un poco y pensar. Todo lo que estaba sucediendo lo afectaba demasiado y no dejaba de preocuparse. Estaba dispuesto a ir a buscarlo, pero algo llamó su atención. Ahí, a unos pasos de la puerta principal yacía Jimin inerte en el suelo. Sin perder tiempo corrió hacia el para intentar de socorrerlo. Su corazón latía desenfrenado, pero lo que llamó su atención es la falta de conciencia del hombre y lo caliente que se encontraba su cuerpo. Necesitaban a un médico y urgente.

Sin más, lo cargo en sus brazos y corrió al interior de la casa lanzando gritos de ayuda para llamarla la atención. En segundos, los hombres que custodiaban la propiedad se acercaron para mirar que sucedía.

_ ¡Llama a Min de inmediato! Jimin está ardiendo en fiebre

Uno de los hombres, salió corriendo en busca de su jefe. Esta era una situación urgente y necesitaba toda la ayuda posible.

Min Yoongi estaba alterado. Hoseok le había informado que tenía noticias sobre Lee y que lo mejor sería reunirse en un punto de la ciudad de Daegu. Tal vez esa información le ayudaría a terminar por todas con sus enemigos. Iba responderle a su hombre de confianza cuando irrumpieron abruptamente en el estudio. Aquel sujeto no tenía un buen semblante.

_ Señor, tiene que venir conmigo. Es urgente

_ ¿Qué sucede?

_ El Dr. Park ha colapsado. El reportero dice que no reacciona y que debe ser llevada a un médico.

De inmediato, las alarmas en su cabeza empezaron a sonar. Sin perder tiempo y aun con el teléfono en mano. Salió corriendo en busca de su pequeño. Al llegar a la sala, lo vio recostado en el sofá bañado en sudor. Sus manos no dejaban de temblar y por la cara de Jeon sabía que no era una buena señal.

_ ¿Cómo sucedió esto?

Jungkook, quien no se había percatado de la presencia de Min se giró un momento para contemplarlo. Lo que vio, no fue de su agrado.

_ Lo encontré inconsciente en el jardín. Está ardiendo en fiebre Yoongi y por más que he hecho de todo, no reacciona. Debemos llevarlo a un médico ¡Ahora!

Su corazón empezó a latir demasiado rápido con la idea de perderlo. Todo lo que estaba sucediendo tenía su cabeza tan enredada y predispuesta a otras cosas, que se había olvidado totalmente de su principal propósito; velar por su amor. Sin perder tiempo, aparto de un solo empujón a el periodista y tomando entre sus brazos a Jimin, empezó a dar órdenes a diestra y siniestra.

_ ¡Preparen todo! Debemos llevarlo al hospital.

_ Yo voy contigo

En medio de esa situación, no pudo impedir que Jeon los acompañara. Por más que quería dejarlo encerrado en aquella casa. Era mejor tenerlo cerca. Sin tiempo que perder, todo se embarcaron en los autos rumbo al hospital. Jungkook no sabía aun a dónde se dirigirán, pero al ver a Min al teléfono supo que no debía preocuparse.

_ Hoseok, llama el médico. Necesitamos urgente su servicio. Te veré allá. 

PANDORA  - YOONMIN ADAPTACIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora