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Jungkook estaba totalmente irritado. Y eso, a decir verdad, se quedaba corto. Estaba cabreado, muy cabreado por la forma en que nadie estaba haciendo algo para detener esto.

Hace una semana que Jimin había sido secuestrado y ni Yoongi - luego de su crisis- ni ninguno de los hombres que se encontraban en esa casa había dado señales de querer hacer algo. Lo que provocaba que su desesperación aumentara con el pasar de las horas.

A pesar de eso, había varias cosas a su favor - si era correcto decirlo- y es que gracias a la información que Hoseok pudo darle, al final pudo terminar con su investigación. Sin embargo, la sensación de desasosiego que podía experimentar cada vez que pensaba en eso, no le permitía estar tranquilo.

La curiosidad mato al gato y, en este caso, causo estragos en si mismo. Aún así, el hecho de que las cosas hayan tomado un rumbo como ahora no lo dejaría nunca. Los pensamientos que lo persiguen no lo dejan en paz. Y, tal vez, esa sea una de las tantas razones por las cuales no pueda tolerar no hacer nada.

No es que pueda hacer algo de todos modos, pero preferiría estar en movimiento que quedarse sentado.

No sintió cuando la presencia de alguien se cernía a su lado. Quizás, en otra ocasión, se hubiera puesto en guardia, pero al instante supo que no sería necesario.

_ Debes mantener la calma, Jungkook. Encontraremos a el Dr. Park _ Namjoon mantenía una mano en su hombro. Era ese tipo de gestos que hacía para tratar de calmar a los demás. Pero ambos sabían que era una causa perdida.

Toda esta pesadilla nos había afectado a todos. Unos más que otros, pero de alguna manera, acabamos metidos en esta estupida reyerta. Y eso era algo, que Jungkook no dejaba de culparse. Si tan solo hubiera sido menos imprudente y un poco más consiente de la realidad, tal vez no estarían ahí en primer lugar. Pero era algo de lo que no podía dar marcha atrás.

_ Deja de torturarre a ti mismo, Jeon. No eres el culpable de esto. De alguna manera, las cosas hubieran terminado de este modo. Era algo que tenía que ocurrir.

Un malestar se instaura en su estomago. No podía estar de acuerdo con las palabras de Namjoon. Jimin no hubiera sido secuestrado, si el no se hubiera obsesionado con su historia y lo hubiera obligado a abandonar su hogar. Tampoco, habría llevado a Namjoon a exponerse, ni mucho menos a Seokjim, quien era un total inocente en este asunto.

Dios, inclusive Taehyung, a quien creyó estar fuera de todo. Su historia era algo turbia y llena de dolor y se lamento más que nunca, el no haberse dado cuenta antes.

_ Agradezco lo que dices, Nam. Pero me es imposible alejarlo de mi mente. Es algo con lo que tendré que vivir el resto de mi vida.

Namjoon frunció los labios en respuesta, demostrando que no estaba de acuerdo con la resolución de Jeon. Pero no dijo nada más, porque sabía mejor que nadie que nada podría aliviar a Jungkook ahora.

Esperaba poder hablar con él un poco más, pero su atención se fue al hermoso hombre que entraba en la instancia, llevando una taza en las manos. Su rostro estaba magullado y con la evidencia de golpes en sus mejillas, pero para alivio de los dos, ya estaban desapareciendo.

Aún era algo elocuente que su "captor" - sí podía llamarlo así- les permitiera merodear por la casa como si fueran unos simples invitados. Quizás, en lo más profundo de la retorcida mente de Min así eran, pero no estaba dispuesto a comentarlo.

Con una sonrisa gentil le dio la bienvenida a Jin a su charla.

_ A pesar del malestar inicial y toda esta situación, debo decir que me sorprende que pueda moverme tan tranquilamente. Eso no significa que no haya olvidado lo que ese hombre nos hizo.

PANDORA  - YOONMIN ADAPTACIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora