DULCE
Chelito: "pos" ya te dije mi niña que si se emocionó mucho cuando vio la comida y también con tu cartita… y eso sí, que comieron de todo ella y su amiga, la que estaba ahí en su casa y lloro y me hizo muchas preguntas, yo le dije que eso lo habías hecho porque la querías harto pero ella me dijo que no creía eso… que no puede creerlo dijo… ¿"pos" que le hiciste a esa muchacha niña?
Dulce: si te cuento nana me cintareas.
Chelito: líbreme Dios de ponerte una mano encima "mija".
Dulce: pues si supieras te aseguro que no me libraría de unos buenos chicotazos de tu parte.
Chelito: no chille "mija"… ahora sí que si ya andas en esas… "pos" compórtese como "macho" y saque el coraje para conquistar a su mujer… gánatela a la buena mi niña, demuéstrale que eres sincera con ella y háblale de frente… no seas "coyona".
Dulce: no me da miedo decirle lo que siento nana, me da miedo que suene falso… que ni así me crea… me he ganado a pulso su desconfianza.
Chelito: pues díselo bonito… mi niña tu eres mexicana, de Jalisco y toda una charra, díselo con música, llévale serenata ah y también mándale el otro regalito que me encargaste que te trajera; ah una cosa más mi niña… por estas tierras habrá mariachis o tendrás que traértelos también… porque a ti lo de la cantada no se te da "mijita".
Dulce: jajajajaja eres una sabia nana… te adoro.
ANAHI
Silvia: dime ¿vas a volver con ella?... a pesar del daño que te ha hecho.
Anahi: no… no lo sé Silvia.
Silvia: joder Anahi ten dignidad… quiérete un poquito.
Anahi: he intentado no herirte Silvia porque sé muy bien el dolor que puede causar un amor que no es correspondido… pero no te voy a permitir que me hables así, ni tu ni nadie es quien para juzgar mis sentimientos y mi vida… y si regreso o no con Dulce es cosa mía y no tengo porque justificarme ni contigo ni con nadie, te enteras.
Salí del laboratorio rumbo a mi casa muy cabreada, no sé si era con Silvia o conmigo misma porque sabía que en el fondo tenía razón… como siquiera contemplo la posibilidad de volver a meterme en la boca del lobo, pero la batalla que mi mente está librando para combatir con todo el resto de mi es encarnizada, toda yo quería, deseaba creer que eso que al parecer podía ser cierto, pero no, no me fio y es que ya he visto antes a ese torbellino en acción, sé muy bien que para ella no existe el no… y aun cuando no le he dicho que no… supongo que algo se habrá imaginado al verme con Silvia y simplemente le apetece a la niña demostrar que sigo rendida ante ella.
Anahi: y esto que es – pregunte a Pilar al encontrar sobre la mesa un cofre de madera labrado bellísimo.
Pilar: pues es para ti ha llegado hace un rato, ahí está la tarjeta que la acompaña.
Tomé el pequeño sobre y al abrirlo me encontré con una llavecita de oro y una tarjeta, al leerle sentí esa energía tan conocida por mi cuerpo recorrerme.
Mi amor:
Te hago entrega de mi, esto fue creado especialmente para recibirme en este mundo, es único, tanto su contenido como su envase, es mi esencia, es lo que soy, soy yo… eso me dijeron el día que me la entregaron y como yo dejé de ser dueña de mi hace ya muchos meses ahora la entrego a su dueña… a mi dueña, que eres tu Anahi, mi pequeña Anahi.
Dulce.
El cofre tenía un pequeño cerrojo que abrí utilizando la llavecita, al abrirlo por completo me encontré descansando sobre una base de terciopelo azul una bellísima botella de vidrio soplado totalmente cristalina, en el interior se podía apreciar una diminuta planta de agave de su característico color azul intenso perfectamente formada, el resplandeciente tequila que contenía acrecentaba su belleza, con sumo cuidado tome la botella entre mi manos y pude así observar el grabado sobre el cristal, una frase que rezaba, " el milagro más maravilloso que nos ha dado esta tierra" Dulce y una fecha. Con manos temblorosas coloque la botella de nuevo en su sitio. Con los latidos de este corazón que clamaba por su dueña profusamente acelerados, los espasmos en este cuerpo que le reclamaba a mi mente ser liberado y mi alma llenándose de un gozo que iba en contra de mi voluntad luchando con mi mente, pero el miedo y la desconfianza hacían a ésta mas fuerte manteniendo en prisión a todo mí ser.