Capitulo 2 - Primera Parte

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ANAHI


Lo que me ha pasado con esta chica es muy fuerte, digo, claro que me ha gustado más de una mujer a primera vista, pero esto es diferente, solo sentirla cerca me estremeció, y esa mirada, el choque de su mano con la mía, el roce de nuestras mejillas me han invadido infinidad de sensaciones, y por un momento intuí un intento de flirteo… pero no, que va, una vez en la estancia se comporto de lo más normal, amable como el resto; fue más bien una pequeña jugarreta que mis deseos le hicieron a mi mente, claro, cómo iba a ser que esta tía se me lanzara así tan directamente frente a sus abuelos, hermano, cuñada y amigo; además de donde saco yo que le van las chicas, no pude evitar observarla todo el tiempo que estuvimos en el mismo espacio, creo que incluso ni me enteré de que se habló, apenas reaccione cuando la abuela de Ricardo le indico a una mucama que nos guiara a Mariana y a mí a nuestras respectivas habitaciones.


Mucama: Señorita Mariana esta es su habitación- abriendo una pesada puerta labrada- mi nombre es Rosario y estoy para servirle en todo lo que necesite.


Mariana: Muchas gracias Rosario- le contestó- Any nos vemos en media hora para comer.


Anahi: ¿Cómo? ¿Para comer?


Mariana: Mujer ¿en qué mundo vives? la abuela de Ricardo ha dicho que en media hora servirían la comida.


Anahi: ahhh si eso, vale pues ya esta- evidentemente no me entere de nada-


Rosario: Niña su habitación es un poquito más adelante- indicándome el camino, le seguí y una vez allí- bueno niña lo mismito que le dije a su hermana le digo usted, estoy para servirle en todo lo que se le ofrezca.


Anahi: Gracias Rosario eres muy amable.


Me tiré un momento sobre la cama -me sentía agotada- y volví a sumergirme en mis pensamientos, hace mucho tiempo que me asumí gay, desde los 15 años no me quedó más remedio que aceptarlo cuando me encontré en la habitación de una compañera de clases comiéndonos la boca, claro que antes de eso sabia sin admitirlo que era diferente a todas mis amigas, mientras ellas babeaban con algún niñato y se pasaban horas hablando del chico que les gustaba, yo miraba a Susy en cada oportunidad que tenia, hasta que logre acercarme a ella y terminamos aprovechando las horas en nuestras respectivas casas con el pretexto de estudiar y ayudarnos en los deberes para explorándonos mutuamente, a partir de ese momento di rienda suelta a mi sexualidad pero siempre en la obscuridad, nunca me he atrevido a asumirme ante mi familia, primero las cosas entre mis padres siempre estaban mal, después vino un divorcio tremendamente difícil, fue una lucha encarnizada que solo se detuvo cuando vieron hasta qué grado afectaron a Mariana que estaba en la edad más complicada; no sé, mis amigas - quienes hace rato abandonaron el armario- dicen que son pretextos, que lo que me pasa se llama miedo, y quizá tengan razón, no hace mucho que termine mi última relación en la que estuve poco más de un año y la razón fue que Sofía se canso de estar en la sombra, no es la primera vez que me pasa, y me duele sí, porque no soy del tipo de jugar, de verdad que busco una relación estable, quizá si fuera de otro modo me lo llevaría más fácil. Y ahora estaba en una situación extraña, sintiéndome profundamente atraída por la hermana del novio de mi hermana, ¡por Dios que trabalenguas!, no era algo que debía preocuparme mucho, empezando con que seguramente Dulce era heterosexual, además solo estaríamos unas semanas aquí y claro, lo más importante, mi hermana, su novio y la familia entera de éste, ¿qué pensarían si se enteran que soy homosexual? Me decidí a levantarme de la cómoda cama matrimonial y solo entonces admire la decoración de la habitación, la cama colonial de cabecera labrada, el suelo de barro, el ventanal con balcón, y me dirigí ahí abriéndolo de par en par, "que vista más bonita" esas deben ser las plantas de las que extraen el tequila, por lo menos es el dibujo que traen muchas de la botellas que lo contienen, pero son enormes, no sé porque se me figuraba que eran pequeñas; Y ese pequeño chalet es como de cuento. Me agradó la idea de dejar el ventanal abierto y me acicale un poco antes de marchar al comedor.

Tequila y LimonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora