PANDORA - YOONMIN ADAPTACIÓN

29

Shin Bo Min - castigo y muerte

(Descontrol)

Agosto - septiembre - 2010

_ ¿Padre Siwon? _ El hombre se giró al escuchar su nombre. Estaba concentrado acomodando los últimos libros en el estante de su nueva habitación. Aún le faltaba algunas cosas por desempacar, pero esperaba terminar pronto.

_ Quisiera presentarle a Yoongi. Es uno de nuestros jóvenes, aquí en el orfanato. Lo ayudará a terminar de acomodar lo demás.

El sacerdote vio como detrás de la religiosa, se encontraba un joven fuera de serie. Alto, de cabello negro. Llevaba un suéter y unos vaqueros desgastados. Sus ojos eran grises y profundos, pero, al parecer, no había brillo en ellos. Era como observar la espesa niebla de cualquier lugar. No entendía porque, alguien tan joven, podía tener una mirada tan perdida. Pero no era quién para cuestionar. Tal vez más adelante, le preguntaría al padre Shin por él.

_ Es un placer, hijo. Me llamo Siwon. Puedes llamarme Padre Siwon o Padre Choi. Como te sea más cómodo.

El joven no dijo nada. Solo se limitó a asentir, esperando a que el padre dijera algo más. Este solo se limitó a observar a la religiosa, quien le lanzó una mirada comprensiva al hombre.

_ No puede hablar, padre. Pero no se preocupe. Pude escucharle y entenderle muy bien.

_ Ya veo. _ Dijo sin más. Le sorprendía en sobremanera encontrar a alguien así. Sobre todo, tan joven. No es que en su vida haya tenido que tratar con personas sin ninguna discapacidad, pero tenía la sensación de que este joven, era totalmente diferente.

_ Los dejaré para que puedan avanzar. Yoongi, luego de que termines aquí puedes acompañarme a hacer las compras en el centro.

Yoongi solo asintió y esperó a que la hermana saliera por la puerta para dirigirse otra vez al sacerdote. Este regreso a su tarea, pero antes le pidió al joven que lo ayudara a traer las demás cajas del otro lado de la habitación. No sabía qué hacer, ni mucho menos que decir. Era muy habilidoso para tratar con las personas, pero con Yoongi le resultaba algo difícil. Era como si se hubiera instaurado una pared invisible entre ellos.

Tendría que buscar la manera de atravesarla y poder ganar su confianza.

_ ¿Te gusta leer? ... puedes venir aquí si hay algún libro que te interese.

Yoongi asintió de nuevo y continuó organizando las cajas que anteriormente había encontrado. Siwon solo lo observo y, soltando un suspiro, decidió que sólo se limitaría a la tarea que estaba realizando. Ya se le ocurriría otra manera de romper el hielo.

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No he encontrado una forma de salvarte. La desesperación se ha apoderado de mí. Los recursos se agotan y solo nos queda refugiarnos en el silencio de la madrugada. Es ahí, dónde puedo liberarte. Tan solo unos segundos, vuelves a ser el pequeño niño que conocí. Quien me dio un nombre ... quien me dio una nueva vida.

Quisiera aliviarte. Liberarte. Entregarte un mundo libre de absurdos sacrificios. Callar por completo aquellas voces que atormentan tu mente. Pero aún no puedo hacerlo. Aún no tengo los medios necesarios para llevar esto acabo y no hace más que decepcionarme.

No obstante, aún no me rindo. Aún guardo una pequeña fe en que las cosas llegaran a tomar un rumbo diferente, pero también sé que para que eso suceda, tendremos que pasar por mucho más dolor.