Los Min- parte XI
_ ¿Tienes un minuto, Yoongi?
El menor de los Min levanto el rostro al escuchar aquella voz. Lee Taemin se encontraba en la puerta del estudio de su padre, luciendo una sonrisa que pretendía expresar empatía. Pero tan solo pudo verla como lo que era, una señal de una asquerosa serpiente.
Sin escuchar una respuesta y, tomando como sienpre el silencio de aquel hombre como una afirmación, Lee decidió dejarse de modales y caminar hasta sentarse en frente del escritorio. Aquella noche, no pretendía encontrarse con aquel sujeto, pero tenía que hacer algo rápido para iniciar con su plan. Las cosas podrían ponerse más complicadas de lo que esperaba.
Yoongi, quien esperaba pacientemente, prendió un cigarrillo con la intención de aliviar algo de estrés de su cuerpo. Quería pasar una noche "tranquila" pero al parecer, no será así.
_ Escucha... Sé que no hemos sido los mejores amigos desde que llegaste a esta casa, Yoongi. Y sé también que me he mantenido alejado de todo lo que tu llegada conlleva. He sido muy arisco con eso. Así que dije ¿por qué no resolverlo? Es decir, después de todo, eres como un hermano para mí
Aquellos ojos vacíos lo miraron por primera vez desde que había llegado, provocando que un apise de desconcierto surgiera en él. Era difícil no sentirse de esa manera, luego de haber caído ante la penetrante mirada de aquel joven. Pero se negaba rotundamente a hacérselo ver. Por eso aclarando su garganta, decidió proceder.
_ Nos conocimos en condiciones algo...turbias. A decir verdad, cuando llegaste a aquel bar no espere que en un futuro estaríamos de esta forma. Sin embargo, apreció que no hayamos convertido en socios, si me permites decirlo.
Yoongi solo asentía en respuesta sin decir nada aun. A su mente, llego el recuerdo vago de aquella vez en que los hombres del sótano lo llevaron ante el jefe. Acababa de haber ganado su tercera semana y, a pesar de que estaba lleno de sangre y con más golpes y heridas que nunca, le fue posible mantenerse en pie.
Al entrar a aquel lugar, el mismo hombre que ahora se encontraba sentado en frente de él, le lanzo una sonrisa soberbia. Como si el dueño del circo estuviera viendo a su más importante atracción. Algo no lejos de la realidad en aquel entonces. No obstante, ahora, era todo diferente.
Decidido a terminar con aquella farsa, decidió preguntar aquello que quería saber.
_ ¿Que pretendes Taemin?
Lee que no había dejado de observarlo, lanzo una sonrisa de labios cerrados, mientras se ponía de pie y caminaba por un trago. Era aquí donde debía sacar a relucir sus dotes de actuación y tratar de convencer al sujeto con su plan.
_ Como sabrás, Jain In, tu madre y yo, hemos sido amigos desde siempre. Para mi, es como la hermana que nunca tuve y me preocupo por ella _ dándole un trago a su whisky, se volteó para quedar de nuevo en el rango de visión de Yoongi y continuar.
_ He sido testigo de las innumerables veces en que se ha preocupado por tu salud y bienestar. Y a pesar de que le he brindado mi apoyo, no he podido hacer más nada.
Escuchar el nombre de su madre y las cosas que han hecho juntos, solo logro que el estomago de Yoongi se revolviera. No pudo evitarlo al saber la clase de rata que era Lee y como había engañado a todos con sus acciones. Entre ellos, su madre.
Haciendo uso de todo su auto control, apago el cigarrillo en el cenicero cercano y prosiguió a escuchar lo demás.
_ El punto es, mi querido Yoongi. Que encontré a una persona que puede ayudarte en tu tormento. Algo así como un amigo en quien confiar. Es profesional, por cierto y sé que te va a encantar. Yo en lo personal creo qu-
_ ¿De quien se trata?
_ Tan directo como siempre, ¿no Yoongi?
Terminó su trago de un golpe, y camino de nuevo hasta el escritorio, dejando sobre el, la tarjeta con el nombre de su más grande deseo y a quien consideraba su nuevo aliado.
Yoongi quien no había dejado de observarlo, tomo la tarjeta en sus manos para leerla. Al parecer era el nombre de un psiquiatra y no pudo evitar, que una sonrisa socarrona surcara su rostro.
_ Lo tendré en cuenta.
Al ver que no recibiría otra cosa, Lee Taemin se sintió complacido con eso. Hizo un ademán de despida no sin antes voltearse para decir
_ Créeme. No te arrepentirás.
Pasado algunos segundos, luego que aquel hombre saliera del despacho, el teléfono de Yoongi hizo un sonido, anunciando una llamada.
_ Informe
_ Obtuve la información que necesitabas.
Su corazón empezó a acelerarse en anticipación. Antes de darse cuenta, estaba caminando a la salida de aquel lugar, llevando consigo la dichosa tarjeta del psiquiatra en la mano.
_ Te veré en el lugar de siempre. Ten precaución_ Y sin esperar respuesta, salió de la casa subiendo a su auto, mientras una sensación de incertidumbre lo consumía por dentro .
[●]
Jung Hoseok se encontraba en el auto, mientras sus ojos no abandonaban la bahía del puerto de Seúl. Era tranquilizante y a la vez nostálgico, pues era en ese lugar en donde toda clase de recuerdos llegaban a su mente.
Uno de tantos, claro. Fue el día en que se unió a la familia Min y como su lealtad lo ha llevado por diversos escenarios. Ha aprendido y todo lo que tiene hoy en día es debido a ellos. Son su familia, después de todo.
Por esa razón, cuando Yoongi le encomendó aquel encargo, no dudo en llevarlo a cabo. Se había prometido así mismo que haría lo posible por hallar lo que tanto buscaba, y ahora que lo había encontrado, no podía esperar.
Aunque quizás, las cosas pondrían complicarse de ahora en adelante.
A lo lejos, escucho el sonido de un auto acercándose. No se necesitaba ser un genio para saber de quien se trataba. Con calma, vio como aquel conocido se estacionaba a su lado, para luego bajar y acercarse.
A simple vista, Yoongi parecía estar normal. Como si aquella llamada no lo hubiera alterado. Tal vez quería engañar a los demás, pero era muy difícil hacerlo con Hoseok, quien podía reconocer cualquier cosa a kilómetros.
_ Está en Seúl, Yoongi _ dijo Jung al cerciorarse que aquel joven no diría nada para presionarlo. De la forma como lo veía, Min Yoongi solo quería escuchar.
El hombre de cabello negro y ojos grises, soltó la primera sonrisa verdadera de su rostro. Una de la que muy pocas personas habían podido ver. De inmediato, sus ojos empezaron a humedecerse y por primera vez en todo este tiempo, Jung Hoseok se dio cuenta del estigma tan grande que representaba la desaparición de aquel joven en la vida del menor de los Min.
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.¡Hola!
Nuevo capitulo. Espero les guste. Sé que es un poco corto, pero quise dejarlo hasta aquí para lo que sucederá en el siguiente. Anticipenlo. Al fin llego el momento del reencuentro ¿Cómo creen que resultara todo? Muchas gracias por votar y comentar, los leo siempre🤓
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PANDORA - YOONMIN ADAPTACIÓN
RomancePark Chi Min uno de los psiquiatras más importantes del gremio académico ha públicado su ultimo libro en psicología de la maldad llamado PANDORA. En el cual, cuenta la historia de un hombre atormentado por la maldad misma, realizando una revelación...