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Jackson Wang era un hombre comprometido con su trabajo. A una corta edad había descubierto su sentido del deber. Desde entonces se había encargado de preparar lo necesario para alcanzar sus objetivos. Con el pasar de los años, desarrolló ciertas cualidades para la investigación que lo ayudaron a ascender en su carrera como oficial de policía. Ganándose así, el puesto de detective en jefe del Departamento de Policía de la ciudad de Seúl.

Su trabajo, consistía en realizar diversos seguimientos e investigaciones a varios hechos criminales que se venían presentando en la ciudad. Sin contar con la persecución de los mismos y la desmantelarían de establecimientos en donde se negociaba estupefacientes, al igual que los lugares con altos niveles de prostitución. No era una tarea fácil, pero era su trabajo. Y estaba dispuesto a realizarlo eficientemente.

Es por eso que cuando se empezaron a desarrollar una serie de eventos criminales en la ciudad que envolvía como sospechosos a varios de los miembros de la élite de la ciudad, no dudo en hacerse cargo de inmediato. Lamentablemente, por más trabajo e investigaciones que realizará, nunca pudo capturar a los culpables. Pues estos, siempre aparecían muertos o desaparecidos.

Era un misterio para toda la fuerza. Y por más que varios de sus compañeros estuvieran, de cierta forma, aliviados con aquellos finales. Para nadie era un secreto que lo mejor sería atrapar al encargado de esos crímenes. Después de todo, poco o nada se sabía de aquella persona, y no podían confiarse en que este pudiera seguir con la misma mentalidad hasta aquel momento.

Lamentablemente, no pudieron dar con el culpable, dejando así el caso cerrado. Era una tragedia para la ciudad y sobretodo una mancha en su currículum de aprensiones. Pero le era imposible continuar y, por aquel entonces, no podía hacer nada al respecto. No obstante, años después, la revelación de una verdad sobre uno de sus principales sospechosos causó que aquella investigación, volviera a adquirir relevancia. Y esta vez, estaba dispuesto a finiquitar la situación.

Sin embargo, sus intentos se vieron truncados por la repentina desaparición de su sospechoso y el alejamiento de la vida pública de la única persona que podría ayudarle a resolver el caso. Hasta luego de dos años, cuando en su seguimiento, encontró la ubicación del Dr. Park y en donde se encontraba en aquel momento.

Tratándose de algo tan delicado, se había encargado de traspasar su seguimiento a un amigo confiable de la rama periodística. Su amigo, Namjoon, quien era el director de The Seúl Post, le había asegurado que llevaría la investigación de los hechos como algo meramente periodístico y que esta, estaría a cargo de uno de sus más preciados periodistas. Al principio, estaba totalmente escéptico, pero cuando Namjoon le explicó que esta investigación la venía haciendo desde hace un tiempo aquel sujeto, no tuvo otra opción más que rendirse y confiar. Después de todo Jeon Jungkook sabría hacer bien su trabajo.

Como si de una supervisión se tratara, decidió que realizaría el seguimiento de la misma desde lejos. Así podría cubrir todos los blancos y prepararse para cualquier anomalía. De igual forma, ayudaría proporcionando información clave desde la distancia para así facilitar mejor el trabajo. Nada podría fallar. Pero estaba realmente equivocado.

Sus temores, se hicieron mucho más presentes cuando descubrió que existía alguien que también estaba detrás de su investigación. Generando un mar de preguntas que no hacían más que confundirlos. Sus sospechosos se encontraban muertos y el único sobreviviente a la muerte de los Min había desaparecido por completo. Entonces, ¿quién podría estar detrás de todo esto? La respuesta lo sobrepasó en sobremanera.

Ahí, en medio de sus cavilaciones, había descubierto la relación de un hecho que marcaba totalmente la diferencia sobre el rumbo, con la cual, había decidido dirigir su investigación. La muerte de aquel obispo era la clave de todo y sospechaba que no solo se trataba de algunos renegados de los Min quienes estaban detrás de las persecuciones del periodista y el Doctor Park, sino que también, habría alguien más que tenía intenciones de evitar que, una vez más, la verdad saliera a la luz. Era sencillo, y se lamentaba por no haberlo descubierto antes.

Por esa razón, había decidido dejar su anonimato e ir personalmente con la fuente de información relevante. Park Chimin era una persona en peligro, al igual que Jungkook. Y se aseguraría de que estuvieran a salvo para descubrir la verdad. Después de todo, él era la última persona con vida que interactúo por más tiempo con Min Yoongi.

Decidido a no perder más tiempo, se encaminó hasta la ciudad vecina en donde sabía que ellos se habían resguardado de sus perseguidores. Los informes de Namjoon le habían sido de utilidad y ahora solo quedaba encontrarlos y buscar un lugar seguro para encontrar las piezas faltantes de su investigación y armar el rompecabezas.

No obstante, una vez más, había llegado demasiado tarde. Para cuando llegó a la habitación de hotel en donde se hospedaban Jeon y Park, esta se encontraba totalmente saqueada. Su ropa y demás no estaban, dejando consigo solo el Jeep del doctor y una sensación de peligro en el ambiente. Habían sido raptados sin dejar ninguna pista detrás.

Desesperado, Wans tomó su teléfono marcando el número de la única persona que sabría podría ayudarle. No estaba seguro de si sería una buena idea, pero ahora lo más importante, era descubrir quién está detrás de todo esto y salvar la vida de Jeon Jungkook y Park Chimin.

_ Soy yo _ dijo luego de que se escuchara respuesta por el otro lado de la línea.

_ Han desaparecido. 

PANDORA  - YOONMIN ADAPTACIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora