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Los Min - parte VIII

Tan solo un toque. Tan solo el roce de sus manos basto para caer hechizado ante él. El dulce sonido de su voz, las leves expresiones de su rostro. Su aroma individual. Todo, absolutamente todo lo había cautivado. Por primera vez en muchos años, el deseo irrefrenable de poseer un cuerpo se hacía presente. Aquel ímpetu que creyó haber desecho, estaba de vuelta. 

Al ver como regresaba su atención hacia los Min, Taemin no pudo más que contemplarlo. Ideando en su cabeza diversos escenarios en los que podía hacerlo suyo. Estaba seguro que con tratarlo podría lograrlo. No sería un problema en dirigir algo de esfuerzo en hacerlo. Tan solo lo quería a él para adornar sus noches con placeres inimaginables. En todo caso, ¿Qué podría salir mal?

_ Realmente me encuentro encantado de estar aquí. Siempre he tenido presente las referencias de esta institución y buscaba la oportunidad de ser parte de ella.

_ Nos alegra mucho escuchar eso. ¿Por qué no nos acompañas a cenar, querido? Así podremos conocerte mejor.

El Dr. Park sonrió en respuesta aceptando de inmediato. No querría perder la oportunidad de hacerse amigo de estas personas. Quizás en algún futuro, podría serles de utilidad.

_ Muy bien. En ese caso, acompáñanos por favor _ Memciono GuenSuk mientras acercaba a su esposa a su lado.

Los demás no se hicieron esperar y empezaron a caminar fuera del recinto luego de terminar y despedirse de los presentes. Chimin, quien se encontraba hablando con los patrocinadores, no dejaba de sentir la penetrante mirada de aquel hombre que logró estremecerle. Provocando que de vez en cuando, sus ojos viajaran al lugar en donde se encontraba, confirmando así sus sospechas.

Al llegar al estacionamiento, varios autos los esperaban. En compañía de algunos hombres de traje. Era como ver una caravana de seguridad, solo que algo menos pretencioso.

_ Espero que no le moleste ser mi acompañante, Dr. Park. Le prometo que el viaje será de su agrado _ dijo Lee, mientras con una de sus manos, abría la puerta trasera de su auto.

_ En absoluto. Muchas gracias, señor Lee _ Mencionó Chimin, sintiendo un poco de nervios al ubicarse en su lugar. No sabía porque se sentía de esta manera, pero su curiosidad era mucho más grande.

Al estar todo ubicados, los autos empezaron a avanzar, dirigiéndose a uno de los restaurantes más exclusivos de todo Seúl.

El Dr. Park, permanecía en silencio, viendo aquellas calles que llegó a conocer tan bien en el pasado. Hallando en cada esquina, fragmentos de recuerdos que han hecho siempre parte de él y que, por desgracia, no ha podido olvidar.

_ Veo que no ha dejado de observar las calles. ¿Es su primera vez en la ciudad, doctor? _ Lee no había dejado de observarlo, desde que el auto se puso en movimiento. Detallando cada una de las facciones de aquel rostro tan puro y a la vez tan sensual.

_ Chi Min. Llamemé Chimin, señor Lee. Y sí, es la primera vez que estoy en Seúl. Pase la mayor parte de mi tiempo en el extranjero y al regresar, me dirigía a Busan específicamente.

_ Ya veo. Es una ciudad con hermosas playas. No he ido en un tiempo, sin embargo _ Mencionó Taemin con la intención de obtener más información.

_ ¡Oh! Debería ir, señor Lee. Es muy pacifico en esta época del año.

_ Taemin, dígame de esa forma. Siento que es mejor de esa manera.

_ Taemin... Lo tendré en cuenta.

Al escuchar decir su nombre, una corriente eléctrica atravesó su cuerpo. Su piel sintió un placentero escalofrío que sabía que jamás podría olvidarlo. Sabía que tendría que hacer todo lo posible para tenerlo en su cama.

PANDORA  - YOONMIN ADAPTACIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora