PANDORA - YOONMIN ADAPTACIÓN

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La paciencia era una virtud que no poseía. Lo sabía con exactitud, pero eso no quería decir que no la practicar con regularidad como ahora. Habían pasado varios minutos desde que aquel médico que le resultaba familiar, había entrado con Jimin a la sala de urgencias. No había salido y Jungkook se moría por la incertidumbre. Si algo llegara a pasarle, no se podría perdonar por ello. Pues muy a su pesar, sabía que, en toda esta situación, tenía algo de culpa. Era en estos momentos donde se preguntaba si haber reabierto una investigación como esa, habría sido buena idea.

Por otro lado, Yoongi aguardaba en silencio, sentado a varias sillas alejado de él. Era como si no quisiera a nadie cerca, salvo aquel hombre a quien llamó por Hoseok y quien había sido el encargado de haberlo traído junto con el doctor a las manos de Min. Estaba en silencio y sin prestar atención a nada. Tan solo su pecho subía y bajaba mientras sus puños eran apretados. Tarareaba una canción que no podía reconocer, pero que de seguro la había escuchado antes. No fue hasta que sintió los pasos de alguien acercándose que abrió los ojos por completo.

Sin dar crédito a lo que veía, ahí en frente de Jeon se encontraba Kim Namjoon con una cara inexpresiva, que pasó al asombro y luego a la incertidumbre al verse cara a cara con el último Min de la ciudad. Los hombres que custodiaban el lugar se acercaron con armas desenfundadas apuntando al hombre mayor. Pero antes de hacer algo, la voz de Yoongi los detuvo.

_ Déjenlo

En seguida, el hombre camino los pasos que lo separaban del reportero, Tomándolo en un abrazo fuerte para luego separarse de él y empezar a hablar.

_ Namjoon. ... ¿Cómo? ¿Cómo es que estas aquí?

_ Es una larga historia muchacho, pero lo importante es que estás bien y con vida. Pensé que había pasado lo peor, Jungkook. Tuve miedo por ti y por la vida del Dr. Park. No he dejado de buscarlos por todos lados.

_ Lo lamento, Namjoon. De verdad. Desde el mensaje que le envié a Taehyung en Daegú no he podido comunicarme con nadie más y... bueno, sabes que no estaba tampoco en condiciones.

_ Lo entiendo, lo entiendo. Ya tendrás tiempo de explicarme todo. Ahora, lo importante es que estas bien y lo demás ya lo resolveremos. Por ahora, necesito saber que estás haciendo en este lugar ¿Dónde está el Dr. Park?

El reportero iba a responderle, pero las puertas de la sala de emergencia se abrieron, revelando al doctor cuyo semblante era neutral. Min Yoongi caminó con paso lento, pero decidió, al igual que su segundo. Mientras Jeon se ponía de pie para hacer lo mismo.

_ El joven ya se encuentra estable. Le di algunos medicamentos para bajar su fiebre y también le hice unos exámenes de sangre para descartar cualquier otra cosa. Solo fue la presión y la ansiedad los que causaron su colapso. También la falta de alimentación. Al parecer, no presentaba nada en el estómago hace varios días.

Todos los presentes soltaron un breve suspiro al saber la condición del hombre. Jungkook agradeció al universo de que nada malo sucediera, pero aun así se sentía algo preocupado, pues desconocía que su amigo no estuviera alimentándose bien. Por otro lado, Yoongi no dejaba de mirar al doctor, a sabiendas que su cara le ocultaba algo más. Sabía muy bien cuando las personas tratan de mentirle y eso no le gustaba en lo absoluto. Mirándole a los ojos le habló de nuevo, sorprendiendo a los demás.

_ Hay algo más. ... ¿Qué sucede?

Seokjin lo observo por un momento sin saber cómo decir lo que restaba de su estudio. No sabía a ciencia a cierta el contexto de todo aquello, pero no podría ser nada bueno si algo como eso había ocurrido bajo las garras de Min Yoongi. No obstante, vio como Namjoon se acercaba a pasos decididos, dándole la confianza y el respaldo que necesitaba.

_ El joven presenta dos semanas de embarazo

El silencio abrumador que se hizo en la instancia, solo podía ser comparado con la nada. Ninguna de las personas ahí presentes podía salir de su asombro. Ni siquiera el más alejado de los esbirros podía decir algo. Jeon solo podía observar al médico quien no dejaba de mirar a todos lados, tratando de buscar una reacción que esperaba. No obstante, esta no llegó. En su lugar, vio como Min Yoongi lo miraba absorto en sus pensamientos sin expresión aparente.

Estaba en shock. Su cabeza, trataba de procesar las palabras de aquel hombre que una vez salvo su vida, mientras las voces en su cabeza no dejaban de murmurar. Hoseok lo tomó del brazo al ser consciente de lo que sucedía, y, sin decir nada, lo llevó a una esquina alejado de las miradas de los demás.

Por su parte, Namjoon no salía de su asombro. Estaba seguro de que algo mucho mayor había sucedido para que la reacción fuera de esa forma. Y es que no se lo explicaba ¿Cómo era que el Dr. Park, se encontraba en embarazo? ¿Había sido violado? En ese caso, ¿Min había sido el culpable? ¿Qué era lo que estaba sucediendo realmente? Necesitaba respuestas y con pasos apresurados, se acercó al hombre atractivo que no dejaba de mirarle.

_ Dime que no es lo que creo. Por favor

_ No lo es. El no presenta signos de agresión física ni mucho menos sexual. Estoy tan confundido como tú, Namjoon. ¿Qué rayos está sucediendo?

Kim solo podía mirar a su alrededor sin comprender en absoluto. Min estaba sin ninguna alteración, solo hablaba con uno de sus hombres, pero nada de lo que estar alarmados. Y, por si fuera poco, Jungkook estaba ahí, con la intención de ir hacia ellos para hablar sin mostrar signos de asombro o repudio. Algo había sucedido y tenía que averiguarlo de inmediato.

Pero de nuevo, sus planes se vieron frustrados al ver como Min Yoongi con pasos decidíos se acercaba a Seokjin sin quitarle la mirada encima.

_ Necesito verlo.

Sin esperar respuesta, caminó hacia las puertas por donde el doctor había salido, rumbo a la habitación del hombre que amaba. Necesitaba sentirlo entre sus brazos de nuevo y escuchar su voz por completo. La nueva noticia cambiaba los planes y no sabía qué hacer. Necesitaba de su sabiduría, de sus palabras. Pero sobretodo, necesitaba de sus manos para poder calmar su ansiedad.

Con pasos firmes, llegó hacia la habitación correspondiente. Al entrar en ella, su corazón empezó a acelerarse de más y sus manos empezaron a temblar sin control. Sus dientes eran triturados y sus ojos, sus ojos eran dos dagas dispuestos a matar a quien se le atravesara en el camino. Ahí en medio del lugar, se encontraba una cama vacía sin rastro de su pequeño. Su ropa había desaparecido y solo podía escucharse el breve viento resonar en la ventana.

Alguien se lo había llevado. Y había sido lo bastante idiota para permitir que eso pasara. No obstante, no iba a dejar que esto se saliera de control así tuviera que hacer uso de todas sus facultades. Llamar a la bestia y manchar sus manos de sangre.