Park Jimin abrió los ojos, mientras un malestar se instaurada en su estomago Parecía como si fuera a desmayarse, sin contar con el hecho de que podía asegurar, que presentaba altos niveles de fiebre. Su cabeza daba vueltas y en lo único en que podía pensar era en que su bebé se encontrara a salvo.
Luego de aquella golpiza por parte de Lee, las cosas se habían vuelto algo turbias. Su cabeza venía de la conciencia a la inconsciencia, tratando de protegerse así mismo y a su bebé, mientras el pensamiento de que podría morir, lo perseguía constantemente.
Estaba aterrado e impotente, odiando cada segundo por haber dejado que esto pasara, que su vulnerabilidad lo dominara y terminar alejado una vez más de Yoongi.
Tan solo pensar en él, lo hacía desesperarse, porque sabía que las cosas no terminarían bien. Yoongi haría lo que fuera para recuperarlo y eso, más que aliviarlo, lo dejaba con un mal sabor de boca. Ojalá hubiera sido un poco más fuerte y las cosas habrían acabado de una manera distinta. Pero nada de lo que quisiera en ese instante podía volverse realidad.
Esto era lo que estaba sucediendo y tenía que buscar la manera de salvar a Yoomgi y sobrevivir.
Pero ¿cómo? ¿Cómo podría hacerlo? Si llevaba toda una semana encerrado en ese maldito lugar. Lee no había aparecido más y los hombres que lo custodiaban, tan solo abrían la puerta para la lanzarle un plato de comida y marcharse al instante.
No sabía exactamente cuanto tiempo más iba a permaneces aislado y tenía miedo de que esto, solo fuera el inicio de algo mucho peor.
Tenía que hacer algo. Pensar en cualquier cosa que pudiera sacarlo de ese lugar. Pero nada podía pasar por su cabeza, sin poner en peligro a Yoongi y su bienestar.
Sin evitarlo, lágrimas empezaron a acumularse en sus ojos. Realmente, odiaba la idea de sentirse débil. Pero era como si el destino se encargara de recordárselo en cada oportunidad.
¡Y estaba harto!.
Lo único que podía hacer - estando resignado- era esperar a que Yoongi se encargara de recuperarlo. No solo para estar de nuevo juntos, sino por algo mucho más importante; la vida en su vientre.
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.Lee Taemin caminaba de un lado al otro, llevando consigo un vaso de wiskey. Era el quinto en ese día y , por más que espero a que lo relajará, tuvo el efecto contrario.
Aún no entendía como es que el maldito de Min estaba vivo. Y, aún peor, como es que le estaba pisando los talones. Habría jurado que Derek se había desecho de él, pero al parecer, nadie quien estaba a su alrededor podía hacer bien su trabajo.
Al menos sabía que la falta de eficiencia de su parte, había traído consecuencias. De las cuales, se sentía orgulloso.
Durante mucho tiempo, se había alejado del trabajo de campo, dejando que alguien más se ensuciara las manos por él. Pero una vez que probó la adrenalina que podía conseguir en la tortura, se convirtió en un adicto.
Por esa razón, esperaba con hacias el siguiente paso que daría Min, para así, poder terminar con él de una vez por todas.
Mientras divagaba en sus cavilaciones, escucho como la puerta de su despacho era abierta, dejando ver a un hombre alto y de mirada certera, empañada por grandes cicatrices en la mitad de su rostro, entrando en el lugar. Enseguida, vio como este hombre le dirigía la mirada, sin miedo ni tribulaciones, pese a haber sido sujeto de sus torturas.
Era como si nada de lo que le hiciera, lo alterara, causando que Lee se sintiera enojado al instante.
_ ¿Que sucede? _ soltó Taemin, una vez que sus miradas se encontraron.
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PANDORA - YOONMIN ADAPTACIÓN
RomancePark Chi Min uno de los psiquiatras más importantes del gremio académico ha públicado su ultimo libro en psicología de la maldad llamado PANDORA. En el cual, cuenta la historia de un hombre atormentado por la maldad misma, realizando una revelación...