PANDORA - YOONMIN ADAPTACIÓN

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Los Min – parte I

El amor. Definir el amor era difícil en muchos aspectos. Algunas veces resultaba fácil al recibir caricias y besos. Otras veces, le era extraño, cuando se veía en una situación en la que tenía que alejarse y guardar paciencia. Su amor, era visible en el silencio de sus labios, o en la compañía de su cuerpo en las noches. Sin embargo, realmente ¿Qué era el amor?

Para Seo Jae In, el amor solo representaba una cosa; Min Geun Suk. Eso era para aquella mujer de cabello negro y ojos cafés. Aquel hombre que, con solo una palabra, lograba erizarle la piel y, que, con sus manos, podría arrasarlo todo.

Aún recuerda el día en que se conocieron. Como podría olvidarlo, ese día era tan fatídico que creyó que jamás volvería a sonreír. Su padre y mejor amigo habían muerto, todo gracias a un accidente aéreo. La noticia la había dejado tan perturbada que no logró dormir en toda la noche. Ni la siguiente, ni la siguiente. Estaba sola en el mundo. Ella junto a su medio hermano, cuya relación era solo una farsa.

Sin embargo, de lo que siempre estuvo segura, era del contexto en que vivía y que por más que quisiera abandonarlo, este la perseguía en cada oportunidad. Nunca quiso pertenecer al mundo criminal, de hecho, no fue hasta sus 17 años que vivió lejos de todos los aspectos de su familia. Recluida en un internado, vivió su adolescencia y juventud en un mundo lejos de poder y de muerte. No obstante, aquel accidente, le abrió las puertas a la oscuridad que sabía se cernía por sobre su cabeza.

Luego de la muerte de su padre, In Guk, su hermano, se hizo cargo de la cabeza de la familia. Los Seo, era una de las familias que lideraba el crimen organizado en la ciudad de Seúl. Esta junto con los Min, quienes eran los principales socios de sus negocios, se encargaban de atender todas las necesidades de la ciudad, ya sea de manera positiva o clandestina sin que la ley pudiera actuar sobre ellos. Era un hecho decir que ambas familias dominaban el territorio.

Para que esta realidad no se viera afectada por los acontecimientos anteriores, su hermano le había dado la noticia de que contraería matrimonio con el líder de la casa Min. Al principio, pensó que era una locura, y que lo único que trataba de hacer su hermano, era deshacerse de ella. Jae In no estaba segura, y se sentía tan nerviosa y asustada por lo que le deparaba su futuro, que intento huir varias veces. Si bien había percibido el atractivo de Min Geun Suk, no podía confiar en que fuera un hombre íntegro, capaz de poder enamorarla. Pero se equivocó, cayó en el error más grande de su vida. Pues aquel hombre, cuyos ojos había visto en ese día fatídico, se convirtió en todo su mundo.

Mientras se encontraba en aquella habitación, disgustando de una copa de vino tinto, no podía dejar de pensar en el pasado. La suerte que había corrido al haberse enamorado de un hombre como lo era su esposo y todo lo que habían sufrido para llegar en donde estaban. No fue fácil, nunca lo era y sabía que, en el futuro, nunca lo sería, pero eso era suficiente para ambos. Solo necesitaban estar juntos.

Su único lamento, era el no poder darle los hijos que tanto había soñado. Era algo que la atormentaba cada momento, pues sabía que por más que insistiera en el asunto, era un deseo que no podía cumplir. Se sentía desecha y sobretodo, humillada, por verse impedida para darle al hombre que amaba un heredero. Pensó que eso sería suficiente para que Geunsuk la abandonara y estaba dispuesta vivir con ello. Pero una vez más, se equivocó. Aquel hombre, no solo se quedó con ella, sino que le prometió que jamás la reemplazaría. No podría hacerlo de todos modos, pues era a ella a quien amaba. Y un Min siempre cumplía sus promesas.

Sin embargo, Min Geun Suk siempre tenía un haz bajo la manga en cada situación y esta noche, iba a revelárselo. Sin perder más tiempo, dejo a un lado el vaso de vino y caminó hacia el armario para buscar la vestimenta adecuada para esta noche. No sabía con exactitud, que le tendría deparado el destino, pero una vez más, decidió confiar en su amado esposo y esperar.