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Min Yoongi se encontraba en silencio, observando detenidamente por la ventana. La calma del lugar lo mantenía alerta. Y a pesar de que sabía que se encontraba en un lugar seguro, aún no podía dejar de preocuparse. Mientras tomaba algo de licor, sus memorias llegaban poco a poco. El dolor, la tristeza, la ira. Cada uno de los sentimientos que lo llevaron al límite, son acompañados por momentos que marcaron su vida. Sin contar con el hecho de haberse convertido en lo que es. Un ente.

A veces, en lo más recóndito de su mente. Los sueños de una vida diferente se hacía paso en la oscuridad. El tener una vida llena de amor. Unos padres que estuvieran orgullosos de sus logros. El haber sido una persona diferente. Todo, absolutamente todo lo habría dado para que las cosas fueran de otra manera. Pero de lo que sí estaba seguro, es que jamás podría renegar de la presencia de Jimin. Nunca podría. Y lo sabía perfectamente.

Su amor por él, iba más allá que un simple enamoramiento. Era como si cada parte de su alma le perteneciera al hombre de ojos profundos. Sus emociones y sus pensamientos, siempre iba hacia él. Era el último recordatorio de su humanidad... Es por eso que aún se permitía tener miedo. Sabía que sería estúpido de su parte, no tener siquiera. En este juego tendría que actuar de una manera inteligente, y es precisamente eso, lo que necesitará para mantenerse con vida. A él y a las personas que le importan.

Mientras se sumergía en sus cavilaciones, no se dio cuenta del hombre que entraba en su habitación. Era tarde de noche y Jimin había decidido ir a buscarle. No podría dormir bien sin él. Siempre le costaba conciliar el sueño y solo lograba hacerlo de una manera pacífica, sí él se encontraba cerca.

_ No has podido dormir _ Mencionó Yoongi en un tono afirmativo. No era una pregunta, sabía a ciencia cierta de que era verdad.

_ Al igual que tú.

Jimin se acercó hasta llegar al otro lado de la habitación. Posándose a su lado. Ambos no dijeron nada por unos segundos. Hasta que Yoongi volvió a pronunciarse.

_ Estaba recordando el día en que te apartaron de mi lado... Fue el inicio del desborde en mi cabeza... La angustia, el dolor y la ira que sentí al saber que te habían arrebatado de mis brazos era incontrolable... Me perdí a mi mismo.

_ Fue una noche horrorosa. Era un joven patético que no podía hacer nada. Y recibí un fuerte golpe de la realidad en la que estábamos... Creí que, si lo enfrentaba, podía hacer la diferencia. Pero me equivoque.

_ No, no lo hiciste. Por más que haya atentado contra ti, esa fue su respuesta ante lo que le dijiste. Fue una respuesta desesperada... Y sí, se salió con la suya, pero pude hacerle pagar cada una de tus heridas sin conocerlas.

Jimin no dijo nada. Recordar esa noche le hacía mucho daño. Desprenderse de los que amaba no fue fácil y enfrentar a aquel monstruo tampoco lo fue. A veces se preguntaba ¿Qué hubiera sido de él sino fuese por aquella mujer que le salvó la vida? ¿En dónde estaría? No lo sabía con exactitud. Lo que sí sabía, es que pudo haber muerto aquella noche sin decir un adecuado adiós a su amor.

_ Jeon no ha dejado de hacer preguntas sobre los hechos. Cada vez que nueva información llega a sus manos, surgen más y más preguntas en su cabeza.

_ Es su trabajo después de todo. Es bueno en lo que hace. Además, también es un buen amigo.

A Yoongi esa declaración, no la tomó tan bien como creía reflejar en su rostro. Jimin lo sabía. Siempre había sido posesivo con él, al punto de demostrar de diferentes maneras su inconformidad. Pero nunca de una manera violenta, no cuando no era necesaria. En todo caso, de una u otra manera, siempre reiteraba su poder sobre él, como lo estaba a punto de hacer.

PANDORA  - YOONMIN ADAPTACIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora