Una de las cualidades por las cuales, la hermana Jisoo se enorgullece, era el saber detectar cuando algo está perturbando a las personas a su alrededor. Lo sabe de inmediato con tan solo mirarlos a los ojos. Era algo que no podía evitar. Una especie de don otorgado por Dios para su vida. Es por eso que cuando vio los ojos del padre Siwon en uno de sus encuentros, mientras hablaban de las tareas de la semana en la parroquia, sabía que algo no iba bien.
Desde que encontró aquellas fotografías y se las enseñó al sacerdote en un acto de buena fe, la actitud de este cambio repentinamente. Se había arrepentido, por supuesto. Y en más de una ocasión había tratado de disculparse y discutir sobre el tema. Sin embargo, el padre solo pedía no hablar de ello. Quizás era mejor de ese modo y se había prometido no volver a cometer ninguna imprudencia. Pero todo cambió, cuando noto que el padre Choi actuaba de una manera extraña.
Recuerda muy bien aquel día. El padre había salido con la excusa de atender unos asuntos de suma importancia en el centro de la ciudad. No le mencionó nada más, así que tomando prestado el auto de la parroquia, salió hasta su destino. Se había sentido un poco mal el no poder ayudarle, pues tenía que hacerse cargo de los pendientes de la iglesia. No obstante, al verlo regresar, su estado de ánimo paso de la tranquilidad a la preocupación. Y es que nunca, en sus años de conocer a aquel hombre lo había visto tan enojado. En cuanto llegó, se encerró en su oficina y no salió hasta muy entrada la noche.
Había algo que estaba perturbándolo. Y debía ser algo demasiado grave, porque luego de ello, su cambio de actitud fue creciendo y creciendo, hasta llegar al punto de convertirse en una persona aislada que guardaba muchos silencios.
La hermana Jisoo se había preocupado tanto, que se había propuesto ayudarle en cualquier cosa que él pudiera necesitar. Desde las tareas en la iglesia, hasta el hacerse cargo de los demás. No es que no lo haya hecho ya antes. Pero, aun así, creía firmemente que debía hablar con el sacerdote, no sólo para tratar de ayudarle, sino también y quizás, darle un poco de alivio a sus perturbaciones.
Es por eso que se encontraba ahí en frente de la puerta del despacho del padre Siwon. Llevaba consigo dos tazas de té y galletas, como merienda para la noche. Acababa de terminar sus labores y no iba a irse, hasta lograr su cometido. No por nada los años la habían convertido en una mujer persistente.
Tomando una respiración profunda, tocó dos veces la puerta, esperando la respuesta afirmativa que necesitaba. Al escucharla, abrió ésta y la cerró tras de sí, dispuesta a conocer la verdad del asunto. El padre Siwon llevaba puesto sus anteojos mientras leía, muy concentrado, algunos documentos en su escritorio. Al percatarse de la presencia de la religiosa, se quitó las gafas y guardó los documentos en un cajón, mientras la invitaba a sentarse.
_ Padre, le he traído esto. Ha trabajado mucho últimamente y necesita mantenerse saludable.
_ Muchas gracias, hermana. No debió molestarse.
_ En absoluto. Sabe que no es ninguna molestia.
El padre asintió y tomó en sus manos la pequeña taza, dirigiéndola hasta sus labios. La hermana lo imitó y espero unos segundos, en los que volvía la atención del sacerdote en ella para hablar.
_ Debe tener muchas cosas que hacer, padre. Y la verdad no quería molestarlo. Pero ... si lo he visto un poco perturbado últimamente y quería ofrecerle mi ayuda si lo necesita. Sabe que puede confiar en mi _ la hermana llevó sus manos a su regazo a la espera de una respuesta, por parte del padre Siwon. Este solo sorbía su té sin apartar la mirada hasta que decidió hablar de nuevo.
_ Realmente apreció lo que dice, hermana. Y he de confesar que sí, efectivamente he estado un poco afligido por algunas cosas. Pero nada de qué preocuparse, se lo aseguro. _ La religiosa asintió en respuesta, esperando que aquellas palabras pudieran tranquilizarla, pero no fue así. Así que reunió un poco más de valentía y se lanzó a pedir mayor información.
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PANDORA - YOONMIN ADAPTACIÓN
RomancePark Chi Min uno de los psiquiatras más importantes del gremio académico ha públicado su ultimo libro en psicología de la maldad llamado PANDORA. En el cual, cuenta la historia de un hombre atormentado por la maldad misma, realizando una revelación...